¡A desempolvar y poner al día la Cátedra de Morazán!

ZV
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23 de septiembre de 2022
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12:05 am
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¡A desempolvar y poner al día la Cátedra de Morazán!

¿Vuelven los oscuros malandrines del 80?

Por: Óscar Armando Valladares

Tal cual auguramos en un artículo precedente -“Un 15 de septiembre con reflejos de patria”- el acto celebratorio cubrió las expectativas ciudadanas. Además del vistoso desfile estudiantil -nimbado por la elegancia de las “palillonas”, la voz triunfante de Cesia Sáenz- entonando las notas himnarias de Augusto C. Coello y la atrayente exhibición de paracaidismo -con la presencia esta vez de la joven teniente Génesis Daniela Reyes-, durante el evento cívico profirió la Presidenta la veraz orden del día: desenterrar el pensamiento de Francisco Morazán, su imagen gigantesca y sus luchas sin tregua por la libertad, la justicia y la unidad de Centroamérica.

El hilo discursivo se centró en la figura del prohombre, énfasis que por lo visto se constituirá ahora en la posteridad justiciera que él anheló, como asimismo su excitativa testamentaria a la juventud, acerca de ser la llamada “a dar vida a este país” y al ardoroso deseo que imiten “su ejemplo de morir con firmeza, antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra”. Xiomara Castro instruyó iniciar el proceso de transformación del modelo educativo y la pronta instalación de la Cátedra Morazánica “en cada escuela, en cada colegio, en cada universidad”.

Aunque desde hace años fue creada la cátedra, lo cierto mondo y lirondo es que no tuvo cumplimiento sucesivo ni mucho menos resultados provechosos, salvo en la institución pedagógica registrada con el nombre del benemérito paladín. Y es que no podía generar resultados razonables, por cuanto el medio político recalcitrante y los intereses económicos y religiosos eran y siguen siendo enemigos jurados de quien -por sus principios doctrinarios encabalgados en la “carrera de la revolución”- lo tipifican como un “genio del mal”, un “hijo de la anarquía” o con motes groseros como el de “chico ganzúa”.

Ahora bien, ¿median puntos coincidentes y visiones compartidas en los postulados y propuestas del gobierno y en el acervo político morazanista? En contraste vimos cómo el régimen anterior, particularmente en su período de arbitrario continuismo, no solo tornó invisible, en la oscuridad de su propensión reaccionaria, la efigie del repúblico, sino que atentó contra su proceder independentista al socavar los intereses soberanos por los efectos de una ley orgánica que cedía a empresas extranjeras tierras a granel y poderes paralelos de orden Ejecutivo, Legislativo y Judicial, por de pronto parados en el Congreso en los comienzos de 2022.

En general, el proyecto atinente a refundar la patria presenta bastantes similitudes con la “reforma radical” que planteó Morazán respecto a la Constitución del sistema federal imperante entonces, sistema que él tildó, por haberlo vivido y padecido, como inservible y caduco, semejante dijo (con giro metafórico) “a un árbol que trasplantado a un clima exótico se marchita y decae al poco tiempo, sin haber producido los frutos que se esperaban”.

Días antes de lo que llamó “destierro voluntario”, (que lo estacionó en David, Panamá, y posteriormente en Lima, Perú), expuso como tarea esencial de su retorno “llevar a feliz término la nueva cruzada de redención que habrá de darnos patria, asegurando nuestros derechos y libertades interiores, así como nuestra independencia en el exterior”, términos que preludiaban lo que iniciaría meses más tarde en Costa Rica. Descartado el modelo federal, asumió en efecto -con renovada toma de conciencia- la unión republicana de las 5 parcelas centroamericanas por la vía armada revolucionaria, contando con aquellos soldados “que voluntariamente quisieran marchar, porque jamás se emprende una obra semejante con hombres forzados”. Perdió la vida en el intento, el 15 de septiembre de 1842.

Para emprender, asimismo, la obra exhumatoria del pensamiento morazanista -comenzando con la impartición de la cátedra citada-, amerita previamente inculcar en el docente la estima política hacia el héroe, sus ideas y propósitos fundamentales, en cursos y seminarios motivadores de inmediata organización y desarrollo. El toque de salida está dado por la Presidenta. Ya pueden nuestros poetas decir, con luminosa actualidad: “Vivo estás en el bronce” (Jacobo Cárcamo); “Estás en la mañana, y no estás muerto” (Antonio José Rivas); “Estás entre nosotros, repartiendo la luz todos los días” (Roberto Sosa); “Morazán se alzará de la sombra, y volverá vital como un padre que llega” (Medardo Mejía).

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