La desigualdad de género ha estado presente en todas las sociedades a lo largo de la historia y, hoy en día, sigue siendo un reto para alcanzar desarrollo humano y justicia social en Honduras y a nivel mundial.
Por tal razón, con la finalidad de contribuir a la erradicación de la discriminación a la mujer, el Instituto Nacional para la Atención para Menores Infractores (INAMI), a través del Centro Pedagógico de Internamiento (CPI), “Sagrado Corazón de María”, promueve la participación de las niñas en conflicto con la ley en el sistema educativo formal y no formal, con la intención de garantizar su rehabilitación y re-inserción a la vida social y productiva.
Según explicaron las autoridades del CPI, en el Centro ofrecen educación primaria en los niveles de 7°, 8° y 9° noveno grado; plan básico medio y Bachillerato en Ciencias y Humanidades.
Además, el informe del Programa de Educación Formal y No Formal del INAMI, del año 2019, detalla que un grupo de 34 niñas se certificaron gracias al plan de educación formal, el cual se implementa junto a la Secretaría de Educación y otras organizaciones que acompañan a la institución gubernamental encargada de liderar el sistema de justicia especializada para la niñez infractora.
A la par de lo anterior, también se desarrolla el plan de educación no formal a través de talleres vocacionales, orientados a potenciar habilidades para la vida y la ocupación del tiempo de ocio en actividades de sana recreación y buena convivencia, en 2019 se efectuaron más de 120 capacitaciones y talleres.
Los responsables de este proyecto también informaron que las niñas son asistidas con servicios médicos, odontológicos y microbiología en forma permanente a través del Programa de Salud que atiende los siete días de la semana durante las 24 horas, sin interrupción en días festivos.
De igual manera, INAMI abre oportunidades a las niñas infractoras en el Programa de Medidas Sustitutivas a la Privación a la Libertad, con un enfoque de justicia restaurativa a fin de re-insertarla en la sociedad.