Yani Rosenthal, entre la espada y la pared

Carlos Medrano
Periodista
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No me cabe duda de que una de las personas más capaces para tomar las riendas del país es el abogado y empresario Yani Benjamín Roshental, no solo por su experiencia como exministro de la Presidencia en el gobierno de “Mel” Zelaya, sino porque dirigió junto a su padre, Jaime Rosenthal Oliva, uno de los grupos económicos más fuertes del país.

Después de estar tres años recluido en una prisión en los Estados Unidos, Yani vino y fue recibido como el “salvador” del gran Partido Liberal de Honduras, otrora el partido político más pujante y grande del país.
En medio de una guerra interna que ha desgastado inmisericordemente al partido de la bandera rojo, blanco y rojo, Yani, apoyado por el sector tradicional del partido, ganó las elecciones internas a Luis Zelaya, expresidente del CCEPL.

Rosenthal poco a poco ha logrado atraer a los exseguidores de Zelaya, tratar de encantar a los votantes presentando una figura independiente, ha consolidado el apoyo de los aspirantes a reelegirse como diputados y alcaldes, tratando de “pegar” este rompecabezas político complicado, en una de las elecciones más complejas en la historia del país.

Ahora Yani, se enfrenta a uno de los mayores desafíos que tiene como líder político y es ¿unirse a la alianza entre Xiomara Castro y Salvador Nasralla para garantizar el triunfo de la oposición o mantenerse independiente con un partido que tiene un enorme deterioro en su estructura, imagen y liderazgo?

Si Yani se une a la Alianza Libre UNOH, prácticamente se sellaría el triunfo de la oposición, pues la mayoría electoral sería aplastante en contra del desgastado Partido Nacional, que pese a tener un líder carismático, el peso de un gobierno acusado de estar vinculado a la narcoactividad, de corrupto y de no haber satisfecho en 12 años las demandas sociales y pobreza, se aferra al poder de la nación.

Prácticamente el Partido Liberal se convertiría en el balance del próximo triunfo electoral.
Si Rosenthal decide no plegarse a la oposición y mantenerse independiente, estaría quitándole fuerzas a la alianza y haciéndole el juego al Partido Nacional, opinan los críticos políticos.

El peligro del dirigente liberal y su próxima determinación política es que muchas de sus bases ya le están pidiendo plegarse a la oposición y dependiendo de eso, el Partido Liberal corre el peligro de una nueva fragmentación que liquidaría a un partido que está en condiciones lamentables.
Una alianza entre Partido Liberal con el Partido Nacional no la visualizamos en un corto plazo en el mapa político y aunque han cogobernado en los últimos 40 años de la era democrática, existen fricciones que han fragmentado esta unión de dos partidos centenarios.

En otras palabras, Yani Benjamín, que está todavía tratando de unir a su instituto político, entrará en una serie de presiones, negociaciones y promesas políticas sobre su futuro, sus negocios, su proceso legal interno para recuperar sus bienes, en fin, una verdadera “guerra” previo a las elecciones generales.

Las probabilidades de triunfo del liberal Yani Rosenthal están bien difíciles, su mayor fuerza está en la estructura de alcaldes que se ha consolidado a nivel nacional y que se espera que hoy sí apoyen a la planilla presidencial.
Te daré la revancha en racquetball si ganas la Presidencia, estimado Yani, porque me cansé de triunfar en el tiempo de “Mel”, un abrazo.