ZEDE: ¿señal de Estado fallido?

MA
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7 de octubre de 2020
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01:09 am
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ZEDE: ¿señal de Estado fallido?

Óscar Lanza Rosales
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Los inversionistas extranjeros tienen bien clara la película: Honduras ya no es un país atractivo para la inversión. ¿Por qué? Por la corrupción desenfrenada; una administración pública ahogada en trámites burocráticos; impuestos muy altos; ambiente desfavorable para hacer negocios; y un sistema judicial deficiente e incapaz de cumplir su función: retrasos, corrupción e incertidumbre en los juicios.
Por eso, el actual gobernante Hernández, siendo presidente del Congreso Nacional, para darle gusto a los inversionistas extranjeros creó en 2013, las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), zonas de libre comercio en cualquier actividad económica, independientes, sin jurisdicción de Honduras, con su propia administración, leyes, tribunales y policía, con la única condición que hagan inversiones, para crear puestos de trabajo, y los hondureños tengan una opción para no emigrar y encontrar una seguridad, que el Estado de Honduras no le ha podido brindar.

Para aprobar esta ley, el Congreso Nacional presidido por JOH, reformó los artículos 294, 303 y 329 de la Constitución de la República, destituyó a cuatro distinguidos magistrados de la Sala Constitucional que la consideraron inconstitucional, y premió con la Fiscalía General al magistrado Óscar Chinchilla, que no se opuso.
Para hacer esta columna, he tomado como referencia al periodista Paz Gómez, de Eco Américas, una persona bien informada de las ZEDE en Honduras, y aunque están en proceso dos, solo me voy a ocupar de Roatán. Paz Gómez menciona en sus reportajes, que el gobernante JOH intentó poner en marcha la primera ZEDE en Amapala como un megapuerto, cuyo estudio de factibilidad fue elaborado por expertos surcoreanos, a finales de 2017, pero que no se pudo ejecutar, por la resistencia al desalojo de los vecinos del área afectada.
Pero miren qué sorpresa, cuando nadie lo esperaba, en plena pandemia, y en una movida maquiavélica, la empresa promotora radicada en Guatemala, First Startup City echa andar la ZEDE Roatán Próspera, a principio del pasado mes de mayo, constituida legalmente el 29 de diciembre de 2017, como una sociedad público-privada, con un plazo renovable de 50 años, permitiendo el gobierno de Honduras, que se registrara en Delaware, como Próspera LLC, para promover y organizar una parcela de tierra de 60 acres (24 hectáreas y fracción), adquiridas en Roatán, sin consultarle a los propietarios, por su baja densidad de población. Una regla mal intencionada de parte de los diputados que aprobaron esa ley, incluyendo a JOH.

La Próspera tiene su propio estatuto jurídico de municipio, similar a una constitución, con la obligación de proporcionar a los residentes: educación, salud, seguridad e infraestructura. Honduras solo estará sujeta al Código Penal, y a un consejo designado por el gobierno, para supervisarla.
Próspera Roatán lo que se propone hacer es un complejo hotelero tipo boutique, y ya está ofreciendo a nacionales y extranjeros la venta de apartamentos y viviendas. Según los promotores, esperan atraer $ 500 millones en inversión extranjera directa y generar 10,000 empleos directos para 2025.
Para obtener la residencia en esa ZEDE, hay que pagar una tarifa de residencia anual, firmar un “acuerdo de convivencia”, que incluye someterse a un sistema de arbitraje, en caso de conflictos; adquirir un seguro de responsabilidad civil general y estar sujetos a una verificación de antecedentes penales. Los extranjeros deben cumplir con las leyes de inmigración hondureñas.

Esto de las ZEDE y las caravanas es el reflejo que hemos llegado al Estado fallido. Honduras gobernado por el Partido Nacional ha sido un fracaso económico, social y político, incapaz de generar empleo para su pueblo, de manejar en forma eficiente las empresas de servicios públicos, y por eso ha entregado a las compañías extranjeras, la ENEE, las carreteras principales, la portuaria y los aeropuertos; incapaz también para garantizar la seguridad a la población y evitar la corrupción que es evidente en todos los niveles del gobierno.
Al Partido Nacional no le bastó la venta de la nacionalidad en sus gestiones anteriores, sino que ahora está vendiendo a Honduras en pedazos, y se llegará el día, si sigue gobernando, que llegaremos a un Estado asociado a Estados Unidos.

Invitamos a todos los hondureños a apoyar a los compatriotas de Roatán y de Choloma, que en forma inconsulta y atropellando sus derechos humanos y de propiedad, están siendo desalojados de sus legítimas tierras.
Que ironía que en el bicentenario de la independencia española, estemos ahora entregando nuestro territorio en pedazos a extranjeros, por un empleo y un salario mínimo. ¡Qué vergüenza para nuestros políticos que nos han llevado a esta situación! ¡Deberíamos privarlos de nuestra nacionalidad!

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