Reflexiones de la CEH después de las elecciones

MA
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15 de diciembre de 2021
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12:08 am
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Reflexiones de la CEH después de las elecciones

Guillermo Fiallos A.

La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), ha divulgado un comunicado con fecha 6 de diciembre 2021, en el que expone una serie de reflexiones que tienen importancia relevante, pues fijan la posición oficial de la Iglesia Católica ante el trascendental acontecimiento del 28 de noviembre.

A través de varios medios de comunicación social, se han resaltado ciertos puntos de este documento y, casi todos, van encaminados a la expresa preocupación de los señores obispos, acerca de las irregularidades descubiertas en los niveles de votos para candidatos a las alcaldías y diputaciones al Congreso Nacional.
Por el bien del país, la transparencia y el pleno derecho que tiene el pueblo para que se respete su voluntad expresada en las urnas, los firmantes de dicho comunicado; manifiestan su deseo porque se aclaren las dudas y prevalezca la verdad y la justicia.

El anterior es un aspecto importante y, al cual, se le ha dado la amplitud del caso, debido a la reserva moral y fortaleza cívica que tienen las voces de los obispos de las diferentes diócesis hondureñas.
Sin embargo, quizá, han pasado un poco desapercibidos para la opinión pública, otros componentes de este manifiesto público; y de eso, me ocupo a continuación.

Es oportuno mencionar las sinceras felicitaciones que la CEH, brinda a todo el pueblo hondureño por su actitud al ejercer el sufragio, llena de valor y compromiso por el bienestar de la República. Fueron cientos de miles quienes salieron a votar y expresaron de forma contundente su decisión.
Además, felicitan a la señora presidenta, y le desean los mayores éxitos en su gobierno, aguardando en este, la búsqueda del bien para los más pobres y desposeídos.

De suma importancia es el siguiente aporte por medio del que confían en el: “respeto a la dignidad de la persona humana, el derecho a la vida, desde su concepción hasta su término natural, así como el respeto a la sagrada institución del matrimonio y la familia”.

En el contenido literal del párrafo anterior -del cual muchos no se han percatado o lo disimulan olímpicamente-; la iglesia ha fijado su posición irrenunciable y contundente respecto a temas como: el aborto, la eutanasia y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Es, prácticamente, un recordatorio al gobierno entrante, acerca del pensamiento de siglos de una institución que está en contra de esas tendencias mundiales, que desfiguran la dignidad humana y conllevan a un desenfreno del que se enorgullecen las sociedades “modernas y progresistas”.

El próximo partido de gobierno, en la campaña electoral mostró su apoyo para legislar a favor de los tópicos anteriores; pero, rápidamente, aparecieron voceros del mismo, a desmentirlo, brindando declaraciones no del todo convincentes. No sabemos si estos temas -altamente sensibles en la ciudadanía- se llevarán a discusión al hemiciclo Legislativo; de ser así, se augura una recia temporada de huracanes entre la iglesia y el gobierno de turno.

Otro punto interesante a resaltar, es el llamado al ejercicio del diálogo, la reconciliación y la acción; pues Honduras necesita de todos estos factores con urgencia y plena sinceridad.
Finalmente, los señores obispos desean que los próximos 4 años representen para los hondureños, tiempos de nuevas oportunidades. Quizá, al mencionar explícitamente el término de 4 años, nos dan a entender lo imperioso que es para la nación y para la paz, eliminar de raíz esa necia ambición de la reelección presidencial; que inmenso daño nos causó a los hondureños, tanto en el pasado como recientemente.

La postura de la iglesia está plasmada en este escrito, en el cual fomenta la pacificación entre todos, la sed de justicia, el cese de la impunidad y la esperanza de contar con sistemas de salud y educación que sirvan al pueblo, y no que se sirvan del pueblo.

La posición eclesial es clara. Quien no quiera entender el mensaje o sumergirse en la profundidad de todos los párrafos del comunicado, está desconociendo el pensamiento de este poder moral, nacional y ético que se llama Iglesia Católica.

Dios y la Virgen de Suyapa, iluminen a la novel autoridad gubernamental y le permita llevar prosperidad, sosiego y bienestar a una población que ya está cansada que la lastimen y castiguen en demasía.

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