GOTAS DEL SABER (50)

ZV
/
31 de julio de 2021
/
12:15 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
GOTAS DEL SABER (50)

Vicente Mejía Colindres a Carías Andino: “DESEO QUE EN ESTE CARGO SEAS MENOS INFORTUNADO QUE YO”

Por: Juan Ramón Martínez

I
En la guerra de 1969, Manuel Gamero era reportero de la Prensa y fue capturado por los salvadoreños en Ocotepeque, junto a su camarógrafo. Ventura Ramos era jefe de redacción de El Cronista que libró una batalla heroica desde sus páginas en contra del ataque salvadoreño y Eduardo Barh era un profesor de la Escuela Superior, sin vinculación con el periodismo. Su contribución es literaria: “El Cuento de la Guerra”. Texto que todavía espera el severo juicio de la crítica. Había regresado de El Salvador en 1965, donde se ganaba la vida vendiendo “intangibles”; e ingresado a la Escuela Superior por petición de Gustavo Banegas a este servidor que, hizo gestiones para su ingreso. Sin efectuar el examen de admisión, procedimiento obligado para entonces.

II
En el documental “100 horas de Furia”, que pasara canal 5, se dijeron muchas verdades; pero se colaron no pocas mentiras. Mario Maldonado, de la Primera Promoción de la Escuela Militar Francisco Morazán escribe que, no es cierto que Somoza mandó dos camiones con municiones para M1 y otras armas, lo cual es falso y segundo que Nacaome fue tomada por los salvadoreños. En primer lugar, estando en ese tiempo, en el Batallón Guardia de Honor, en las Tapias que contaba con alrededor de 800 hombres. Desde aquí fueron enviados 400 soldados vía aérea a Santa Rosa de Copán, gracias a lo cual se detuvo a los salvadoreños que después de tomar Ocotepeque avanzaban hacia Santa Rosa”. Además, Maldonado sigue escribiendo “que Somoza nunca nos ayudó, nos estafó”. Refiere que, “cierto día, el general López me dijo: Maldonado, mañana salimos a misión a las 4¬:00 horas. Nos dirigimos al sur con destino a El Espino, pasamos por San Marcos de Colón. Al llegar, antes de la hora convenida, a la frontera (con Nicaragua) desde el lado de Honduras vimos un carro casa. El general López, me ordenó que pasara la frontera a averiguar si ya Somoza estaba allí. Me recibió el capitán Porras, encargado de la seguridad personal de Somoza, quien me manifestó que allí se encuentra con una mujer y que me haría una señal para que bajáramos a la reunión convenida. Al cabo de una hora de pláticas entre Somoza y López, nos despedimos. En el camino de regreso, me dijo el general López, alístese que mañana va en avión de FAH a Nicaragua. Al día siguiente salimos hacia Managua, en un avión C-47 al mando del capitán Jaime D. Escobar y como copiloto Tito López. Pasamos la tarde y noche amarrando fusiles, Springfeld, Mauser y ametralladoras de la Primera Guerra Mundial, y ningún M1. Despegamos como a las 4 de la mañana, para evitar encontrarnos con un avión comercial o de otro tipo. Al llegar a Tegucigalpa la ciudad estaba cubierta de nubes. Después de varias maniobras, logramos entrar por el lado de Suyapa. Para pagar las armas recibidas de Somoza, a través del Banco Central, se le hizo una transferencia a Somoza por unos 250,000 dólares. En resumen, nos cobró por una chatarra. Nos estafó. Después de ese primer vuelo a Nicaragua, hicimos otro. En esta ocasión recibí fusiles M1 bastante deteriorados, así como unos morteros 81mm, con las placas base rajadas. Al llegar le dije a al general López, que yo recibía lo que me entregaran y que me diera facultad de opinar al negociar. Cosa que así lo hizo, por lo que el tercer viaje, al ver que me entregaban armas inservibles, le pedí prestado al general José Reyes Somoza su teléfono y al hablar con el general López, le dije: maíz y frijoles picados, necesito pajarito. El comprendió la improvisada clave y me contestó “pajarito” llegará mañana a las 9 horas. Regresé a Honduras y no volví Nicaragua. La segunda transferencia a Somoza, fue de 260,000 dólares”. Finalmente, Maldonado escribe que López Arellano inventó lo del apoyo de Somoza, para trasmitirle a los salvadoreños que, no estábamos solos.

