Libny Ventura, Historiador hondureño: “Llegamos al Bicentenario llenos de errores, pecados y estigmas”

ZV
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28 de agosto de 2021
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12:15 am
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Libny Ventura, Historiador hondureño: “Llegamos al Bicentenario llenos de errores, pecados y estigmas”

Recorremos con Libny Ventura el fascinante entramado del Bicentenario de Independencia patria y el impacto que han tenido en el destino del país. No es fácil, advierte, entender este acontencimiento con tanta histografía nacional sesgada, repetida y hasta falsa. “No crea que el historiador es neutral. La mayoría tiende a ser de izquierda en Honduras y de extrema derecha en Europa”. Con todo, el joven historiador concluye, después de 20 años investigando el mestizaje, que somos fruto de cruces variopinto-conquistadores, esclavos, indígenas, negros y hasta judíos, como su caso familiar. Un pueblo haragán, para unos y noble para otros. Políticamente, lamenta, no hemos comprendido de dónde venimos y hacia dónde vamos como nación y en esto radica el mayor de sus hallazgos. En la medida que sigamos sin conocernos, aceptando nuestros errores y potenciando nuestros aciertos, seguiremos como nos dejaron los colonizadores: En la cola del continente. Es hora, agrega, aprovechando las fiestas patrias, de una exhaustiva revisión.

–¿Podemos aprovechar el Bicentenario para pedirle cuentas del pasado a España como lo está haciendo México?
El Bicentenario tiene que ser por fuerza una revisión, más que hacia afuera, hacia adentro sobre lo que estamos haciendo mal porque España hace 200 años que salió de nuestras vidas y nosotros aún no podemos establecer un Estado fuerte.

–¿No hay consecuencia de ese pasado en nuestra sociedad de hoy?
No se puede negar que fuimos explotados desde un territorio que ni siquiera es del continente americano, pero el detalle es que nosotros somos descendientes de esos conquistadores porque la mayoría de esos conquistadores se quedaron aquí, o sea, somos descendientes de los asesinos. de los violadores y los que robaron.

–¿Es correcto decir madre patria a España?
Sí, en el sentido que Honduras no nació del indigenismo sino de la cultura hispánica, fue España, quien lo define y lo demarca, antes de los españoles Honduras no existía bajo ningún término.

–¿Desde cuándo podemos hablar propiamente de Honduras como tal?
Se tiene la idea que Honduras comienza con la independencia, pero no es así, existimos desde 1526 cuando Carlos V aprueba la creación de la Provincia y Obispado de Honduras, así nace, en el litoral atlántico, con la fundación de Trujillo.

–¿Nos hubiera ido mejor si nos hubieran conquistado los ingleses o franceses?
Mire, los ingleses habrían cometido prácticamente las mismas cosas de los españoles, de hecho, los españoles pudieron conquistar Estados Unidos pero no les interesó porque era un territorio marginal, lleno de nieve, contrario a América Latina que estaba llena de riquezas y de indígenas a quienes técnicamente esclavizaron.

–¿Sobreviven linajes desde la independencia a nuestros días?
Decía la historiadora Diana Balmori que América Latina nació de las haciendas, eran el poder local. Después de la independencia, muchas familias nobles coloniales sobrevivieron y son esas que ahora mantienen las diputaciones o los hacendados, dueños de los pueblos.

–¿Cómo cuáles?
Por ejemplo, Juan Orlando Hernández desciende de los Hernández, conquistadores de Gracias, aunque dicen que su familia viene de El Salvador. También está la familia del expresidente Manuel Zelaya, descendiente de la familia Garay, uno de los primeros conquistadores; los Bueso de Santa Rosa de Copán descieden de los principales conquistadores de Alonso Bueso, mi familia materna, los Lara, desciende de uno de los conquistadores de Francisco de Montejo, el que mandó a matar a Lempira con el capitán Alonso de Cáceres, fundador de Comayagua y de quien se desprende otra red de familias poderosas hasta nuestros días.

El historiador con los documentos de don Santiago Milla.

–Y de los ladrones que venían con Colón, ¿habrá descendientes?
En realidad, eran presos los que vinieron en el primer viaje de exploración de Colón porque los reyes no le tenían nada de fe a Colón, decían estaba medio loco, pero ya cuando vieron de que aquí eran territorios nuevos, que había recursos, oro, esclavos entonces, se fue convirtiendo en lo que para nosotros ahora es ir a Estados Unidos o Europa.

–¿Qué rol ha jugado la Iglesia Católica en el desarrollo del país?
Fue una estructura de doble filo, por un lado, defendió a los indígenas, pero también les dio respaldo ideológico a los conquistadores, se pagaba el diezmo, el mismo Papa se repartió América con los reyes de España y de Portugal, pero era inevitable, eso lo hubiera hecho cualquier religión porque siempre las religiones terminan legitimando el poder como podemos ver hoy en día.

–¿El papel de los próceres fue tal cual como nos han enseñado en la escuela?
Tenemos una visión idealizada de los próceres, los hemos endiosado, es lo que le llaman religión de Estado, desde que los reformadores Marco Aurelio Soto y su ideólogo, Ramón Rosa, eligieron a quienes iban a ser los próceres de la patria, excepto Lempira, y tomaron en cuenta personas que eran de su filiación ideológica y también de su parentesco, por ejemplo, Ramón Rosa, estaba emparentado con José Trinidad Reyes.

