SI la autocracia tiene al país arruinado, basta con borrar la evidencia quitándole ceros a la moneda. La hiperinflación –que empobrece a la población– es la pavorosa. “Tres de cuatro hogares venezolanos están en pobreza extrema, con insuficiencia de ingresos para cubrir sus necesidades básicas alimenticias”. Este año se proyectaba una inflación de 1,600%. El salario devengado por los venezolanos es una burla. En la mañana los productos en el mercado tienen un precio y en horas de la tarde se ha duplicado. Un dólar se compraba con 4,18 millones de bolívares. Hasta bochornoso es para el prócer que la moneda lleve su nombre, asociado con semejante devaluación. Nadie quiere bolívares. “Dos tercios de las transacciones en Venezuela se hacen en dólares”. “Las tasas de cambio paralelas –del mercado negro– se dispararon de 4,3 millones de bolívares por dólar a más de 5 millones”.
Pero con un plumazo el Banco Central venezolano dispuso quitarle seis ceros al bolívar. Ello es que de ahora en adelante todo aquello expresado en moneda nacional se dividirá por un millón. Con esta nueva reconversión, en los 13 años de crisis del país, le han eliminado al bolívar 14 ceros. Imagínese qué calamidad. Y todavía, a quienes protestaron por su presencia en el cónclave de CELAC, tuvo la osadía de retarlos a un debate de mecapaleros, ni más ni menos que sobre libertades, bienestar y democracia. Sobre la cumbre mexicana. Recordarán que AMLO pidió que al Rey de España pedir perdón por los abusos cometidos durante la conquista. La polémica se aviva ahora que México conmemora los 500 años del fin del imperio mexica, el bicentenario de su independencia mientras “el gobierno intenta reescribir parte de la historia renombrando efemérides o con gestos simbólicos como sustituir una estatua de Cristóbal Colón del centro de la capital por una de una mujer indígena. Un Twitter del líder de Morena en la Cámara de Diputados, alusivo al expresidente del gobierno español, lee así: “Aznar: de origen aragonés, del latín Asinarius, “el que cría o cuida asnos”. Así que origen es destino, se convirtió en uno de ellos”. En un foro del conservador Partido Popular, Aznar ironizaba: “¿Dígame usted cómo se llama?”. “O sea: Andrés por parte de los aztecas, Manuel por parte de los mayas, López… eso es una mezcla, y Obrador, de Santander para mayores señas”. “Hombre, es que si no hubieran pasado algunas cosas, perdón, usted no estaría ahí, ni se podría llamar como se llama, ni podría haber sido bautizado”.
Y lo último es que “la limpieza de casa” del millennial, algo que a la preocupada comunidad internacional “no le incumbe”, no se detiene hasta dejar reluciente cada rincón de la casa. No solo fue despachar magistrados de la Sala Constitucional. Ni la sentencia de los nuevos togados y las reformas constitucionales legalizando la reelección continua. Con un decreto jubilaron a un tercio del total de los jueces mayores de los 60 años o 30 años de servicio. Los que no quisieron renunciar fueron cesanteados sin beneficios. Desde que el bitcoin fue declarado de curso legal el pasado 7 de septiembre, varios sectores se han manifestado en contra de la medida. La volatilidad de su valor les genera incertidumbre. Las protestas callejeras opuestas a la criptomoneda, de momento –como la queja de la preocupada comunidad internacional– no le han hecho ni cosquillas al millennial. (A propósito de medidas innovadoras, el Sisimite avisó con Winston que está encantado de ver al Tribunito arropado del azul turquesa de la Bandera Nacional).
