Nelson Castellanos, presidente de la AMHON: “Nunca soñé ser alcalde”

No hace mucho, este profesor de matemáticas vendía comida en el bulevar Morazán para sobrevivir en la capital. Ni siquiera tenía un proyecto de vida, hasta que decidió ingresar a la política en 2006. Desde entonces, dirige su municipio natal, Concepción del Sur, Santa Bárbara. Al mismo tiempo, preside la asociación de los 298 alcaldes del país, a los 50 de su partido, Libre, y una mancomunidad de nueve más. Por si fuera poco, es el padrino de la carrera política de su hermano mayor, Sergio Castellanos, el díscolo diputado oficialista y sigue controlando remotamente su municipio. “Muchos me preguntan si también soy presidente del patronato”, dice riéndose. Con tantos sombreros, paradógicamente, asegura que la clave de su éxito político ha sido precisamente desconcentrar el poder. Hace poco, sus detractores lo ligaron con los narcos, algo que lo aclara detalladamente aquí, pero antes comienza relatando la vida de su familia y la lucha de su madre, después que asesinaron a su padre.

—¿Quién fue más terrible en la casa, Sergio o usted?
Sergio, definitivamente, usted sabe que en la familia siempre hay un dundo, un loco y un centrado, yo me quedo con la tercera porque soy el menor y Sergio con la segunda.

–-¿Siempre fue así?
Siempre, de hecho sigue siendo el centro de atención de mi mamá, hasta le plancha su ropita, desde que mataron a mi papá y ella quedó sola, toda la vida se preocupó por él.

—¿Siempre han vivido en Concepción del Sur?
Bueno, después que mataron a mi papá, mi mamá nos llevó a Santa Bárbara, compró una casita y nos puso en la escuela. Cuando nos venimos a la universidad, mi madre no pudo alcanzar con todo y Sergio y yo nos dedicamos a vender comida en el bulevar Morazán para estudiar. Luego, yo retorné al pueblo porque no quería que mi mamá vendiera la finca y me dediqué a trabajar en el campo y ahí estudié a distancia, saqué una licenciatura en matemáticas, soy docente y me quedé trabajando en el campo en el café y un poco de ganado.

—¿Quién entró primero en política?
Yo. Sergio se quedó trabajando en la Pepsi hasta que se graduó en Trabajo Social. Yo entré de alcalde en 2006 y después del golpe de Estado metí a Sergio en política, yo soy su maestro en política. ¿Sabe cuánto gastó Sergio en la primera campaña? Tres mil lempiras.

—¿Le preocupa lo radical de su hermano?
A veces se le pasa la mano, pero así es él, el día que cambie, deja de ser político. Si usted se fija, Sergio es el único diputado que anda un carrito azul pequeño y siempre usa la misma camisa roja desteñida.

—¿Por qué usted no es diputado?
En el Partido Liberal me amenazaron en no darme las credenciales porque estaba en contra del golpe de Estado y hasta me pidieron que me retirara de la política, pero hicimos alianza con UD para asegurar la reelección de alcalde y propuse a Sergio como diputado en la última casilla y los alcaldes trabajamos por él para que saliera. Aquí a Tegucigalpa le venimos a decir que había ganado.

—¿Cuándo se pasó a Libre?
Yo estuve tres períodos con los liberales y dos con la alianza. Sergio decidió seguir en UD por eso no salió en una elección, hasta este período que regresó a Libre. Ahora somos 20 alcaldes en Santa Bárbara de los 50 que tiene el partido a nivel nacional. En mi municipio no hay liberales, solo quedan unos tres y solo hay un regidor nacionalista.

—¿Con quién ha dejado la “pulpería”?
Mi vicealcalde, pero desde el jueves hasta el lunes paso en mi pueblo y el martes en la madrugada salgo para Tegucigalpa.

—¿No teme que el vicealcalde le coma el mandado?
Es como un hermano, andamos juntos desde el 2006, además, el poder nunca lo he centralizado, el poder está descentralizado de tal manera que son los líderes los que dirigen el municipio, es un método de trabajo diferente al tradicional.

—¿Tiene otros cargos?
También presido la mancomunidad de 9 municipios de Santa Bárbara, además, soy
presidente de los 50 alcaldes de Libre a nivel nacional.

–Con cinco períodos como alcalde, ¿cuáles son sus logros?
Nosotros agarramos el municipio con ni siquiera un metro de pavimento y hoy lo tenemos pavimentado cien por ciento en el casco urbano, tenía unos seis mil habitantes, ahora somos como diez mil, cien por ciento electrificado, una clínica municipal de atención integral las 24 horas, escuelas reparadas, más de cien viviendas por año y somos uno de los municipios más poderosos en café.

—¿Qué lo motivó a entrar en política?
Mire, yo nunca soñé ser alcalde porque mi pueblo era nacionalista en 105 años que tiene. Yo fui el primer alcalde liberal, pero me motivó una señora que hoy tiene 98 años que se llama Mercedes Barahona, quien pronosticó mi candidatura, me pidió que aceptara y comencé mi campaña en una motocicleta Yamaha 100, casa por casa.

