Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez
Honduras a partir de su independencia política, económica y con distanciamientos sociales, tierra de hombres “ilustres”, donde se han dado presidentes que no pasaron la escuela primaria dando golpes al tesoro Nacional, que terminaron su mandato siendo dueños de bancos y haciendas; mientras llegaba otro de igual estirpe, nada más que este se paraba más firme para no resbalarse en una concha de “banano”, pues este se dedicaba a sembrar can͂a de azúcar y lo demás… Vamos de historia a históricos, llegó otro que sí era letrado, había pasado segundo grado de primaria, y el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de aquel entonces lo nombró presidente provisional mientras elaboraban la nueva Constitución de la República, pues el susodicho mencionado nunca llegó a juramentarse y repitiendo las palabras que dijo un exdiputado, que la Constitución era pura… babosada. Y de esa forma se quedó atendiendo a ministros y diplomáticos brindando por las mañanas con chicha y en las tardes con cususa, por las noches con whisky y champan con el cuerpo diplomático y sus ministros.
A partir de 1982 comienza una nueva era de la democracia y la libertad, aparece una nueva líder de línea conservadora, su padre, exconsejero y ministro de los anteriores presidentes, hombres con mucha estirpe… La nueva “líder” fue torpedeada con los votos del pueblo liberal, ya cansado de sufrir de aquellos hombres de mucho abolengo.
Pero la ruta es siniestra de la Honduras insólita, plagada de democracias y libertades, de distanciamientos sociales con individualismos por gobernantes ambiciosos, ricos y poderosos.
Honduras es un país donde el corcho se hunde y el plomo flota. Este es un país de leyes; hace muy pocos días “los padres de la patria” parieron, dando a luz a un “nuevo Código Penal”, para poder encubrir y favorecer, salvando de la cárcel a los corruptos y ladrones, exclusivo para los que asaltan al Estado.
En los tribunales se dan hechos históricos de la injusticia: la red de corrupción que se formó́ con personas particulares, con diputados y funcionarios públicos del más alto rango en el país, que fue la base de una de las redes de corrupción que permitió el robo de más de doscientos ochenta y dos millones de lempiras, una red que va mucho más lejos y que hasta el momento han sabido sortear la justicia hondureña; otro caso de mencionar es el de la “Caja Chica de la Dama” que fue condenada por el Tribunal de Sentencia en Materia de Corrupción .
¡Qué cosas más grandes las que pasan en Honduras!
Un crimen insólito resultó en libertad, un individuo cometió un asesinato, matando de catorce machetazos a un ciudadano y los de Medicina Forense declararon que el susodicho había muerto de un ataque al corazón, declarando la justicia inocente al culpable, recibiendo su anhelada carta de libertad. Igual pasó con otro que le dieron dieciséis cartas de libertad.
Dicen que a un expresidente le encontraron una cuenta bancaria por una suma indeterminada de milloncitos de dólares, pero en los tribunales declaró que los pudo ahorrar con mucho sacrificio dejándose crecer las uñas.
En conclusión esto es el relato de algunos hechos insólitos que suceden en nuestra Honduras y el pueblo hondureño se ha acostumbrado a lo inaudito y a que aquí la vida sigue igual… ¡En serio y en broma!
Un saludo muy efusivo a los hermanos de mi patria. “Cuídense del COVID-19”, que es pandemia de dolor, llanto y muerte. Es tiempo de aprender a sonreír con los ojos y ser afable con las manos.
Desde Dallas, Texas, con amor!
