PASOS DE ANIMAL GRANDE

OM
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5 de marzo de 2020
/
12:24 am
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PASOS DE ANIMAL GRANDE

CAPITALINOS Y EL AEROPUERTOLO DOMÉSTICO Y LA SOLIDARIDAD

A ratos, el aspirante socialista parecía inalcanzable. Se anotó de entrada varios de los primeros caucus y de las consultas directas –Iowa, Nuevo Hampshire y Nevada– mientras la candidatura del veterano ex vicepresidente parecía desintegrarse. Azorados por la nominación de una candidatura inviable en la competencia por la Casa Blanca –demasiado a la izquierda como para garantizar una amplia coalición– los demócratas hicieron una baraja de las cartas. De pronto se oyen pasos de animal grande. Antes del supermartes ocurren varios factores que influencian el tinglado electoral. Biden, relegado a cuartos y hasta quintos lugares en las anteriores primarias, agarra impulso ganando Carolina del Sur. El endoso del respetado congresista Jim Clyburn fue determinante en el giro de los acontecimientos. (El gurú político James Carville considera que ese endoso salvó al Partido Demócrata). Entran las reliquias sagradas del partido –ambos expresidentes– a hacer sus llamadas telefónicas. Suficiente para persuadir a dos de los aspirantes a salirse de la contienda.

Tom Seyers había tirado la toalla. Pete Buttigieg desiste y aparece en el mitin de Texas endosando a Biden. La senadora Amy Klobuchar igual, anuncia su retiro y apoyo al ex vicepresidente. Se realizan las elecciones del supermartes. Biden gana Texas, y al menos en otros 9 estados. Carolina del Norte, Virginia, Massachusetts y Minnesota, Tennessee, Alabama, Oklahoma, Arkansas y Maine. Sanders, que entra como favorito, se lleva el premio gordo, con el mayor número de delegados de California. Gana en Utah, su propio estado de Vermont y Colorado. Última hora. A la luz de los resultados del supermartes –se rumora que también en pláticas previas con los expresidentes– el billonario exalcalde de Nueva York, quien invirtió unos $550 millones de su peculio en la campaña, se retira de la contienda y endosa a Biden. Así que después de un desteñido comienzo del exvice, ahora encabeza el recuento de votos –33.9% versus 32.9% para el socialista– depositados en la reciente elección. En realidad, aunque la otra contrincante, la izquierdista más moderada, senadora Elizabeth Warren, sigue peleando, la elección a partir de ahora es una carrera entre dos. El mejor estimado acumulativo de los delegados obtenidos hasta ahora sería: Biden 670 (45%), Sanders 589 (39%), Bloomberg 104 (7%), Warren 97 (7%), Buttigieg 26 (2%) y Klobucher 7 (0%). Aunque otros cálculos de acuerdo a los recuentos parciales no oficiales suponen que “Biden contaría ya con 390 delegados, de los cuales 344 los consiguió en la jornada del martes, mientras que Sanders acumularía ya 336, de los que 276 serían gracias principalmente a su victoria en California, donde estaban en juego nada menos que 415 delegados a repartir”.

Quién sabe en esta mezcla cómo pudo haber incidido la acotación –sensible para los demócratas convencionales– elevada por Pete Buttigieg durante los debates. “Deberíamos empezar por nominar a un militante del Partido Demócrata”. O sea “un demócrata de verdad”. Ello, en alusión al exalcalde de Nueva York que se pasó al Partido Republicano para competir por la alcaldía, después se registró como independiente y en el 2018 regresó al Partido Demócrata. Alusivo también a Bernie Sanders, de dudosa afiliación. Vota como independiente en el Senado, y se ha declarado que “no ha sido ni es un demócrata liberal sino un socialista”.

Para estas elecciones primarias el Partido Demócrata le exigió firmar un documento adscribiendo su fidelidad partidaria. Persisten los rumores que Elizabeth Warren podría salirse de la carrera. Sin duda que ella, siendo la otra candidata más a la izquierda que los demás, con excepción del socialista Sanders, quiebra el voto de ese sector del electorado. El beneficiado de esta eventualidad sería Sanders. Pero tampoco como para asegurarle la nominación. Solo para que tengan una idea aquí de lo que gastan en política allá. De los delegados obtenidos por Bloomberg le cuestan la respetable suma de $5 millones cada uno.

 

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