Corrupción e impunidad

MA
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1 de marzo de 2022
/
12:13 am
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Corrupción e impunidad

Nery Alexis Gaitán

La corrupción ha sido la plaga que más nos ha dañado a través de la historia. Está avalada por la impunidad, debido a un sistema judicial corrupto e inoperante. Los delincuentes de cuello blanco jamás han sido encausados y encarcelados.

La corrupción se ha instaurado en todos los estratos de la sociedad. Tanto en el ámbito privado como en el gobierno. Sin importar qué partido político esté en el poder, los índices de corrupción son iguales o se van incrementando a medida que el presupuesto general es mayor. La bandera de la corrupción flamea en todos los partidos políticos, sin excepción alguna.

El informe presentado por la ministra de Finanzas, Rixi Moncada, por un lado no deja de sorprender al constatar que la corrupción ha llegado a extremos inimaginables; pero, por otro lado, ya lo sabíamos, nada nuevo ha dicho. Aquí la corrupción se pasea a vista y paciencia de todos y nadie hace nada. Los entes contralores del Estado duermen el sueño de los justos arropados por el “tilín tilín”.

Aunque este informe financiero desnuda la corrupción y eso es innegable, su credibilidad es cuestionada. Más parece un informe de naturaleza política y no financiera, ya que menciona montos sin soporte alguno.
Y es que la verdad se hace dudosa en boca del mentiroso. Alguien que huyendo dejó botados tres millones de lempiras del Estado en un hotel, no arrastra credibilidad. Si recordamos cómo los de Libre dejaron las arcas del Estado en el 2009, veremos que no es muy diferente a cómo supuestamente las encuentran hoy.
En ese entonces no habían mandado el presupuesto general para su aprobación, para gastar sin ningún control; de forma inmediata habían desaparecido unos cinco mil millones de lempiras; no dejaron un cinco en la Tesorería General; todas las instituciones estaban saqueadas, etc.

La lista de actos de corrupción es inmensa, pero sobresalen en los últimos tiempos el desfalco al IHSS, la estafa de los hospitales móviles y demás compras amañadas en lo que el CNA llamó “corrupción en tiempos de pandemia”. A estos corruptos no les importó que el pueblo se estuviera muriendo; en estos actos participaron miembros de todos los partidos políticos.

Ahora, este nuevo Congreso, con su junta ilegal e ilegal será todo lo que haga, para variar ha legislado un nuevo pacto de impunidad, el que ya se está aplicando. Podemos entender que la amnistía perdone delitos políticos, pero jamás delitos de otra naturaleza como abuso de autoridad, violación de los deberes de los funcionarios, malversación de caudales, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, fraude en perjuicio de la administración pública, enriquecimiento ilícito y falsificación de documentos públicos y privados, delitos cometidos contra los particulares, terrorismo, sedición, posesión ilegal de armas, tenencia y almacenamiento de munición de uso no comercial, usurpación, daño, robo, incendio, privación injusta de la libertad, entre otros.
Es evidente que esta amnistía lo que hace es proteger a funcionarios corruptos, indigna pensar que el de la carretilla ya anda feliz en las calles. Así vemos que estos diputados, como siempre, son defensores de la corrupción y la impunidad.

Si es cierto todo lo que denunció la ministra de Finanzas, aunque ya hubo un comunicado negando las cifras que expuso, inmediatamente se debería proceder a encausar a los responsables de estos ilícitos.
Si la Presidente Xiomara Castro desea hacer la diferencia, debe empezar una lucha frontal en contra de los corruptos, aunque sean miembros de su partido. De lo contrario, nada cambiará, es decir, seguiremos ahogados en este mar de corrupción que tanto daño les ha hecho a los pobres de Honduras.

Los hondureños deseamos ver acciones efectivas en contra de los corruptos. Que vayan a la cárcel todos los que le han robado al pueblo, sino, el festín de los políticos continuará por los siglos de los siglos.

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