Bancada nacionalista y Refundación del Estado

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24 de enero de 2022
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12:02 am
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Bancada nacionalista y Refundación del Estado

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

Los nacionalistas no le deben temer a la Refundación del Estado que proponen los socialistas. Pero sí contribuir a superarla con inteligencia, mucha reflexión y disciplina política. En consecuencia, la bancada legislativa nacionalista, tiene que desempeñar un rol opositor crítico constructivo en el Congreso Nacional, orientado a crear condiciones legales, institucionales y sociales para transitar a una sociedad más democrática, menos desigual y con mayor inclusión económica. Los legisladores nacionalistas, 17 nuevos y 27 reelectos, tiene que rechazar los intereses corruptores que busquen comprar su voto. De no hacerlo, el Partido Nacional va rumbo a la extinción.

En la medida que la bancada nacionalista entienda el alcance y las consecuencias que tienen las reformas que, definen la Refundación del Estado. La participación de los legisladores opositores al debate legislativo, tendrá mayor efectividad crítica, para lograr consensos. Pero este comportamiento, solo podrá prevalecer dejando de lado, el egocentrismo individualista y la soberbia política. No se trata de actuar con actitudes emocionales irracionales, pero sí con argumentos convincentes.

Se tiene que aplicar una especie de “táctica espartana opositora”, en un sentido figurado, para lograr acuerdos conceptuales que los socialistas acepten. Es decir, los legisladores opositores, incluidos los nacionalistas, no deben descartar, el planteamiento de contrapropuestas legislativas compactadas, con el fin de mejorar o superar las posiciones legislativas que, tiene en la mira el gobierno, a través del Legislativo.

No todas las reformas o derogaciones de leyes que se pretendan aprobar en el Congreso Nacional, serán negativas. Tendrán grados de afectación estructural. Unas, las que afecten el cambio de valores, serán más difíciles de consensuar y van a requerir de la presión ciudadana que va a promover el Partido Libre o las fuerzas opositoras.

Las organizaciones de la sociedad civil comprometidas con valores morales o religiosos fuertemente arraigados culturalmente, van a entablar alianzas con los legisladores opositores. Igualmente, las organizaciones de la sociedad civil que lucha por cambiar ciertos valores que consideran ya obsoletos, lo harán con los legisladores socialistas. Igualmente, pero con menores grados de intensidad ciudadana beligerante, tendrán las reformas legislativas que busquen cambiar el sistema institucional republicanos que tenemos.

De ahí que la dinámica política inminente que tendremos en Honduras, será de mucha actividad opositora o, por el contrario, de mucha indiferencia. Por lo tanto, hay dos niveles de trabajo político que la oposición democrática tiene que considerar. En un nivel, el acercamiento con actores sociales que defienden valores culturales, en cierto modo, no alterables. En el otro nivel, se requiere un diálogo con las fuerzas políticas que están a favor del sistema institucional republicano en la actualidad. En ambos niveles, el trabajo político con la ciudadanía, es de vital importancia.

Ante tal panorama, entonces ¿qué postura política debe tener el Partido Nacional, como fuerza política democrática, que cuenta con un respaldo ciudadano, mucho más fuerte que el de la fuerza socialista aglutinada en el Partido Libre?

En mi perspectiva política, la postura que debe asumir el Partido Nacional, es contribuir con contrapropuestas sensatas, desde un ángulo político innovador y honesto. Orientados, a la construcción de una sociedad con menos desigualdad, con mayor equidad económica, promotora de la iniciativa personal, la convivencia basada en el respeto a los derechos humanos y la cooperación moral entre los individuos, equilibrando la forma en que la sociedad hondureña, está agrupada en estratos sociales y promoviendo estructuras políticas y económicas que, permitan una mejor distribución social de la riqueza. En otras palabras, una sociedad inclusiva más equilibrada socialmente.

El cambio político que ha ocurrido y que favoreció a la postura política de Libre y sus aliados. Debe ser aprovechada por las fuerzas políticas democráticas opositoras, para autovalorarse y reorganizarse. Si no lo hacen, el país y su sociedad entera, serán conducidas inevitablemente por la ruta que ofrecen los socialistas. Si los opositores demócratas, ya sea en el Congreso Nacional o en las calles, no plantean una opción política más convincente. Honduras tomará el camino socialista.

En otras palabras, las fuerzas políticas que promueven la democracia social, deben demostrar una convicción política que logre superar la propuesta de cambio del Partido Libre. Hay que demostrarle a la ciudadanía, que los demócratas también quieren atacar los males que prevalecen en la formación social y económica que tenemos.

Se hace necesario que los demócratas que ahora han caído en la situación de opositores políticos, adopten una postura política innovadora concluyente. Que incentive a la ciudadanía, a dar el apoyo a propuestas alternativas a la de los socialistas. Deben apostarle, a un planteamiento de Refundación del Estado alternativo, más atractivo y eficaz que el de los socialistas. Conducir el país hacia una democracia social como una opción democrática viable y equilibrada para evitar caer en las garras de un socialismo iracundo e insensato.

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