Falsificación de la vacuna contra la COVID-19

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7 de enero de 2021
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12:01 am
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Falsificación de la vacuna contra la COVID-19

Por: Hermes Ramírez Ávila
Doctor en Ciencias Penales
Catedrático de Derecho

Especialistas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han advertido en las últimas semanas sobre el contrabando y la comercialización fraudulenta de medicamentos falsos o con subestándar (con menos principio activo) y la falsificación de mascarillas KN95, pruebas rápidas y gel hidroalcohólico, entre otros productos que sus precios han quintuplicado su valor original a raíz de la pandemia de la COVID-19, que regidos por las reglas de la oferta y la demanda, los comerciantes inescrupulosos y los grupos de criminalizada organizada transnacional ven como una opción viable para incrementar sus ingresos.

En nuestro territorio la zona sur por donde cruza la carretera Panamericana, la Región del Trifinio en Ocotepeque y más de 120 puntos ciegos a nivel fronterizo, convierten a Honduras en un territorio proclive a las acciones ilegales de contrabando y la comercialización fraudulenta de medicamentos falsos y productos, en su mayoría sus componentes son fabricados en China y 7 de sus vecinos de Asia Sudoriental, Perú y México, que sin duda ponen en riesgo la vida e integridad física de los consumidores en Honduras.

Hace unos días la Interpol alertó a los países del mundo, sobre actividades delictivas relacionadas con la falsificación, robo, publicidad ilícita de las vacunas contra la COVID-19. El secretario general de Interpol Jürgen Stock, manifestó: “Mientras los gobiernos se preparan para sacar las nuevas vacunas, las organizaciones delictivas planean infiltrarse en las cadenas de suministro, o perturbarlas”, esto conlleva un enorme peligro para países como el nuestro, ante la posible circulación de vacunas falsas o comercialización en el mercado negro, sin que las autoridades puedan ejercer un control previo.

De hecho, el nivel de riesgo es mucho más alto por las denominadas “ventas en línea” o a través de las redes sociales, que durante esta pandemia en pleno confinamiento se logró detectar por la Policía Nacional, la venta de mascarillas y productos de higiene, muchos de ellos falsos e incluso hurtados de los almacenes estatales para su comercialización, los que se ofertaban al mejor postor “en línea”.

Para ejemplificar, la Unidad de Ciberdelincuencia de Interpol reveló que de 3,000 sitios web estudiados asociados a farmacias en línea sospechosas de vender medicamentos y dispositivos médicos ilegales, cerca de 1,700 contenían ciberamenazas, en especial estafas o engaños en el Internet y redes sociales (phishing) y malware de envío masivo de correos no deseados, ofertando estos productos y con indicios de comercializar ilegalmente la vacuna.

La elaboración y comercialización ilegal de medicamentos (Art. 298 al Art. 310) está sancionada en Honduras con penas en el régimen escalonado descrito en el Código Penal, superiores a los 13 años de cárcel para los autores de estos delitos, sumados a otras figuras penales como el contrabando con penas agravadas superiores a 6 años de cárcel y en el caso de la defraudación fiscal de más de 10 años de cárcel (Art. 431), juntos a las penas accesorias de multas e inhabilitación especial de cargo u oficio público.

India, Malasia, Tailandia, Argentina, Alemania y Eslovenia, según un Informe de Investigación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), han sido víctimas durante la pandemia de robo y falsificación de medicamentos y equipos de protección, producto de la ansiedad pública o de debilidades en sus sistemas de salud, además de la distribución de medicamentos de baja calidad por medio del Internet y las redes sociales, espacios propicios de afectación de los consumidores por parte del crimen organizado.

En nuestro contexto los ciudadanos han sido afectados por la sobrevaloración de los medicamentos y productos durante la pandemia, medicamentos incluso de mala calidad de distribución en farmacias, clínicas y venta por Internet o redes sociales, eludiendo el marco regulatorio administrativo donde se establecen sanciones para este tipo de conductas.

Con el Decreto No. 288-2013 “Ley de Vacunas de la República de Honduras” publicada en La Gaceta el 26 de marzo de 2014, y la nueva Ley de la Vacuna contra la COVID-19 recientemente aprobada en el Congreso Nacional, se estima existirá un mayor control de la aplicación y distribución de la misma. Sin embargo, debemos prepararnos porque estamos en medio de una campaña de desinformación al respecto de la vacuna, que será aprovechada por las estructuras criminales para comercializar una vacuna falsa o ilegal, siendo necesario crear protocolos de acción e investigación de inmediato.

E-mail: [email protected]

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