Casa de la Cultura de Danlí: En Navidad siempre haciendo la diferencia.
Representación en vivo de José, María y el Niño.
Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email: [email protected]
DANLLÍ, El Paraíso. LA TRIBUNA, es el único medio que desde su fundación le ha dado importancia a temas relacionados con la cultura en sus diferentes manifestaciones. Tenemos la tendencia de catalogar ciudades como capitales de la cultura, pero cada pueblo o nación tiene sus propias expresiones culturales. El punto de partida para comprender mejor cada cultura es la Antropología como ciencia que estudia la humanidad del presente y del pasado, así como las diversas culturas y formas de organización e interacción social que ha creado. Desde su consolidación, se interesó por conocer a las otras culturas y la interacción entre el hombre y el medio ambiente.
Así las cosas, la cultura en principio representa la identidad de cada persona, pueblo o nación desde la existencia de la humanidad. Los seres humanos en cualquiera época manejaron sus propias manifestaciones en costumbres, educación e incluso la religión, esta última en los pueblos de la América india, impuesta por la espada y la cruz para catequizar a los aborígenes que ya tenían su propia lengua y religión. La religión dio paso a celebraciones de corte religioso, como la Navidad, Semana Santa y celebraciones patronales, lo que hoy conocemos como la cultura religiosa de los pueblos, cuyas raíces vienen desde la colonia.
La Navidad de acuerdo a la enseñanza católica celebra el nacimiento de Jesús. Antaño esta celebración estuvo vinculada a la familia y el personaje central siempre fue el “Niño Dios”. También lo llamaron el “Misterio”, José y María y el Niño, acostado en un pesebre; sinónimo de pobreza y humildad. Hoy la figura del Jesús pasó a un segundo plano. La Navidad es una fiesta mundana y comercial. Jesús fue sustituido por Santa Claus (San Nicolás), ese personaje bonachón vestido de rojo, animador del comercio y el encargado de repartir los regalos a los niños que se portaron bien durante el año. Los niños pobres no se portan bien por ser pobres, por lo tanto, Santa no piensa en ellos. La gran diferencia es que la persona en cuyo nombre se celebra la Navidad vino por los pobres y todos aquellos que lo recibieron, su único regalo, salvación y vida eterna.
Siguiendo las tradiciones que en definitiva son parte de la esencia e identidad de cada pueblo, la Casa de la Cultura de esta ciudad, después de varios meses de inactividad a consecuencia de la pandemia reabrió sus puertas al arte con un bonito programa que arrastró lejanías del verdadero sentido de la Navidad con representaciones alegóricas de aquel acontecimiento ocurrido hace más de dos mil años en un pueblo humilde llamado Belén.
El evangelio de Lucas narra aquellos hechos de los que fueron testigos unos humildes pastores que cuidaban los rebaños de ovejas, cuando repentinamente apareció en el cielo una multitud de ángeles que cantaban: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz, buena voluntad para con los hombres. Además, informaron a los pastores que había nacido un Salvador que salvaría a los hombres de sus pecados. Curiosamente los ricos, los religiosos y gobernantes no recibieron este mensaje. Los únicos fueron aquellos humildes pastores.
Parodiando la escena bíblica, a media luz apareció en el escenario un grupo de niñas con vestiduras blancas y guirnaldas brillantes en sus cabezas emulando a los ángeles que anunciaron a los pastores el nacimiento del Hijo de Dios. Seguidamente, Olga María Pineda, con su magistral voz interpreto el Ave María de Schubert. Acto seguido apareció en el escenario Fredy Mejía, interpretando la canción Lazos de Amistad. Ambos artistas prepararon al público para lo que vendría durante el desarrollo del programa. Virgilio Suárez, una voz privilegiada hizo el lanzamiento de un video interpretando una canción navideña con diferentes imágenes familiares. David Alexis Paz, José Alejandro Irías y su hija Lesdy Alejandra, los hermanos Pineda y alumnos de la escuela de Música DO-RE-MI. Todos los artistas con expresiones musicales alusivas a la Navidad.
Para los que piensan y dicen que otras casas de la Cultura son mejores. Aquí en Danlí, no se trata de ser la mejor, sino de hacer la diferencia. Y que mejor, cerrar el año con un evento de calidad donde todos los participantes fueron protagonistas. La última parte del programa correspondió a los niños dirigidos magistralmente por Linda Mendoza Díaz y Lourdes Cruz, directora de la Casa de la Cultura, donde la creatividad hizo la diferencia.
En el escenario apareció la representación del Misterio de la Piedad que habla el apóstol Pablo en la carta a Timoteo: José y María con el niño en brazos para acostarlo en el pesebre tal como lo narra la Biblia. Luego hicieron acto de presencia los Reyes Magos llevando los presentes y adorar al niño. Siguieron algunas representaciones ilustrativas del Ministerio de Jesús y su relación con los niños y para cerrar: los cuadros artísticos de danza y baile por un selecto grupo de niñas de diferentes edades que fueron la sensación del público. En definitiva, este acto fue para la familia y con ello fortalecer los lazos de amistad.
El dominio escénico en cada presentación estuvo bajo la conducción magistral de la licenciada Karen Dubois Zavala, cuya experiencia en actos oficiales en el área educativa y, como exdirectora de la Casa de la Cultura, dirigió con solvencia un programa cultural de categoría.
