Algunos taxistas de Choluteca en lugar de protestar se las ingenian con medidas de bioseguridad para comenzar a operar cuando reciban la autorización.
Los ingeniosos ruleteros han dividido los asientos entre ellos y los pasajeros con una estructura de plástico y en el piso han colocado bandejas con cloro y agua.
Esta podría ser una forma efectiva de trabajar con seguridad y evitar más contagios, indicaron los taxistas.
Mientras ellos se preparan de esa manera, en otras ciudades se han dado a la tarea de tomarse calles y protestar exigiendo dinero y alimentos.
Noticias Relacionadas: Alcalde de Choluteca dobla rodillas para que la pandemia se detenga