Cuarentena interna, contagio en el progreso

ZV
/
20 de julio de 2020
/
12:10 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Cuarentena interna, contagio en el progreso

La necesidad de neutralizar la infodemia

Por: José Antonio Pereira Ortega
Coronel ® [email protected]

La pobre visión sobre la previsión y en prepararse para las contingencias, le ha pasado una factura demasiado cara al pueblo hondureño, el más afectado por las continuas improvisaciones, lentas y desmesuradas actuaciones del Gabinete del actual gobierno, en particular del sector salud, que ha dejado mucho que desear desde los tiempos previos al inicio de esta pandemia, hecho que se ha acentuado en los repetidos errores redundando en lo mismo: mantener información redundante y poco creíble a través de tediosas e inoportunas cadenas informativas, que más bien fomentan la incertidumbre en las personas. Debe aprovecharse mejor esa capacidad para educar y orientar.

Y es que, tanto las autoridades designadas con funciones especiales, como el personal de la Secretaría de Salud (SESAL) no han dado respuesta eficiente a la crisis en desarrollo, derivando ello en un estado de crisis en niveles imposibles de lograr una contención positiva, evidenciando todo lo contrario, la epidemia  ha aumentado, alcanzando niveles de alarma colectiva entre la población a nivel nacional, con acentuado crecimiento en los centros poblacionales de mayor concentración como el Distrito Central y el sector de ciudades asentadas en el valle de Sula y en El Progreso en Yoro, en donde las personas enfrentan un problema crítico en la obtención de asistencia, debido a la saturación del sistema hospitalario público y privado.

Con este negro augurio, y a pesar de los continuos yerros en el manejo de la crisis, se puede hacer una aclaración que el desborde de contagios, no es todo culpa de las autoridades centrales o de las tibias actuaciones de los gobiernos departamentales, encarnados en las figuras de los gobernadores que contrastan con los esfuerzos titánicos de las corporaciones municipales.

En consecuencia, cabe hacer mención en positivo, los briosos esfuerzos de los alcaldes, aun y cuando las autoridades centrales y de Salud han desestimado emplearlos, desaprovechando un camino expedito en acciones inmediatas por lo cercano de los alcaldes a sus pueblos, factor primordial para organizar cualquier respuesta de emergencia en crisis como se ha demostrado en el pasado en el manejo de desastres, el rol de los alcaldes y las cooperativas fue fundamental para tener éxito.

Lo que no se puede dejar de mencionar es que tanto los esfuerzos titánicos de las corporaciones municipales y las cuestionadas actuaciones de la SESAL  se ven minimizados por el manejo que la mayoría de los pobladores, que olvidan que son los máximos responsables de contener el contagio y minimizar la crisis, debiendo repetir que no son solo las autoridades las llamadas a contener el contagio, son las personas en general.

Es peligroso e irresponsable creer y hacer creer que hay una sola y única solución a todas las situaciones críticas de la pandemia, en un momento que amenaza la vida misma de las personas, por lo cual es necesario entender que se debe concientizar a los individuos de su ineludible participación con responsabilidad y convicción en la solución del problema.

Por lo anterior, debe entenderse que será la situación y las circunstancias del momento que dictarán las medidas y reacciones frente a esta pandemia, sin duda alguna, será la situación la que nos dictará la opción de respuesta, no necesariamente la fórmula del vecino o de los países más desarrollados, dependemos de nosotros y de lo que tenemos.

En consecuencia, y con deseo de resolver, es prudente evaluar lo hecho y promover correcciones adecuadas, en el caso de potenciar un entorno que priorice salvar vidas en las condiciones que tiene el sistema de salud, aquí no caben “los si hubiera o los te dije”,  hay que derrochar una actitud positiva.

Vale precisar que no debería discutirse si hay o no hay apertura, si es inteligente o es bruta, esa no es la discusión a tomar sin determinar el panorama completo, por ejemplo: ¿cuál es el porcentaje de contagio en la casa?

Visto así, es pertinente entonces aclarar que hay dos cuarentenas en proceso, una externa que se resume en restringir el salir a la calle y la otra derivada del comportamiento y convivencia dentro de la casa, con o sin familia, según las circunstancias, considerada esta última como la más difícil de manejar y evitar los contagios en especial de los casos asintomáticos en donde se robustece un contagio en progreso de manera inocente, en especial porque muchas familias viven en estado de hacinamiento, espacios reducidos, un solo baño, etc., así cómo diantres se puede correr un aislamiento tota?, imposible pero hay que trabajar en ello.

De manera tal y en una modesta apreciación y tomando en cuenta la probabilidad de que todos nos vamos a contagiar en determinado momento, hay que entender que lo importante es no contagiarse en estos momentos difíciles, de saturación de hospitales, escasez del personal de salud y desabastecimiento de medicamentos que puedan adquirir todas las capas sociales. Es en este caso que el gobierno,  la SESAL y todos en general debemos trabajar, no es en las aperturas, es en el encierro en casa el peligro latente.

Más de Columnistas
Lo Más Visto