SITIOS DE RECREO EN LA TEGUCIGALPA DE AYER

MA/26 de July de 2022/12:52 a. m.

Atrás en el tiempo hace más de seis décadas , Tegucigalpa poseía una serie de agradables rincones donde los capitalinos aprovechaban los domingos para recrearse con las familias en paseos que disfrutaban los niños, jóvenes y adultos.

La ciudad no se había extendido, era apacible, sin delincuencia, con seguridad policíaca eficiente y contaba con sitios adecuados para pasar el día de descanso sin temores de ninguna naturaleza.

Los jardines públicos de Tegucigalpa y Comayagüela eran los más visitados y en cada uno de ellos existía un atractivo que lo identificaba con la presencia de vendedores que en sus especialidades los hacía muy concurridos.

La Leona (FOTO 1), además de la vista de la ciudad, contaba con una pista de patinaje, glorietas cubiertas de buganvilias donde se daban cita los enamorados, era toda una aventura el subir las gradas de metal y la oportunidad de comprar ricas enchiladas, panecillos y hasta un espumeante vaso de lavadura de Moncha Pino.

2 “La Magnolia” de Alfonso Fortín frente al Parque La Libertad En Comayagüela.

Irse al Parque La Libertad de Comayagüela (FOTO 2) era otro de los inolvidables paseos domingueros, se aprovechaba para comprar en La Magnolia el delicioso refresco de piña con uvitas, los cócteles de curiles y las empanadas, o se obtenían de muchos negocios instalados en las proximidades frutas, dulces y los deliciosos panes fabricados por las Vásquez Cao.

La Concordia (FOTO 3) , el jardín maya del Barrio Abajo, era un lugar ideal para el paseo dominical de los capitalinos.- La existencia de centenares de palomas de castilla atraía a los niños que llevaban maicillo o arroz para alimentar a las aves que pululaban en ese bello rincón de la ciudad.- Uno encontraba a canasteras que vendían alborotos o sopapos, campiranas, conos con semillas de ayote, semillas de marañón y cacahuates, sin faltar las carretas con los tambos de helados que expendían en barquillos. Disfrutar sus senderos y las glorietas cubiertas de enramadas

El Obelisco (FOTO 4), era otro paseo que combinaba la distracción de recorrerlo con los espectáculos deportivos en la cancha de basketball, en el campo del Nueva Era atrás del viejo cuartel de Veteranos y la compra de platillos típicos como la yuca con chicharrón, las enchiladas, los pastelitos de perro y otros bocadillos que se expendían en los diferentes negocios que circundaban la plaza del monumento que se levantó en 1921 para conmemorar el primer centenario de la independencia nacional.

3 La escalinata de Kukulcan atractivo del jardín maya La Concordia.

El parque Herrera (FOTO 5) atraía por la enorme pileta que se encontraba al pié del busto de Don Dionisio de Herrera y en la que los visitantes encontraban tortugas que eran alimentadas con migajas de pan.- La pequeña plaza frente al Teatro Nacional ofrecía además dos glorietas al extremo occidental en cuyas bancas los enamorados hilvanaban las promesas de amor.

Otro rincón de fin de semana, era el Guanacaste ( FOTO 6) en el extremo oriental de la Avenida Gutemberg.- Primero porque a la sombra del gigantesco y centenario árbol existía un redondel para que los parroquianos se sentaran a disfrutar la frescura del lugar, después cuando se construyó el encementado para destinarlo a cancha de basquetball.- En el lugar se vendían refrescos naturales y las tortillas de harina con frijoles conocidas como las “baleadas”.

La pequeña plaza Soto o Parque La Merced (FOTO 7), constituía otro sitio de recreo dominical después de las misas que se oficiaban en los templos cercanos.- Este era el centro de operaciones de las famosas carretas de “Patachón” el robusto gallego que ofrecía los más sabrosos helados de tambo y la de Quiñónez, un ciudadano salvadoreño que vendía los refrescantes raspados de hielo rociados con piña, fresa, limón, mango, nance y otras esencias naturales que él preparaba.- Además en botellitas ofrecía unos deliciosos refrescos naturales que se conocían como los “Quiñoscolas”.

4 La zona de El Obelisco donde se instalaban juegos mecánicos en la Feria Patronal.

La plaza Central o Parque Morazán (FOTO 8) representaba en el pasado el sitio obligado de las tertulias citadinas.- Antes y después de misa, en las bancas se instalaban a conversar los temas políticos y se ventilaban los chismes de sociedad en gran mayoría por los hombres que no desaprovechaban para lanzar sus piropos a las bellas tegucigalpenses que con sus mantillas y tapados acudían a los oficios religiosos en la Catedral metropolitana, al borde del atrio Patachón vendía sus sabrosos helados.

Otro sitio acogedor que hasta 1069 conocíamos como el Parque Gerardo Barrios y hoy como Parque de El Soldado frente al Cuartel de Veteranos hoy Estado Mayor en la zona de Guacerique, lugar que servía como área de entretenimiento en las fiestas patronales del mes de Diciembre,

Los lugares anteriormente indicados estaban en el radio urbano del poblado, donde la gente se podía movilizar caminando por las adoquinadas calles de la ciudad, pero existían otros sitios que también eran atracción dominical pero como excursiones familiares donde había que llevar la “burrita” para almorzar, como los miradores de El Picacho (FOTO 9) , las pozas del Vacilón y El Canalón, El Hatillo, Los Jutes o tomar los caminos de herradura que pasando por Tres Caminos y El Trapiche nos llevaban al antiguo Santuario de nuestra Señora de Suyapa.

5 El Parque Herrera el monumental Teatro Nacional original.
6 El secular árbol del barrio capitalino a la derecha la vía principal.
7 La Plaza Soto o Plaza La Merced lugar de recreo para estudiantes De la Universidad Nacional y el Instituto Central.
8 La Plaza Central con la mejstuosa Catedral al Poniente, la estatua del Héreoe en el centro, limpia y ordenada…hoy un céntrico mercado.

Hasta la próxima semana