Nelson Mairena, magistrado de CSJ: “Ser funcionario judicial es casi un apostolado”

ZV
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23 de marzo de 2024
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12:16 am
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Nelson Mairena, magistrado de CSJ: “Ser funcionario judicial es casi un apostolado”

Le gusta la canción Goascorán, el libro El Príncipe de Maquiavelo y el color gris porque le recuerda al Central, el colegio donde estudió la secundaria. Además, es seguidor de YouTube, en todo lo que son conferencias (mira tres diarias) y a los 21 años le compró una casa a su madre. Nacido en el otrora pueblo minero de San Juancito y criado en el barrio Bella Vista de Comayagüela. Estas han sido, entre otras, las generales de ley del abogado Mairena, pero desde hace un año se le agregó una más compleja: Ser uno de los nueve magistrados en quienes descansa la administración de justicia de este país. He aquí sus reflexiones.

—Su hoja de vida dice que nació en San Juancito. ¿Qué nos puede contar de ese pueblo?
El año que nací, justamente, se estaba cerrando la mina. Y luego, mis padres se mudaron a la capital. De tal manera que yo no tuve mayor conocimiento del desarrollo de las minas y solo he estado yendo a San Juancito muy pocas veces para admirar lo poco que quedó de las minas, como el edificio donde era el consulado americano y otros en ruinas de madera que, entiendo yo, es un edificio social de los ciudadanos americanos. De ahí, prácticamente, el paisaje natural que es muy impresionante de todas las montañas, pero no hay mayor cosa.

–¿Cómo fue esa infancia en la capital?
La mayor parte de mi niñez se desarrolló en la zona de Bella Vista, en la octava avenida. Estudié en la escuela de ensayo “Dionisio de Herrera”, esquina opuesta a la Escuela Lempira. Era una escuela pequeña, pero de mucha calidad con maestros, casi todos, egresados de la Escuela Superior del Profesorado.

–¿Qué le motivó de la carrera de Derecho?
Mire, desde que yo estudié Perito Mercantil en el Instituto Central Vicente Cáceres y llevé las clases Sociedades y Derecho Mercantil, entonces, eso me caló mucho y me orientó a estudiar Derecho. De tal manera que en cuanto salí de estudiar como perito, me matriculé para Derecho.

–¿Cómo fue su relación con sus padres?
Me crie con mi madre, soltera, luchadora, trabajadora, se llamaba Anselma Franco. Ella me impulsó a estudiar. Cuando ya pude yo trabajar, la apoyé en todo lo que pude. Compré mi primera casa como a los 21 años y esa casa es donde ella vivió todo el tiempo, ahí puso una pulpería, ahí murió también y ahí está todavía en el barrio La Leona.

–¿Su primer trabajo?
Mi primer trabajo fue como auxiliar de contabilidad en la Casa Uhler, quedaba exactamente frente a Larach y pegado a Banco de Occidente en el centro de la ciudad, luego la cerraron, entonces, nos fuimos voluntariamente. Salía tarde, a las 7:00 de la noche, y solo podía llevar dos clases, eso retrasó mi carrera.

–¿Su primer contacto con los juzgados?
Fue en los Juzgados de Letras de lo Civil, ahí estuve de practicante sin recibir sueldo un año. Y luego estuve un año de escribiente, en un año y medio. Y una vez que me gradué, entonces ya me retiré. Y juntamente con el abogado Ivis Discua formamos el bufete Mairena-Discua y Asociados, que funcionó hasta 2019, cuando, debido a la pandemia, decidimos atender desde la casa.

–¿Cómo se le ocurrió postularse a magistrado?
Es que yo participé anteriormente pensando aportar mis conocimientos al servicio del país. Ya son los últimos años de ejercicio profesional y siempre estuvo dentro de mis planes ser un funcionario de la Corte Suprema de Justicia, pero más como una forma de dar lo mejor que hay en mí para satisfacción de la justicia del pueblo hondureño.

–¿Pensó que este proceso estaba arreglado?
Al inicio no quería participar porque creía que ya estaba fuera del proceso y cuando salí dentro de los primeros 45 pensé que hasta allí llegaría.

–¿Algún padrino?
Mire, sabíamos que los partidos tenían sus propias inquietudes. Recuerde que, en el caso nuestro, del Partido Liberal, decían que eran dos candidatos, luego dijeron que eran tres, y el tercero era el abogado Sibrián. De tal manera que yo solo tuve dos pláticas con dos personajes y creo que duraron, lo más, unos cinco minutos y me olvidé del proceso. Nadie me tomó en cuenta a mí, pero en un último momento, como a la 1:00 de tarde del día 17, por primera vez, me llamaron.

–Ahora que está adentro ¿tiene la misma impresión de la justicia a cuando estaba afuera?
No es lo mismo estar afuera que adentro, son dos ópticas diferentes. Yo he sido un abogado privado y académico, nunca estuve vinculado al Poder Judicial en puestos directivos, entonces, uno se equivoca.

–¿En qué?
Aquí en el Poder Judicial hay personas altamente calificadas, entregadas a su trabajo, bajo una presión extraordinaria. En materia privada, uno lleva uno, diez, veinte casos, pero ellos tienen que resolver cualquier cantidad de expedientes bajo presión. Eso me hace admirarlos. Realmente, ser funcionario judicial es un sacrificio, casi un apostolado.

–¿Mantiene su independencia como profesional?
He sido todo el tiempo un abogado independiente y mi independencia continúa. Primero porque es un requisito para ser juez. Uno de los primeros requisitos es la inamovilidad y luego la imparcialidad. No vengo a resolver problemas personales, sino a resolver un problema que está en la sociedad y que requiere de soluciones, como es impartir justicia.

–¿Qué le falta al sistema de justicia?
La sociedad ha crecido, pero el Poder Judicial no ha crecido en la misma dimensión, tal es así, que su presupuesto sigue siendo el mismo de hace años bajo circunstancias diferentes. Tiene que haber con un Poder Judicial que requiere de recursos. ¿Por qué? Porque, al final, es la dignidad humana la que está de juego, la libertad de los derechos fundamentales y, adicionalmente, también, está el deseo de todos los pueblos de tener una justicia pronta.

ÉL ES…
Nelson Danilo Mairena Franco nació el 20 de marzo de 1952 en San Juancito, Distrito Central. Hizo estudios primarios en la Escuela de Ensayo Dionisio de Herrera y se graduó de Perito Mercantil en el Instituto Central “Vicente Cáceres” de Tegucigalpa. Es catedrático, abogado y notario, especialista en derecho civil con un doctorado en derecho mercantil por la UNAH. Cofundador del Bufete Mairena-Discua y actualmente uno de los 9 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

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