Deydin Mendoza, alcalde electo de Piraera: “Fue un pacto por amor al pueblo”
La flexibilidad de la Ley Electoral tiene a Deydin Mendoza a 10 días de tomar posesión como alcalde de Piraera, Lempira, sin pasar por las urnas. Se trata de un caso, cada vez más frecuente en los procesos electorales hondureños, que saca a flote el poder de un pueblo y el lado noble de la política vernácula. Un robo en las primarias, tres candidatos sacrificados, transfuguismo, un pacto de caballeros y un municipio con la esperanza de salir de la pobreza completan esta historia.
–Don Roberto Contreras tiene problemas para que le entregen la alcaldía de SPS, ¿le pasó lo mismo?
No, gracias a Dios, los dos candidatos que pusimos son muy buenas personas y fue un pacto de caballeros bien hecho.
–¿Cómo lo pactaron?
Con el pueblo, fuimos casa por casa a decirle a la gente lo que íbamos hacer.
–¿Le pidieron algo a cambio?
Nada, ni antes, ni después, la verdad que los dos amigos son profesionales y no lo hicieron por amor al pisto, fue un pacto por amor al pueblo.
–¿Cómo mira el caso de SPS?
Yo creo que todo mundo sabe que San Pedro Sula votó por don Roberto Contreras, creo que el otro señor quiere quedarse.
–¿Cómo lo ha recibido la gente?
Hasta el momento, está a la expectativa que me den la credencial, se supone que el 20 me la van a dar, el partido está esperando la notificación.
–¿No teme quedarse en el “aire”?
No, porque ya renunciaron el alcalde y vicealcalde y la ley nos ampara.
–¿Ya tiene lista la vaca para la toma de posesión?
Ya tenemos todo el protocolo, traemos una banda de El Salvador que se llama la “Furia Perrona”, tenemos tres vacas listas, esperamos más de 1,500 invitados especiales, entre ellos, diputados de El Salvador, del Partido Nuevas Ideas.
–¿Y quién paga la cuenta?
Simplemente, el pueblo se está reportando con 100, 200 y 300 lempiras para que hagamos una toma de posesión bonita.
–¿Cuáles son sus proyectos inmediatos?
Las carreteras del municipio están destruidas y son parte fundamental para el desarrollo del municipal, ya las estamos arreglando con los tractores que nos han prestado unas constructoras, porque creen en nosotros. Estamos reparando el puente para comunicarnos con Camasca e Intibucá, facilitar el comercio y traer pisto al municipio de otro lado.
–¿Cómo están los centros de salud?
No hay medicinas, los empleados se han adueñado del sistema de salud y tratan mal a la gente, se necesitan cuatro horas para llegar a una clínica de embarazo y las mujeres pierden sus hijos, por eso nosotros le estamos apostando a un materno infantil.
–¿De qué vive la gente?
De la agricultura, ganadería, café y de las remesas de los Estados Unidos. Hay un 30 por ciento de la población viviendo en los Estados Unidos, yo mismo tengo cinco hermanos allá, se fueron porque aquí no hay oportunidades.
–¿Pensó emigrar en algún momento como sus hermanos?
Mire que no fue necesario porque mi papá estuvo allá y me ayudó a sacar el bachillerato y mis hermanos me ayudaron en la universidad y la maestría.
–¿A qué se dedica?
Soy ingeniero agrónomo y docente de la Universidad Nacional de Agricultura en la regional de Tomalá (municipio de Lempira).
–¿Había trabajado antes en otra cosa?
Estuve dos años en el Congreso como asesor en temas agrícolas y en los programas de becas universitarias.
–¿Está casado?
No, mire que nos toca buscar la primera dama, como decimos.
–¿Novia?
Sí.
–¿La va llevar a la toma de posesión?
Lo estamos analizando.
–¿Por qué se fue del Partido Nacional?
Porque me robaron las elecciones primarias, yo participé en la corriente del doctor Mauricio Oliva y gané por siete votos, todo el pueblo lo supo, pero en el CNE declararon ganador al actual alcalde por dos votos.
–¿Impugnó?
Sí, pasé 15 días en el Hotel Plaza San Martín esperando una revisión de las actas, pero no me pararon bola y como luego el doctor Oliva se puso de acuerdo con “Papi a la Orden” se olvidaron de mi caso.
–¿Qué pasó después?
Cuando regresé a mi pueblo, la gente me dice que busquemos otra opción. Pensamos en un partido pequeño, pero no tenían credenciales. El abogado Erick Rodríguez nos ilustró que podíamos irnos con el Partido Liberal. Habló con el candidato liberal, que había ganado, y renunció para cedernos el puesto a nosotros. Además, hicimos alianza también con el de Libre. Al final, se lo hicimos saber al pueblo para que nos apoyara.
–¿Ya lo felicitó el alcalde?
Anda enojado, la otra vez tuvimos una reunión y me sacó de la oficina pidiéndome la credencial. Anda diciendo que no soy el alcalde, no asimila que lo derrotamos dos veces.
–¿Piensa volver al Partido Nacional?
Ya me expulsaron del Partido Nacional, el alcalde y su gente lo hicieron en acto público a pesar que trabajo en el partido pegando afiches desde los seis años. Estoy agradecido con el Partido Liberal y el cariño de la gente, aquí me quedo.
–¿Qué le dijo su familia?
La familia es la que más sufre en estos casos, ellos estuvieron orando bastante, mi papá es pastor evangélico y mi mamá también es entregada a las cosas de Dios.
–¿Qué piensa de la derrota del Partido Nacional?
Creo que se habían endiosado, mucho abuso de poder, los ministros pensaron que nunca iban a salir del poder y el Presidente Hernández se rodeó de gente que lo asesoró mal, pensaron que el pueblo no iba a despertar.
–¿Qué expectativas tiene de doña Xiomara Castro?
Tengo grandes esperanzas que haga un buen gobierno, porque estoy viendo cómo la comunidad internacional les está ofreciendo apoyo, los Estados Unidos, sobre todo, esperemos que sus funcionarios hagan llegar todo ese apoyo a la gente que menos tiene.
–¿Hay buena relación con sus vecinos salvadoreños?
En lo político no tenemos ninguna injerencia con ellos ni ellos con nosotros, nos llevamos como hermanos, solo nos separa el río y tenemos un comercio muy activo.
–¿Algún atractivo turístico de su municipio?
Hay mucho turismo por divulgar. Tenemos el cerro de la ahorcada, que lo vamos hacer senderismo y una piedra bien redonda, que le decimos el huevo, que lo vamos a convertir en un mirador.
–¿Se echa su cervecita?
De vez en cuando, pero no tengo vicios.
