Anciano ultima a balazos a hijo y remata con machete

ZV/26 de December de 2021/09:20 p. m.

Un anciano bajo los efectos del alcohol mató a su hijo de cinco balazos con extrema saña, como si fuera su peor enemigo, al grado que le dio con machete al cadáver, en un suceso que alarmó a pobladores de la aldea El Rosario, municipio de San Jerónimo, en el departamento de Copán en el occidente de Honduras.

El parricida fue identificado como Roberto Villeda (73), mientras que la víctima es Saúl Amílcar Villeda Mata (44) años, un hecho que copanecos lo califican como “señales del fin del mundo” apegado a lo que dice el evangelio de Mateo 10:21 “el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir”.

Agentes de la Policía Nacional a través de la Unidad Departamental de Policía 4 (UDEP 4), detuvieron al homicida originario del municipio de Sinuapa, Ocotepeque, y residente en la aldea El Rosario.

El hecho sucedió durante las celebraciones de la Navidad en una acalorada discusión, ambos al calor de los tragos, en la casa del sospechoso, quien argumentó que el hijo llegó a agredirlo físicamente, por lo que sacó el arma de fuego y un machete y le quitó la vida.

La Policía en respuesta inmediata, le decomisó al septuagenario un arma de fuego tipo revolver, calibre 38 milímetros y el arma blanca con las que cometió el delito.

El detenido fue puesto a la orden del Ministerio Público para que se continúe con el trámite correspondiente a ley.

Según testigos, Roberto Villeda mató a su hijo, Saúl Amílcar Villeda Mata, durante un escalofriante suceso que se produjo tras una fuerte discusión y al calor de los tragos.

“ODIO DE TODA LA VIDA”

El cadáver de Saúl Amílcar Villeda Mata fue retirado el mediodía de ayer de la morgue de Santa Rosa de Copán por la viuda, María Fidelina García Hernández, quien ahora queda como madre soltera al cuidado de tres hijos, entre ellos un pequeñito de año y medio.

García Hernández relató la espantosa pesadilla que vivió esa noche que debía ser un encuentro familiar, lleno de alegría y celebración, pero terminó en un baño de sangre.

“Yo estaba en la casa cuando escuché cinco disparos, salí a ver y mi marido estaba tirado con heridas en la cabeza”, recordó la madre de familia cuando retiraba el cuerpo.

La señora con su hijo pequeño en brazos refirió que su suegro le increpó: “que venís a hacer, querés también que te mate y me hizo señales con la pistola, pero ya no tenía tiros y corrí porque pensé que me iba a seguir con el machete, pero no lo hizo, se quedó allí, junto al cadáver”.

María Fidelina García Hernández reveló que el anciano padre guardaba un odio extremo de toda la vida, prácticamente desde que su esposo era un jovencito, al grado que no la quería a ella y a sus nietos.

“Había un problema familiar, un odio que agarró de toda la vida”, agregó la viuda para luego pedir a las autoridades correspondientes que no dejen libre al homicida, ya que en el pueblo comentan que le darán casa por cárcel debido a su edad y bajo el argumento de que el crimen fue en defensa propia.

DATOS
Disputas, odio, pleitos y enemistades resquebrajan núcleos familiares en Honduras durante el 2021, hasta terminar en la comisión de parricidios o tramas orientadas a hacerle daño a personas que en determinado momento eran considerados como seres queridos. El fenómeno anormal preocupa a religiosos, sicólogos y sociólogos ante casos de hermanos que matan a sus hermanos, esposos que deciden atentar contra cónyuges y padres que le quitan la vida a sus hijos. El odio, la venganza y disputas de herencias han causado grietas o hendiduras de luto y dolor en el vínculo familiar, de acuerdo a casos recientes investigados por equipos policiales donde el principal sospechoso de un crimen es un pariente cercano. Estos tétricos sucesos se han vuelto repetitivos, previo y en plena temporada navideña que generalmente es aprovechada para fortalecer la unidad, reconciliación y la armonía en la familia.