Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Una nueva época política comenzó en Honduras con el ascenso de Libre al poder del Estado. Van a surgir procesos difíciles de instaurar, pero ciertamente posibles de desarrollar. Algunos de ellos, necesitarán pasar el filtro del Congreso Nacional y otros a través del gabinete de ministros. En ambos casos, van a apelar a movilizaciones populares para demostrar el respeto que se tiene al soberano (poder ciudadano). Una acción táctica válida. Porque con ello justificarán la aprobación de las nuevas leyes de refundación institucional, como un mandato del pueblo. Es muy probable que se recurra a las movilizaciones populares, para demostrar una hegemonía de poder basada en el anhelo popular. La gobernanza que se va a iniciar a partir de que tome formalmente la Presidencia de la República, la presidenta Xiomara Castro, e instalen el nuevo Congreso Nacional. Será enfáticamente de corte popular y de orientación socialista democrática.
El primer proceso a la vista que se ve venir. Se va a producir en el ámbito parlamentario porque precisamente es en este recinto, en donde se van a producir, las discusiones parlamentarias que van a causar el cambio institucional que la candidata electa, prometió realizar en su campaña proselitista. Varias de ellas con consecuencias económicas, legales y políticas controversiales, en el caso que se cancelen o que se creen nuevas condiciones o reformas que van a implicar la modificación de estructuras normativas. Que, de una u otra forma, indicarán el rumbo político del nuevo gobierno.
Se deben analizar los alcances de las acciones que se proponen tomar y los efectos subyacentes que tendrán. Van a promover procesos ya sean positivos o negativos para el crecimiento y desarrollo económico de Honduras. El rol del gobierno será de mucho mayor dinamismo e intervención político social. En este sentido, los nuevos opositores, ahora de corte nacionalista y liberal democráticos, tiene la obligación no solo de manifestar sus posturas políticas críticas al respecto. Pero también contribuir con soluciones inteligentes y constructivas.
La refundación institucional que busca desarrollar el nuevo gobierno, podría inspirarse, en enfoques de gobiernos socialistas que no necesariamente pueden ajustarse a nuestra realidad. En este sentido, la nueva oposición debe estar atenta a la dinámica que vayan adquiriendo las acciones que el nuevo gobierno va a emprender. Sobre todo, en el enfoque pragmático de los cambios institucionales, de inversión social y desarrollo territorial que van a ejecutar, para crear las nuevas condiciones macroeconómicas y microeconómicas que, favorezca el proyecto político de construcción de la democracia socialista.
Por ejemplo. Las medidas para aumentar la intervención del Estado en la economía. La nueva modalidad de nacionalización de las empresas que se suponen fueron privatizadas. Las medidas políticas para intervenir a los grandes empresarios con el fin de regular sus altas condiciones de rentabilidad y redireccionar parte de sus utilidades, hacia el desarrollo nacional. Igualmente, con el enfoque de policía comunitaria. Al respecto habrá que estar muy atentos en cuanto al modelo que se quiere aplicar, porque puede ser, que este enfoque esté basado en el modelo cubano de control ciudadano. Asimismo, hay que ponerle atención a las gestiones de apoyo económico que van a emprender con la China comunista y el desplazamiento que pudiese ocurrir en las relaciones con Taiwán.
Por otra parte, en lo social obviamente van a mantener relaciones sensatas con Estados Unidos porque este país facilita fondos para el desarrollo de grupos vulnerable por pobreza. En este sentido, se debe poner mucha atención al manejo de tales aportes financieros, porque por esa vía, se produce una inmensa corrupción y tienden a manipular al ciudadano con propósitos políticos partidaristas.
Este nuevo gobierno será de mucha audacia política y de establecimiento de relaciones internacionales con países del orbe socialista. Van a modificar el enfoque neoliberal que ha predominado desde los tiempos del ajuste estructural y que se inició en la década de los noventa del siglo pasado. Lo que no es negativo, pero sí complejo y que va a significar, modificaciones de política económica bastante radicales que van a crear incertidumbre tal como ocurrió cuando se impuso el ajuste económico neoliberal.
En fin. Bienvenido sea el partido Libre en el poder del Estado. Honduras ha sido remecido políticamente. De ahora en más, si la nueva oposición no logra entender el rumbo de política económica, social y cultural que se va a emprender y adopta una actitud timorata. El socialismo democrático que pretenden instaurar puede desviarse hacia una situación inapropiada para desarrollar la libertad individual y el Estado democrático de derechos.
Es necesario formar el bloque opositor democrático con el que la nueva oposición mantenga un seguimiento político crítico constructivo. Contribuir a prever con sabiduría, inteligencia y contundencia política cualquier proceso que nos conduzca al abismo de la dictadura marxista.
