El impacto negativo de la pandemia del COVID-19 afecta al comercio, bienes raíces y a microempresarios, que ahora no solo han abandonado los negocios, sino que tienen en venta sus propiedades y hasta vehículos.
En recorridos realizados por zonas de alta concentración poblacional para la compra y venta de productos y prestación de servicios, se constató que comerciantes no cuentan con la capacidad de reabrir operaciones.
Los dueños de inmuebles ofertan ventas o bajan el precio de locales y almacenes dedicados a comercios, pero aún así, microempresarios no cuentan con capacidad de pago.
Ha crecido el comercio de autos, terrenos, casas, y utensilios del hogar, incluso debido a la falta de pago. muchos se han trasladado donde familiares cercanos o migran hacia la zona rural de donde provenían.
Según economistas consultados, gran parte de microempresarios se han trasladado al comercio informal para generar ingresos.
Ante restricciones de circulación en horarios nocturnos para contener el coronavirus, negocios ya no resultan rentables por lo que sus administradores proceden a cerrar operaciones.