Geoeconómica III: la guerra de las tierras raras

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5 de junio de 2021
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Geoeconómica III: la guerra de las tierras raras

Por: José Roberto Valenzuela

El ser humano pasó por muchas etapas evolutivas encontrándonos actualmente en la edad de los lantánidos o tierras raras; 17 elementos químicos llamados así debido a lo difícil de asilarlos químicamente del oxido de tierras raras, estos elementos son más comunes que el oro , plata y diamante pero se encuentran en concentraciones de tan solo un 2% sin embargo, están presentes en computadoras, discos duros, cable de fibra óptica, leds y LCD, auriculares, altavoces, tabletas, teléfonos inteligentes, turbinas eléctricas, baterías para vehículos eléctricos, aeronaves y armas de presión es decir en todo componente electrónico.

En el último decenio del siglo XX China logró convertirse en el mayor productor de tierras raras del mundo y desde entonces no ha dejado ese liderazgo, por el contrario, actualmente es el mayor refinador del mundo con tan solo 6 empresas (que cuentan con la mayor cantidad de patentes de refinación) beneficiadas por las rígidas normativas medioambientales implementadas por occidente que hacen costoso, tóxico y radioactivo el proceso de extracción. Estas normas nunca fueron un obstáculo a la estrategia del líder chino Deng Xiaoping, quien manifestó “Oriente Medio tiene petróleo y China tiene tierras raras”, esta fue una de las estrategias de batalla china para la guerra Económica del siglo XXI y al igual que las que he venido escribiendo han estado planificadas desde las esferas más altas del Partido Comunista Chino.

El poder chino quedó demostrado en el 2010 tras un incidente diplomático con Japón a quien los chinos sancionaron con un embargo de estos materiales afectando la industria manufacturera nipona -industria que consume mundialmente la quinta parte de estos minerales- la intervención de OMC, EEUU y Europa trajeron nuevamente el balance, sin embargo, la advertencia china al mundo quedó establecida.

Este mensaje fue escuchado por Occidente, Australia, Canadá, Japón y Vietnam alentaron sus empresas refinadoras y mineras de tierras a asociarse estratégicamente para reducir la dependencia de las empresas chinas y crear una mayor capacidad de almacenamiento de estos elementos para menguar las futuras especulaciones. La administración Biden inició la estrategia de autosuficiencia ya que actualmente el 80% de las importaciones de tierras raras provienen del gigante asiático incluido el neodimio y samarios elementos utilizados por la industria de defensa.

Los estadounidenses habilitaron en el 2017 su principal y única mina de tierras raras Mountain Pass, llegando a producir en el 2020 el 44% de la producción mundial logrando pasar del cuarto al segundo lugar con el 12% de la cuota del mercado (China cuenta con el 63% del mercado) sin embargo la apertura de esta mina se realizó gracias a un acuerdo de inversión con participación de la empresa china Shenghe Resources, por lo que toda la producción regresa a su planta de refinación haciendo esta dependencia más peligrosa debido a que las tierras raras están caracterizadas como de seguridad nacional.

El soft power chino ha tocado las puertas en la casa presidencial estadounidense y ahora amenaza con poder cortar el suministro comercial de estos minerales como respuesta a sus sanciones comerciales, esta amenaza china no es un bluff diplomático, se publicó en el Diario Oficial del Pueblo un encabezado que se leía “advertimos a Estados Unidos que no deben subestimar la habilidad china de salvaguardar sus intereses” y en su contenido se puso en negrilla la expresión “No digan que no se los advertimos”. Esta expresión en China es muy poco usada y de las veces que tengo conocimiento de su uso fueron en 2017, en la problemática fronteriza China-India, conflicto que ha resultado en agresiones militares que han terminado con heridos y muertos de ambos lados y en 1978 cuando China amenazó a Vietnam y posteriormente la invadió.

Como he manifestado en otros artículos, el título de superpotencia estadounidense data desde 1810, arrebatándole a Inglaterra este título en el momento que superó su capacidad de producción en la primera Revolución Industrial (1760-1840), después de 200 años y tres revoluciones aparece un contrincante al título que cada vez está elaborando méritos en este sistema económico, no olvidemos que la China de Deng Xiaoping era un cascarón y estaba quebrado cuando se lo entregó a la banca estadounidense -el extinto banco Lehman Brothers y el gigante Goldman Sachs- para que realizara su experimento económico de producción a escala, hoy en día estamos en la revolución digital en su versión 4.2 y China, a diferencia de su adversario estadounidense, no desea ser el policía del mundo, ellos son pragmáticos y sus guerras son económicas, llevan décadas preparándose, las cancillerías de cualquier país no pueden evitar tener en su dirección de geopolítica personal revisando cada paso del gigante asiático.

1 Diplomático hondureño, consultor y catedrático universitario, master en comercio internacional, master en estudios políticos asiáticos y (c) doctor ciencias políticas – geopolítica y estudios estratégicos-.
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