Un estudiante auxilia a compañero desmayado durante el zafarrancho.
CATACAMAS, Olancho. Con riñas entre compañeros, borracheras y destrozos a la propiedad terminó la celebración de los 100 días de los estudiantes de último año de la Universidad Nacional de Agricultura (UNA), ubicada en Catacamas, Olancho.
Esta celebración es una tradición de los futuros agrónomos del país. Bajo un ambiente de compañerismo, se acostumbra a pasar una noche amena con alborada, cena de gala y se toca la campana 100 veces. En otros casos, se gastan bromas entre ellos sin caer en la violencia.
Pero esta vez, a los estudiantes del cuarto año se les pasó la mano. La celebración subió de tono en la medida de los tragos. Un zafarrancho total que incluyó puertas destruidas, paredes y ventanas rotas y un griterío de locura en altas de horas de la noche, que alarmó a los pobladores cercanos al campus.
Totalmente fuera de control, los graduandos se fueron a los golpes entre ellos, reventaron potentes morteros dentro de las habitaciones donde dormían plácidamente los estudiantes de grados inferiores, a quienes los sacaron de sus camas para lincharlos en los patios. Otros alumnos resultaron con lesiones graves en su huída desesperada del humo que inundó los cuartos.
El vergonzoso incidente quedó registrado en fotografías y videos en poder de las autoridades, que ni cuenta se dieron, mientras que los maestros de turno se hicieron de la vista gorda, según los denunciantes.
Sucede que en esta Universidad, de acuerdo a los estudiantes, impera la anarquía a pesar de una junta interventora y el reciente nombramiento de un rector, que no haya por dónde comenzar para alcanzar la gobernabilidad.
Las autoridades han iniciado una investigación profunda para identificar a los responsables del vandalismo y cuantificar los daños materiales. Como mínimo, les cobrarán los daños causados a la propiedad y no descartan tomar decisiones drásticas como la expulsión de los cabecillas.
