¡La paradójica América Latina, riqueza y pobreza!

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1 de mayo de 2021
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12:01 am
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¡La paradójica América Latina, riqueza y pobreza!

Por: Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez

Escribo defendiendo a América Latina, porque soy ciudadano de las américas y conozco algunos de sus países, como Chile en la época de Salvador Allende y Pinochet (Q.D.D. G.). También estuve unos años en la Argentina cuando sus dictadores militares se sucedían entre unos y otros. (Dictadores criminales). Soy ciudadano norteamericano y de profesión en economía política, estudié en Nueva York en la (Universidad Henry George, 1963-68). Soy delegado permanente en Honduras por “Inter-American Association for Democracy and Freedom. Y me encanta mi patria que nací, soy nacionalista de patria.

Los países de Latinoamérica su cambio es obvio, no veo posible nada, lejos de llegar a un encuentro los hombres que piensan en la unión de Iberoamérica que subsiste en medio de la “riqueza y la pobreza”, que creo que es salvable por su propio nacionalismo.

Aunque su estructura económica y social de América Latina es decadente, corrupta, inmoral y sin ética de sus malos gobernantes, y sin ningún viso de porvenir para sus pueblos. Ningún verdadero cambio social puede ser realizado por las mal llamadas “fuerzas democráticas” de América Latina. Como veremos, no se debe a la casualidad que las personas de mente más despiertas del continente califiquen a los fulleros políticos, falsos reformistas o “ilustrados oligarcas”, repentinamente adictos a “Tío Sam” para el progreso, como otro puñado de demócratas” empeñados en las riquezas naturales de América Latina.

La historia de América Latina es negra, es dolorosa, está plagada de crímenes. Ni sus conceptos ni sus pasiones alientan su dolor. La respuesta no es ningún enigma, o al menos no debe ser. Otro mal que viene a entorpecer a los 22 países iberoamericanos para realizar una alianza entre naciones hermanas para su desarrollo económico, son las dictaduras de izquierda que no dejan la unificación. Los egoístas dictadores del socialismo del siglo XXI como Nicolás Maduro, Daniel Ortega en Nicaragua y la Cuba Comunista, los que se encuentran también los egoístas oligarcas que gobiernan a través de regímenes “democráticos” y los egoístas “demócratas” que legislan para los ricos en nombre de los pobres.

Tarde o temprano, tenemos que luchar por nuestros inalienables derechos estatuidos en la “Carta Magna de las Naciones Unidas”. “La libertad, igualdad y fraternidad, conceptos y criterios desiguales. Somos países colonias de Estados Unidos, pero exigimos respeto a nuestra soberanía. Las imposiciones imperativas violentan la “democracia y la libertad”. Con la llegada a la Casa Blanca el señor presidente Joe Biden, esperamos tratos justos. El respeto al derecho ajeno es la paz. No queremos el retorno del “Big Stick”. Tenemos nuestras leyes para juzgar a los ciudadanos nuestros que las violen. El fiscal y juez de las cortes de Manhattan desconocen la “geografía”, Honduras no es territorio Norteamericano, tenemos nuestra “soberanía”.

América Latina sufre de estancamiento económico y problemas sociales que afectan su desarrollo y su progreso, todo radica porque hemos sido olvidados de quienes creemos que son nuestros amigos, nos ayudan con una mano y nos afecta con la otra. Nos pagan precios injustos de las materias primas que ustedes necesitan para su industria. Otro fenómeno que nos afecta son los oligarcas que controlan nuestras raquíticas economías. La clase pobre y obrera apenas pueden subsistir, mientras que los oligarcas exhiben con frecuencia un lujo superior a los millonarios que poseen yates, aviones particulares y casas en Florida. Los oligarcas manipulan a los gobiernos de sus respectivos países en exclusivo provecho suyo. Para ello la situación de los pobres es simplemente un modo de vida sentimental.

Recuerdo muy bien la cumbre que se celebró en “Punta del Este” en Uruguay. Se instaló con el propósito que América Latina pudiera salir adelante levantando sus economías a través de la industria y sus productos naturales. Pero realmente se cambió su esquema, llegó el presidente Lindon B. Johnson y el famoso “Teodoro Moscoso” que no quería a los latinoamericanos. Aquella cumbre solo fue para detener a la Cuba comunista y su expansionismo al resto de los países de América Latina. Ahí murió la cumbre del “Este”. Señor presidente Joe Biden usted practica la filosofía cristiana y es humanista.

“¡Ojo, el dragón asiático vuela en Centroamérica!”.

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