Por noveno año consecutivo, la corrupción se volvió a interponer en el retorno de Honduras a la Corporación Desafío del Milenio (MCC, siglas en inglés) el 2022, según el reporte emitido este martes por esta iniciativa de ayuda del gobierno de los Estados Unidos a países pobres.
De un total de 20 indicadores, el país volvió a aplazarse en nueve, tal como sucedió en la medición del 2020 donde el común denominador observado desde el 2016 es el retroceso en el combate a la corrupción y la percepción que ello implica.
En el “Control de Corrupción”, este año sacó 16 por ciento, donde la media para poder pasar es 50 por ciento, de un máximo de 100, de tal manera que retrocedió en relación al 2020 cuando sacó 24 por ciento, es decir, el país viene en picada en materia de combate a la opacidad, según expertos.
También se aplazó en derechos humanos, efectividad del gobierno, aplicación de las leyes, libertad de prensa, inversión en educación primaria, apertura de negocios, tasas de inmunización y acceso de niñas al sistema educativo.
Pasó con buena calificación en política fiscal, control de la inflación, derechos políticos, regulaciones, políticas comerciales, economía de género, acceso a la tierra, gasto en salud, protección de recursos naturales, acceso a crédito y salud infantil.
Para emitir estas notas la MCC se vale de reportes de organismos como, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial de la Salud y la UNESCO, entre otros tanques de pensamiento.
Honduras solo accedió una vez a estos fondos que consisten en donaciones a países pobres, fueron alrededor de 215 millones de dólares en 2006 ejecutados en cinco años; del 2007, al 2011.
La mayoría se invirtieron en la carretera CA-5, que más tarde, en 2012 se concesionó a una empresa ecuatoriana que hoy día cobra peaje en cuatro estaciones a lo largo del trayecto entre Tegucigalpa y San Pedro Sula.
A partir del 2011 el país fue vetado justo cuando venía saliendo de la crisis del golpe de Estado del 2009, seguidamente, el directorio de la MCC aprobó un fondo denominado “Umbral” de 15.6 millones de dólares para enderezar el camino invirtiendo en varias áreas que le permitieron al país mejorar los indicadores que venía reprobando.
Los fondos fueron administrados por la Invest-H en capacitaciones sobre administración de las alianzas público-privadas y manejo transparente de las finanzas estatales, entre otras áreas, pero no fue suficiente.
A estos se suma el hecho que a Honduras le subieron “la vara” al colocarla en la lista de países de ingreso medio bajo donde las exigencias son mayores y compite con economías más fuertes y transparentes. (JB)