Cuestionada la incorporación de Honduras al CAF

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24 de mayo de 2023
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12:33 am
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Cuestionada la incorporación de Honduras al CAF

Óscar Lanza Rosales

El Congreso Nacional (CN) aprobó en la semana antepasada, la incorporación de Honduras a la Corporación Andino de Fomento (CAF), un banco de desarrollo de los países andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), con el compromiso de pagar por su adhesión, 460 millones de dólares, equivalente a 11,500 millones de lempiras, en el término de 10 años. Una aprobación, para lo cual la bancada de Libre y sus afines, contó con el apoyo de doce diputados liberales, que una semana después se han retractado para ratificar este convenio de adhesión, argumentando que han encontrado en el mismo, elementos que requieren un análisis más profundo, para una decisión final.

Sin embargo, Libre y la Presidenta Xiomara Castro dieron por hecho la adhesión de Honduras a la CAF sin importar que el CN no haya ratificado el acta de la sesión legislativa del pasado martes 16 de mayo.

Noticia que ha sido bien recibida por los directivos de CAF, incluyendo a su presidente Sergio Díaz-Granados, que vía Twitter han manifestado: “Celebramos la incorporación de Honduras como #PaísCAF, un paso importante que subraya su compromiso para avanzar en la promoción de la @AgendaCAF a nivel regional y global”.

Sobre el CAF, he revisado su memoria de la celebración de sus primeros 50 años (1970-2020) y me parece que ha cumplido su misión. Inició operaciones en 1970 para impulsar la integración de los países andinos, mediante la movilización de recursos financieros y el crecimiento del comercio intrarregional con empresas más competitivas. Creció y se consolidó en los años 80; buscó la expansión sobre una base accionaria en los 90, al agregar nuevos socios regionales y extrarregionales, incluidos España y Portugal, hasta completar 19, y ahora 20 con Honduras. En el período 2000-2010, Argentina, Brasil y Uruguay se incorporaron como miembros plenos. Ha logrado un financiamiento acumulado al final de los 50 años de US$ 188,000 millones, con el impacto directo de beneficios a muchos millones de latinoamericanos. Entre sus financiamientos sobresalen la construcción de un puente sobre el río Limón para facilitar la conexión entre Venezuela y Colombia (1972); la central hidroeléctrica Paute, en Ecuador, de 2,600 megawatts (1983); el gaseoducto Bolivia-Brasil (1997) que permite la llegada del gas natural a 15% de la población de Brasil; contribuyó con la financiación de la ampliación del Canal de Panamá (2008); el Proyecto Satélite Geoestacionario Argentino de AR-SAT (2010); la expansión del aeropuerto El Dorado en Bogotá (2012) y el programa rural Internet Para Todos en Perú (2019). El CAF se considera una de las principales historias de éxito de la integración latinoamericana, con la capacidad actual, de apoyar, con solidez económica, financiera y técnica, a los países miembros.

Sobre este asunto, he consultado a varios profesionales calificados en la banca de desarrollo internacional, incluyendo un peruano, que señala que el CAF ha funcionado bien, pero que tiene sus claroscuros.

Todos coinciden que la decisión del gobierno de Honduras es más de índole política que técnica. En primer lugar, Honduras tiene acceso más que suficiente a facilidades de crédito de organismos multilaterales, como el BID, Banco Mundial y BCIE, y en mejores términos y condiciones que el CAF, que tiene una mayor tasa de interés. En segundo lugar, la capacidad de generación y ejecución de proyectos de Honduras actualmente es muy limitada. Va a desembolsar esos US$460 Millones -en 10 años- prácticamente, sin poder beneficiarse, tal como lo demuestra la experiencia de México, que ingresó al CAF en 1990 y hasta el 2017, obtuvo un préstamo de US$300 millones para la mitigación y adaptación al cambio climático; Costa Rica entró en 2002 y consiguió US$100 millones en 2008, para ampliar los servicios del Instituto Costarricense de Electricidad; y Panamá, que ingresó en 1997, y logró US$400 millones para la ampliación del canal en 2008.

Asimismo, reconocen mis entrevistados que, en el pasado, CAF ha sido una institución financiera sólida, pero parece que en la actualidad tiene deudas masivas de países como Venezuela y Argentina, que están en una profunda crisis económica. Ellos recomiendan a Honduras, fortalecer con más capital, junto con los demás países centroamericanos, a su propio banco regional, el BCIE, en vez de ir al CAF, que tiene sus prioridades en la región andina principalmente.

Me parece razonable lo que han expresado mis entrevistados. Hacer ese desembolso de US$460 millones en la lipidia que vive Honduras, “es un insulto para nuestra gente que no tiene ni medicinas en los hospitales públicos, y en precarias condiciones sus escuelas”.

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