—¿Cuál es la clave de retener tanto el poder?
Trabajar con pasión, servir, ayudar, colaborar, nunca he tomado un salario como alcalde. Por ejemplo, para el Día del Niño, siempre, le regalo un juguete a todos los niños y en Navidad me visto de Santa Claus. Muchas veces, atendí los partos en mi carro en el camino al hospital.

–Si no cobra salario, ¿de qué vive?
De mi sueldo de maestro, tengo licencia con goce de sueldo y lógicamente del cultivo de café y un poco de ganado.

–Hace poco, circuló una foto vinculándolo con narcos, ¿es cierto?
Mire, quiero, en primer lugar, agradecer a Dios porque yo soy de un municipio pequeño todo mundo se conoce y sabe quién es quién, además de eso, mi madre es una maestra muy reconocida de generaciones. Son ataques políticos, nunca he consumido droga en mi vida.

—¿Cómo marcha el desarrollo del municipalismo?
Ha costado hacer entender que hoy hay un alcalde-presidente que no le interesa lo político y respeta la decisión de cada pueblo que ha escogido su alcalde, he tratado de ayudarles a todos sin distinción de colores con el apoyo de la Presidenta de la República. El gobierno pasado quedó debiendo 136 millones de lempiras a los alcaldes y hoy le puedo decir que estamos al día, a nadie se le debe las transferencias, esto es histórico.

–Hay alcaldes por muchos períodos, pero sus municipios siguen siendo la misma fotografía, ¿qué pasará?
Cada alcalde maneja sus municipios como prefiere, pero creo que hoy los pueblos han despertado, cuando los alcaldes no dan respuesta, hay castigo. Hoy hay 170 alcaldes nuevos, precisamente, porque el pueblo castigó a los otros.

—¿Se están usando transparentemente las transferencias?
Es difícil meter las manos al fuego por todos, pero debo de decir que, hoy por hoy, las alcaldías están siendo auditadas, hay 220 alcaldías al día con sus liquidaciones.

—¿Cómo halló la AMHON?
Hay muchas cosas que no están correctas en la administración pasada, mi deber es informar porque no soy el ente investigador, pero sí soy responsable de mi administración que la pongo a diario a la disposición de cualquier ente que pueda venir a revisar.

—¿Hay unanimidad de los alcaldes en apoyar la Ley de Justicia Tributaria?
Después de la socialización que nos hiciera el Congreso y ver que no hay ninguna afectación a los municipios, la junta directiva acordamos apoyarla, pero le pedimos al Congreso que siguiera socializándola con el resto de los alcaldes porque hay dipuados nacionalistas que no la apoyan.

—¿Qué beneficios le deja a los municipios esta ley?
La verdad que no le afecta, pero tampoco les beneficia porque las empresas exoneradas no le pagan ningún impuesto a los municipios y la nueva ley tampoco dice que le van a pagar impuestos. De todos modos, nosotros estamos de acuerdo que se apruebe para ordenar el país en el tema tributario.

–Si los municipios ponen los recursos naturales y la mano de obra, ¿por qué no exigen que les den alguna tajada de las recaudaciones en esa nueva ley?
Para no meterle más leña al fuego, pero parte de esa justicia tributaria es devolverles a los municipios obras y proyectos sociales, sería otro brinco al cielo de la empresa privada porque ya tiene muchos problemas con los planes de arbitrios.

—¿Por qué no apoyaron a los liberales para exonerar a los municipios del pago del Impuesto Sobre la Renta?
Nosotros estamos de acuerdo, pero debe de ser mediante un procedimiento, porque de otro modo el gobierno no podría cumplir.

—¿Son equitativas las transferencias para los municipios?
Se toman en cuenta varios indicadores de extrema pobreza, población, infraestructura, pero lo que le puedo garantizar es que mientras yo sea presidente de AMHON no voy a permitir que a un alcalde lo vean con indiferencia, menos por colores políticos.

—¿No es una represalia política contra alcalde de Choluteca embargarles el 100 por ciento de las transferencias?
No creo, el año pasado yo le ayudé, él lo sabe. Hay 17 municipalidades con ese mismo problema, pero estos casos se le van de las manos a la AMHON, porque es decisión del Poder Judicial, aunque la ley dice que solo pueden embargar hasta el 40 por ciento.

—¿Qué proyectos está impulsando la AMHON en el corto plazo?
Con la Unión Europea estamos impulsando 350 millones de lempiras del Programa de Seguridad Alimentaria, especialmente con 64 municipios del Corredor Seco. Igualmente, estamos trabajando en los 298 municipios con la reparación y construcción de centros educativos y caminos productivos.

–Como está de moda el “familión” en el gobierno, ¿tiene usted el suyo?
Sergio y yo estamos por elección popular, así que no hay ni tan siquiera un primo trabajando en alcaldías o en el gobierno.

ÉL ES…
Nelson Castellanos nació en Concepción del Sur, Santa Bárbara, del cual es alcalde desde el 2006. A la vez, es profesor de matemáticas, hermano menor del diputado de Libre por ese mismo departamento, Sergio Castellanos, y presidente de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON). Alterna la política con la caficultura y la ganadería.