¿Apertura inteligente?
Por: Dennis Castro Bobadilla
Doctor y abogado
La nuestra, esta sociedad ha perdido objetividad y sensatez ante la violación de derechos humanos. El sectarismo político, el chamberismo de ocasión y la inexcusable ignorancia han vuelto cada vez más difícil avanzar en este campo -derechos humanos-, al mezclar nuestra antipatía política en un hecho concreto.
Lo de JOH, si somos objetivos y sin sectarismos fue una barbarie policial que viola -Honduras no tiene- todo protocolo normativo ante una detención ciudadana.
Comprendo eso sí, que solo se cumplió la costumbre inveterada e indiferente que el mismo afectado impuso contrario a la posición legislativa de entonces.
Nunca debió exhibírsele en un cuadro policial y en conferencia de prensa simultánea del encargado de turno de la Secretaría de Seguridad: punto.
Jamás, un médico con conocimientos de deontología y jurisprudencia médico legal haría de la desnudez de un examinado un acto público, tal como se pudo presenciar en el show innecesario que para los efectos se montó.
Por dicha, hace años venimos protestando por la medida de exhibición personal de los privados por parte de militares o policías en un afán de “caza y trofeo”, política que ordenó en su momento el mismo afectado.
Lamentables hechos sucedieron que una vez más sin necesidad nos exhiben como una nación en primitivismo e ignorancia de conocimiento en el tema sustancial de este comentario.
Qué tristeza es llegar a ser funcionario y tener que tragarse -si es que se tiene- todo conocimiento de una verdad, porque se piensa con las circunvoluciones gástricas y no con las cerebrales; qué tristeza me produce los adornos y excusas que siempre se dan cuando cualquier gobierno abusa ante los derechos de un privado de libertad, y brincan los adláteres de turno para adornar un abuso más contra cualquier ciudadano.
Sea quien sea el afectado, que no se repitan esos hechos de vergüenza y humillación pública de cualquier persona, por parte de quienes tienen el deber de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, y que justo el honor y dignidad no son motivo de su parecer sino, de respetarse cumplidamente como el cargo lo requiere y la Constitución lo exige, solo así pudiéramos decir que tenemos un Estado de derecho en materia de derechos humanos.
Especialista en derechos humanos Csuca. USGuatemala
Especialista en Medicina Legal. UCR
