Apatía participativa

ZV/8 de April de 2024/12:02 a.m.

Por: Marcio Enrique Sierra Mejia

La cuestión del abstencionismo electoral pone en evidencia el lado débil de la lucha política que enfrentan las fuerzas democráticas de la derecha en Honduras. En la medida que la apatía participativa de la ciudadanía sea más alta que la población que sí vota, la cual se estima en más del 40 por ciento de los ciudadanos con derecho a votar, la patria camina hacia la democracia fallida. Y de no lograr superarse el problema el abstencionismo electoral, entendida como la no participación en el acto de votar que los hondureños tienen el derecho a hacerlo, la dominación política socialista, tiene las mayores probabilidades de continuar en el poder. Llama la atención que las cifras de abstencionismo electoral en Honduras, se muestren tan altas comparadas con países como Costa Rica y Uruguay que ronda en el 19 por ciento y Chile en el 9 por ciento.

La apatía participativa nos indica que el porcentaje de los no votantes sobre los que si votan tienen la cacerola por el mango y, en las inminentes elecciones generales que realizaremos en el 2025, son quienes puede decidir la derrota del Partido Libre. ¿Por qué no se integran al juego político normal estos ciudadanos que se abstienen de votar? ¿Acaso les importa un bledo que el país siga como está actualmente? O, ¿Será que no hay interés en dar el voto para lograr la alternancia gubernativa porque no ven en la derecha, una actitud y una propuesta electoral distinta a la que les dan los actores corruptos que manipulan la sociedad política hondureña?

Tiendo a creer que la abstención política en Honduras, tiene que ver con una actitud consciente de silencio o pasividad individual determinada por una voluntad política de rechazo del sistema político o de la convocatoria electoral, en vista que no identifican lideres o programas políticos con atributos competitivos que valgan la pena apoyar. Aunque también pueden existir otras causas de abstención asociadas con problemas logísticos de transportación a las mesas electorales, enfermedades u otras causas naturales. Empero, es importante considerar que en la abstención electoral, inciden factores sociológicos y demográficos (sexo, edad, educación, ingresos, religión, comunicación, ámbito de población en que se reside); factores psicológicos (apatía o indiferencia, desinterés por los asuntos políticos, escepticismo); factores políticos (dominio de un partido, desvinculación con la vida comunitaria, tecnificación del debate político, ausencia de renovación de la clase política, falta de credibilidad de las fuerzas políticas ante el incumplimiento de las promesas electorales, descontento con el método tradicional de participación).

En definitiva, el abstencionismo electoral contribuye a crear un progresivo quebrantamiento entre gobernantes y gobernados que agudiza la contradicción y la existencia del Estado social y democrático de derecho y que, a mi juicio, es el gran tema de la lucha política en los días venideros. La derecha democrática necesita centrar su atención política en bajar el abstencionismo electoral. Y para lograrlo, debe enfocar una estrategia política alejada de los atributos que predominan en la sociedad política corrupta que predomina en Honduras. Debe emerger un movimiento político que lidere al segmento de ciudadanos que se abstienen de votar y demostrar una nueva postura política con atributos de integridad individual, honestidad, justicia, amor a Honduras y la firme convicción que podemos salir del atraso, sin caer en posturas ideológicas que fomentan el odio clasista y la dictadura del partido, para conducir el Estado, hacia una sociedad en que la libertad individual es amenazada por el Estado.

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