Se fue un gran amigo

MA/21 de February de 2024/12:35 a.m.

María Guadalupe Funes Rheinboldt.

Cómo olvidar su mirada glauca, sana, alegre, su inconfundible verborrea, sentido del humor negro, y sobre y ante todo un talento vitalicio… ese fue Ricardo Alonso Flores a quien acompañamos a su última morada al lado de su adorada madre doña Juventina, gentes del más alto aprecio y distinción sencilla de la vieja San Pedro.

A ese funeral acudieron, como dice la vieja canción de Gilbert Becaud, todos los amigos del poeta, todos quienes le admiramos y aprendimos tanto de él. Yo llegué a trabajar a La Prensa, donde por espacio de diecisiete años me encargué de las labores de ser cronista de eventos estéticos, artísticos, musicales, intelectuales, a ese tiempo la ocupación de las mujeres fue solamente las fiestas sociales o de niños o los consabidos baby showers a lo que me negué enfáticamente.

Ricardo Flores se acercó a mi con atención y ternura de un experimentado y con mucho afecto me llamó Camilla, dama de las Camelias y durante treinta y pico de años hemos sido leales amigos.  Por mi parte le admiré sus excelentes editoriales, la lúcida explicación de las causas económicas y políticas, los vaivenes azarosos de la mal llamada e inexistente democracia nativa, y luego el papel destacado en el campo diplomático desde que fuera nombrado a Madrid, donde había estudiado y luego a la Cancillería desde su regreso.

Fue ante todo un cívico, defensor de la honestidad, de su lectura solo se desprendió la cordura y la coherencia, y lealtad,recuerdo su nobilísima amistad con otro grande de esta ciudad, el inolvidable Fifo, Filadelfo Suazo, quien al igual estudió en Italia y fue uno de los talentos desperdiciados de Honduras. Ambos dieron lustre a su ciudad natal y con la historia INCOMPLETA, SU LIBRO, una memorable exposición de un modo de ser.

Con melancolía expongo este cariño que compartimos y el privilegio de contarme entre sus grandes amigas, de hablar en su ceremonia funeraria, de recordarles a ustedes lectores de este gran periódico, que la patria debe siempre saludar y reverenciar a sus grandes hombres.

Un abrazo a Norma Corina, Gloria, Isidro, Cristóbal y a sus muy cercanas y dulces sobrinas.

San Pedro Sula

febrero 2024