Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
La madre de las batallas políticas que enfrentarán los hondureños está por ocurrir en las próximas elecciones generales que realizaremos a finales de noviembre de este año. Así visto. Al hondureño como individuo que vota. Le corresponde decidir y expresar su interés o preferencia por el candidato presidencial que más le conviene al país. Hoy por hoy. El voto para elegir a sus dirigentes políticos es realmente indispensable.
Nuestra sociedad. Tras largos años de lucha política. Ha logrado transitar a un modelo de organización social en el que tenemos un Estado republicano de corte civil democrático, de derecho y de bienestar que ha promovido consistentemente una economía de mercado. Creemos en la soberanía nacional. La división de poderes y el sistema parlamentario. Aunque no hemos sido ejemplares en la práctica. Hemos paulatinamente ganado una mejor democracia. Democracia real que aún con ciertas limitaciones. Alcanzamos eligiendo a nuestras autoridades en elecciones libres. Para enfrentar los desafíos y las innovaciones estructurales necesarias para tener el desarrollo socioeconómico menos desigual, más inclusivo y más próspero.
En estas elecciones generales. A los electores les corresponde decidir entre votar por el adelanto innovador del sistema económico de mercado para hacerlo más inclusivo y menos desigual o por la instauración del sistema económico socialista. Que dará énfasis a la fundamentación del Estado socialista. A través de un proceso que va a debilitar lo logrado hasta ahora y establecerá un régimen político autoritario propenso a la dictadura política para consolidar el socialismo.
Los socialistas al seguir su fantasía política. A través de un enfoque populista demagogo. Alimenta el odio en segmentos pasionales de la población electoral en contra de los nacionalistas. Quienes según las encuestas. Van a ganar las elecciones. Dicho de otra manera. Si los libres pierden las elecciones. Crearán momentos de inestabilidad política que tendrán que opacarse de manera inteligente. Y será justo establecer condiciones políticas para una integración que permita alcanzar una visión de país de consenso.
A “Papi a la Orden” le va a corresponder impulsar un gobierno de integración nacional. Que garantice el desarrollo económico inclusivo. La reducción de la desigualdad social. Demostrándolo con un índice de Gini más alentador efectivamente. El cual. Solamente se puede lograr a través de una estrategia de generación de empleo e ingresos masiva. Mediante la aplicación de políticas incluyentes. En las que tanto el Estado como la empresa privada. Sean actores comprometidos con el desarrollo de las comunidades. Por ejemplo. Mediante la creación de cadenas de valor agroindustriales. Apropiadas para articular a los pequeños productores con los grandes. A fin de crear valor agregado a los productos de manera que sean competitivos en los mercados. Construyendo grandes obras que fortalezcan la infraestructura productiva y social. Estimulando políticas crediticias favorables para la inversión. Vigorizando el sistema de salud para lograr una atención adecuada y digna para todos los hondureños. Fortaleciendo la educación y su talento humano. Modernizando su infraestructura física y tecnológica. Asimismo. Tendrá que combatir la corrupción no solo con llamados a la aplicación de normas éticas y de principio morales. También asegurando mecanismos de control y de rendición de cuentas eficientes. Incorporando la tecnología digital para lograrlo. Necesitamos un gobierno democrático más integro, capaz de prevenir acciones públicas corruptas.
En el contexto electoral hondureño. Se puede establecer una tipología de electores: 1. Están los ciudadanos ideales que son personas racionales, ilustrados e informados que tienen seguridad de dar su voto de acuerdo a sus normas ideales de conducta. Si bien no es el segmento mayoritario de electores. La mayoría de ellos no simpatizan con la ideología marxista y menos con la dictadura socialista. 2. Tenemos a los ciudadanos responsables. Que son racionales y comprenden que deben analizar el contexto e intereses en juego y que anhelan un destino de país orientado al bien común. En este segmento. Se ubican los jóvenes y estudiantes de secundaria y universitarios muchos de ellos simpatizantes de la postura socialista. 3. El ciudadano interesado que sabe que el candidato de su partido debe ganar. En este segmento tenemos a los votantes duros que harán lo posible para que triunfe su candidato. 4. El ciudadano pasional que vota movido solo por emociones. En este segmento de votantes. Se ha anidado el Partido Libre, pero en el Partido Nacional y el Partido Liberal y los otros partidos también existen muchos votantes emocionales. 5. El ciudadano siervo. El que vota porque le han pagado con dinero o cosas o porque le prometieron algo. Estos ciudadanos votan por el que les dé algo mejor a cambio. 6. Finalmente. Tenemos el ciudadano ingenuo. Es el que no analiza ni vota por intereses. Acude a votar porque es su costumbre hacerlo y piensa que así es como funciona la democracia (Miguel Ángel Portillo Santillán, 2020).