III
El 12 de julio de 1959, en horas de la madrugada Armando Velásquez Cerrato, con el apoyo de la Policía Nacional y la complicidad de unidades ubicadas en la paz y Comayagua, comandadas por los oficiales Bulnes y Sanabria, invadieron Tegucigalpa con el propósito de derribar el gobierno del Presidente Villeda Morales. Aparentemente creía en la promesa de apoyo de López Arellano, que cumplió parcialmente al no intervenir en la defensa del gobierno civil, sino hasta cuando AVC se había asilado en la embajada de Costa Rica. Villeda Morales y los liberales, mostraron un temple ejemplar y se lanzaron a la lucha. Armados y organizados apresuradamente, defendieron la casa presidencial, objetivo número uno de parte de los alzados. La única unidad fiel a Villeda Morales, fue la Guardia de Honor Presidencial. Jaime Turcios, escribió esta semana que “hoy hace cincuenta años, el 12 de julio de 1959, Jaime Turcios Nuila, (miembro de los oficiales que protegían al presidente de la República) la Guardia de Honor Presidencial y el pueblo Liberal frustro el golpe de Estado en contra del doctor Villeda Morales encabezado por el coronel Armando Velásquez Cerrato con el apoyo de la Policía Nacional y el Ejercito”. López Arellano, jefe de las Fuerzas Armadas, solo intervino cuando los civiles habían neutralizado a los insurrectos. Los liberales crearon, en vez de la Policía Nacional, La Guardia Civil que, como es natural, operara con un sentimiento anti militar que provocara muchas confrontaciones individuales y que explicara que cuando López da el golpe del 3 de octubre de 1963, se ensañen con los miembros de ese cuerpo policial, provocando una cantidad de muertos todavía no cuantificados. En Olanchito, la Guardia Civil y la Guarnición Militar en disposición de ataque, frente a frente, no llegaron a los hechos, por la paciente intervención del padre Guillermo Moore, cura párroco que, logró un acuerdo en que los guardias civiles entregaron sus armas y se fueron cada uno para su casa, sin molestia alguna. Sin víctimas que lamentar.

IV
Honduras no ha sido gobernado por los mejores. En estos 200 años que estamos por cumplir son pocos los estadistas que han estado al frente del Poder Ejecutivo. Solo unos pocos, entre ellos, Francisco Morazán, Juan Lindo, José Trinidad Cabañas, Luis Bográn, Policarpo Bonilla, Miguel Paz Barahona, Vicente Mejía Colindres, Ramón Villeda Morales, pueden ser calificados como tales. Mediocres gobernantes, que, pese a todo, no hicieron mal al país más allá que lo que las circunstancias se los permitieron: José Antonio Márquez, Joaquín Rivera, Santos Guardiola, coronado Chávez, Victoriano Castellanos, Céleo Arias, Marco Aurelio Soto, Manuel Bonilla, Juan Manuel Gálvez, Juan Alberto Melgar Castro, Policarpo Paz García, José Azcona, Rafael Leonardo Callejas, Carlos Flores, Ricardo Maduro, Roberto Micheletti Bain, José Porfirio Lobo Sosa. Los peores, a nuestro juicio, Francisco Ferrera, Francisco Zelaya Ayes, José María Medina, Ponciano Leiva, Terencio Sierra, Juan Ángel Arias, Francisco Bertrand, Rafael López Gutiérrez, Tiburcio Carias Andino, Julio Lozano, Osvaldo López Arellano, Ramón E Cruz, Manuel Zelaya Rosales y Juan Orlando Hernández Alvarado. Pero el peor entre los peores fue, Francisco Ferrera. El más dañino de todos los gobernantes, ha sido Osvaldo López Arellano. El más despreciable y cobarde, Terencio Sierra. JOH, hay que esperar que termine para colocarlo en el nicho correspondiente. Es seguro que usted no estará de acuerdo conmigo. Haga su lista y envíemela, para publicarla. Los gobernantes deben saber que los ciudadanos, tenemos derecho a juzgarlos. Severa y ejemplarmente.

V
“El 9 de julio de 1895 a las 12 y 25 pm, falleció en la ciudad de Guatemala donde soportaba las injusticias del exilio, el general Luis Bográn, militar pundonoroso y expresidente progresista de la República de Honduras. Luis Bográn nació en la ciudad de Santa Bárbara el 3 de junio de 1849. Fue hijo legitimo del general Saturnino Bográn, originario del mineral de Yuscarán, y de doña Gertrudis Barahona, nativa del departamento de Santa Bárbara. Don Saturnino ha pasado a la historio como modelo de valentía, ya que testigos presenciales de sus intervenciones afirmaron que algunas veces entró en combate con traje de etiqueta para ofrecer mejor blanco a las balas del enemigo. Luis Bográn inició sus estudios en las ciudades de Santa Bárbara y Comayagua. Cuando cumplía 15 años logró en esta última el título de Inteligente en Agrimensura y después pasó a Guatemala donde continuó estudios de derecho que había iniciado en Comayagua. Tales estudios no pudo culminarlos, a pesar de haber hecho varios intentos, por problemas de familia o intervenciones en la política”. “Fue miembro del Consejo de Ministros, que se hizo cargo del poder cuando el doctor Marco Aurelio Soto se fue para San Francisco de California, y cuando este presentó su renuncia, fue electo con oposición Presidente de Honduras para el período 1883-1887. Después fue reelecto para el ejercicio 1887-1891. La muerte le llegó a los 46 años, un mes y seis días de edad”. Sus restos reposan en un cementerio de Guatemala. (Efemérides Nacionales, Tomo II, Víctor Cáceres Lara, página 224).

Más de Anales Históricos
Lo Más Visto