Enormes expectativas se ciernen sobre Honduras
Algo más sobre la numismática
Por: Mario Hernán Ramírez
Presidente vitalicio “Consejo Hondureño de la Cultura Juan Ramón Molina”.
Con el triunfo arrollador de la señora Xiomara Castro, durante las recientes elecciones realizadas en nuestro país y que han encendido la fe y la esperanza, no solo de los hondureños sino de toda la comunidad internacional, el pueblo ha dicho ¡presente! Y ese resultado ha sido contundente, aplastante e irreversible, situación que ha sido visualizada como un éxito rotundo para un futuro inmediato, en el desarrollo integral de nuestra querida Honduras, que celebra por los puntos cardinales de su geografía este ejemplo que hace muchos años no se miraba en estas tierras de pan llevar, que de esta forma hemos demostrado al mundo que sí somos un pueblo que ama su tierra y desea para sí mismo todo lo mejor que para nuestra sobrevivencia pueda alcanzarse, al compás de la democracia, civismo y solidaridad de todos los hondureños que ya tiempos veníamos bregando por un porvenir próspero y feliz para la patria que nos vio nacer.
Es bien importante señalar que la gran mayoría de la prensa existente en el país ha celebrado jubilosamente este gran acontecimiento y ofrecido su cooperación a la futura presidenta de nuestra amada Honduras, y eso es bien importante, porque gracias al que un día Juan Manuel Gálvez llamó “Cuarto poder del Estado”, su presencia en el desarrollo nacional es imprescindible para que cualquier gobierno pueda realizar su labor de una manera feliz, sin exabruptos, tecolillas o amenazas que debiliten su administración.
Pero hay algo dignísimo de celebrar también, y es el hecho de que quienes a partir de enero pasarán a la llanura y consecuentemente a la oposición, comenzando por el actual gobernante abogado Juan Orlando Hernández y el candidato del partido de la “estrella solitaria” señor Nasry Asfura, se han apresurado no solo a aceptar su derrota hidalgamente, sino que han prometido su colaboración si es necesaria en el próximo gobierno.
De la comunidad internacional una gran cantidad de países ya reconocieron el triunfo de doña Xiomara y se han apresurado a felicitarla, augurándole resonantes éxitos en el desarrollo de su gobierno.
Mientras tanto, aquí en Honduras, uno de los principales ejes del desarrollo económico, como es el Cohep, le han ofrecido su apoyo a la próxima gobernante de este país, y lo que es bien importante, han comenzado ya a señalarse a personajes de la más alta credibilidad intelectual y honesta, para el desempeño de los más importantes cargos gubernamentales, como los secretarios de Estado, gerentes de organismos autónomos, directores generales y asesores que sin duda actuarán con la mayor diligencia y dinamismo para sacar adelante a nuestra nación, hoy por hoy sumida en una desgarradora situación, producto no solo de los embates de la naturaleza, con la pandemia y los fenómenos meteorológicos que nos han flagelado durante los últimos dos años, sino también hay que reconocerlo, por una mala administración que se ha caracterizado por fomentar la corrupción, despilfarro y complicidad con el narco tráfico, lamentable situación que nos ha ido alejando del respeto, hasta de países como Estados Unidos de América que nos
castigaron, no solo con la suspensión de la cuenta del milenio, sino también con la cooperación al llamado Triángulo Norte y otra serie de complicaciones que han puesto en peligro las cordiales relaciones que siempre han existido entre la gran nación del norte y Honduras; problema que sin duda alguna será resuelto muy pronto, ya que los más altos funcionarios de aquel coloso del norte ya anunciaron que desean trabajar mano a mano con el nuevo gobierno.
Nosotros, no somos muy amigos de tocar temas como el que hoy nos ocupa, simple y sencillamente porque estamos llegando ya al final de nuestro tránsito por esta vida, sino porque dentro del nacionalismo contamos con muy buenos amigos, a quienes por tan significativa palabra no queremos ofender, ni lastimar, ni molestar, pero sucede, que nos hemos enterado que una enorme cantidad de nacionalistas honestos y fieles a la República le depositaron el voto a doña Xiomara, con la fe y hasta la seguridad de que esta ilustre dama realizará posiblemente el mejor gobierno de la primera mitad del siglo XXI, ya que así lo exigen las circunstancias, precisamente, de que su elección halla sido avalada por la inmensa mayoría del pueblo hondureño que ha fundado sus esperanzas de un porvenir mejor a su espíritu feminista, imitando tal vez la labor de aquella mujer irrepetible que sin ser presidenta de la Argentina, logró capitalizar para su esposo el general Juan Domingo Perón, los mejores aplausos de su administración, merced a la devoción que Evita como la llamaba el pueblo argentino, puso en favor de los más necesitados, pobres de solemnidad y generalmente abandonados a su propia suerte por gobiernos irresponsables.
Doña Xiomara ha puesto los puntos sobre las íes y exactamente el dedo sobre el renglón que le corresponde, ya que su discurso, y confiamos que así sea también la fuerza de su corazón, se entregue de lleno a incrementar y fomentar el bienestar de toda la hondureñidad mediante la práctica de legítimas medidas de austeridad, honestidad y sobre todo trabajo al más alto nivel, porque solo así vamos a emerger del profundo abismo en que lamentablemente nos encontramos inmersos en estos momentos. El trabajo es duro, difícil, pero no imposible de realizar, ya que para convertirlo en realidad se necesita que la gente, principalmente los altos mandos se compenetren de que Honduras necesita salir inmediatamente de la pobreza y hasta miseria en que se encuentra, y eso se conseguirá trabajando disciplinadamente, con fe y esperanza y con un dinamismo que marque historia.