–¿Hay otros personajes que no se les ha dimensionado como merecen?
A José Trinidad Reyes se le tiene por el fundador de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), pero fue el presidente Juan Lindo, fundador también de la Universidad Nacional de El Salvador, es un mérito que no se ha tomado en cuenta lo mismo que el presidente José María Medina, que creó la primera división política de Honduras, por cierto, ambos emparentados y descendientes de las familias coloniales.

–¿Cómo recrearía el momento de la independencia y el rol del pueblo?
La independencia fue promovida por la élite y no por el pueblo, el pueblo mestizo era como ahora, que solo les dan una baleada y un fresco para que vayan a votar, no tenía ninguna conciencia de todo eso, nunca lo vieron así porque el mestizo surge al margen del poder político.

–Más allá de los próceres, ¿hay alguna figura rutilante que usted destacaría en este Bicentenario?
Tengo aquí, delante de mí, un documento del licenciado Santiago Milla, oriundo de occidente y quien, valiéndose de su relación con la nobleza colonial, le pidió al rey la devolución de la costa norte porque la corona se la había concedido todo a Guatemala.

–¿Es cierto que José Trinidad Reyes no quería a Morazán?
Es entendido entre los historiadores de que sí por la política de Morazán contra la Iglesia Católica al eliminarle al diezmo.

–Hoy, Honduras es el país más pobre de América, ¿siempre fue así?
Realmente Honduras era uno de los países más pobres de América, eso lo mencionan los exploradores ingleses que pasaron por la región, quizá la única zona con riqueza era en occidente por las minas de San Andrés.

–¿Ese atraso tiene que ver con aspectos identitarios como ser haraganes, como se nos tilda?
Fíjese que ese detalle de haraganes es más o menos lo que decían los españoles en la conquista sobre los indios, decían que solo pasaban bañándose en los ríos y las indias se la pasaban todo el día buscándole piojos en la cabeza para comérselos.

–¿Y bolos?
El indio original no era bolo, se dice que los españoles trataron de que el indio fuera alcohólico para tenerlo mejor dominado, pero es un decir que se han sacado por ahí, por el contrario, José Martín decía que el pueblo de Honduras es generoso y amable con el extranjero.

–¿La corrupción es heredada?
Sí, era toda una cultura del imperio español, el mismo rey era corrupto vendiendo títulos de nobleza para poder mantener las guerras en Europa, había inmunidad para las clases nobles, algo que hasta hace poco existía para los diputados en Honduras.

–Gracias a Dios que hemos salido de estas honduras, ¿existió esa frase y viene el nombre de Honduras de ahí?
Esa frase es un estigma con el que no tenemos que cargar porque si usted ve el mapa histórico de Honduras, que hizo William Davidson de la Universidad de Luisiana, el primer toponimio que aparece es “Fondura”, porque Trujillo, la primera ciudad, era un fondeadero de barcos, donde anclaban los barcos, con el tiempo, la pronunciación de la “f” pasó a la H dando paso al nombre de Honduras debido a que los españolres perdieron sus dientes de enfrente por una enfermedad y tenían problemas para pronunciar la F. Así, muchos apellidos Fernández pasaron a pronunciarse como Hernández o palabras como “foja”, que pasó a hoja.

Título de 1666 de la familia Lara como dueña del municipio de Colohete.

–¿No es una “perra” que me está contando?
No. Más bien la frase “gracias a Dios que hemos salido de estas Honduras” sí es un cuento, en los diarios de Colón no está eso, hay muchos errores en la bibliografía nacional y lo peor es repetir lo que dice otro historiador, uno tiene que ir al documento original.

–¿Qué otro mestizaje tenemos, además de los españoles y de los indios?
Ese es otro error de la histografía hondureña, que nos dicen que descendemos solo de españoles e indios, también de esclavos negros.

–¿Había negros para la conquista?
Claro, Francisco de Montejo los trajo, de hecho, cuado mataron a Lempira había un negro entre el pelotón, de tal manera que en toda Honduras tenemos un ramalazo de negro.

–¿Y sangre maya?
Los mayas estuvieron bastante extendidos aquí en occidente, yo me hice el ADN y me sale 10% maya a pesar que muchos historiadores dicen que no hay descendientes de los mayas.

–“No hay otro pueblo más macho, que el pueblo catracho” es otra frase. ¿Somos así?
Si usted se fija, más bien el hondureño es cobarde, no protesta por nada, a todo le dice sí. Yo diría que somos machistas, hay mucha paternidad irresposable, que causa pobreza, y eso es otra herencia colonial porque los conquistadores tenían hijos por todos lados y los hijos de las esclavas no tenían padres.

–También le echamos la culpa a los “gringos” de nuestros males, ¿está de acuerdo?
La primera culpa es de uno mismo porque uno permite que otros vengan a hacer y deshacer aquí, entonces, el problema no es tanto afuera, el problema somos nosotros, tenemos que ser lo suficientemente valientes de vernos al espejo y vernos todas esas heridas y todas esas potencialidades para el futuro.

–¿Cuáles son los retos y desafíos inmediatos en el marco de este Bicentenario?
Al Bicentenario llegamos desintegrados, no queremos madurar, seremos realmente independientes el día en que asumamos nuestros propios errores, pecados y estigmas.

Libro del parentezco de la familia Milla-Castellón.
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