Lenta burocracia

MA
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22 de julio de 2020
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12:49 am
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Lenta burocracia

Nery Alexis Gaitán

Es característica nacional que todo lo dejemos para más tarde, para después, para cuando nos dé la regalada gana. Y luego andamos corriendo a último momento para hacer las cosas, por lo general a la carrera y mal hechas, cuando se pudieron hacer con tiempo y con una buena calidad.

Aunado a esto, la desidia, el desinterés, el poco deseo de ser eficiente, el lastre de la pereza, los andamos atados al cuello y nos impiden movernos, actuar, ser diligentes. Ir a una oficina pública es enfrentar el más absoluto desinterés por parte de los empleados que ahí laboran, a quienes no les importa servir con eficiencia a los ciudadanos.

Aquí todo marcha despacio, como en cámara lenta, al ritmo de la tortuga. Pedirle a un empleado público que se apure, que haga su trabajo bien, es inferirle una afrenta, una humillación, porque odian el cultivo de la excelencia y del buen servicio; y de paso, es como querer mover un inmenso peñasco con una cuchara.

Esta actitud de indiferencia extrema, de desinterés mortal, se manifiesta desgraciadamente en estos momentos de crisis, en donde el pueblo hondureño está sufriendo; y aún más, está muriendo por falta de atención médica en hospitales. La urgencia por salvar vidas no es parte del trabajo de algunos funcionarios y empleados públicos.
Resulta que los benditos hospitales móviles han llegado; bueno, solo dos de los siete comprados. Y ha costado que salgan de la aduana. Parece que al fin ARSA ha autorizado desaduanar suministros de los hospitales a petición de la tan cuestionada Invest-H. Y para variar, los 78 contenedores están a la intemperie y corren el riesgo de que se dañen. Malográndose así todos los suministros que en ellos vienen.

Debido a que esta compra ha sido tan cuestionada, los funcionarios, temerosos, no han procedido con rapidez a desaduanarlos. El anterior director de Invest-H, Marco Bográn, renunció; y la recién nombrada, Evelyn Bautista, hizo lo mismo a solo 13 días de tomar el cargo; sintiéndose incapaz de darle al pueblo hondureño una explicación satisfactoria sobre esta cuestionada adquisición de los hospitales móviles.

Pero, al estar ya aquí los hospitales (hay rumores de que vienen otras cosas y donaciones; y no los hospitales) se debe proceder en el menor tiempo posible a instalarlos en los lugares que se han destinado. ¡Por amor de Dios, son las vidas de compatriotas las que están en riesgo y por lo tanto urge que se instalen estos hospitales y entren en funcionamiento lo más rápido posible! ¡Toda demora en su instalación debiese ser castigada como un crimen en contra de los hondureños!

No se puede negar que existen las voces disonantes que todo lo que hace el gobierno lo juzgan malo, pero eso no debe detener a los funcionarios para que en este caso actúen con prontitud. Y que eliminen la lentitud burocrática, que dejen de estarse tirando la pelota de oficina a oficina. Se requiere que actúen ya por el bien de todos los que están sufriendo esta enfermedad.

Si es que en realidad quieren cambiar la percepción que en estos momentos tiene el pueblo de la actual administración gubernamental, deben instalar estos hospitales a la mayor brevedad posible. Asimismo, deben evidenciar que están interesados en el bienestar del pueblo hondureño.
En esta crisis es cuando se necesita que los políticos, en general, actúen a favor de los más necesitados y no solo que anden pronunciando discursos desgastados que a nadie convencen ya. Por eso se dice que obras son amores y no buenas razones.

Nunca deben olvidar que los intereses del pueblo son primero. Ojalá que los actuales funcionarios lo tengan presente y no se demoren más en la instalación de los hospitales.

¡Los hondureños merecemos una vida de calidad!

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