Sin duda, ambas series: “Aquí no hay quien viva” (ANHQV), como “La que se avecina” (LQSA) han sido el pasaporte a la fama para muchos actores. Como también es cierto, que probablemente, dada la extensión de estas producciones televisivas (sobre todo la segunda, que lleva trece años ininterrumpidos en escena) varios de sus estelares protagonistas, sorpresivamente se hayan marchado en busca de nuevos horizontes y oportunidades, dejando un hueco muy difícil de llenar y un recuerdo nostálgico acorde con sus fantásticas interpretaciones que vamos a guardar para el resto de nuestras vidas.
En concreto, me quiero referir a cuatro casos particulares: Luis Miguel Seguí, María Adánez, Cristina Castaño, y Antonio Pagudo. El capítulo 1 (que es el episodio 110) de la temporada 9, sirvió para que los guionistas de LQSA le dieran una salida digna de tributo al personaje de Leo (Luis Miguel Seguí) celebrando un funeral cargado de referencias a su paso por la serie, por su trágica muerte en un accidente de paracaídas. “El single, el vendedor de aspiradoras, el eterno soñador que nunca perdió la sonrisa, el friki, el amigo que ofrecía hombro y consejos en el bar en apoyo para los leones… se marchaba cuando por fin parecía encauzar su vida sentimental junto a Alba Recio”.
La prensa recordaba: “Precisamente fue ella quien más protagonismo tuvo en esta despedida, pues su trágica muerte la dejó muy marcada al producirse junto a ella, más aún cuando iba a comprometerse. “Por lo visto se le declaró en el avión”, susurraba la Cuqui…Y luego vino el sentido homenaje de Amador, el mejor amigo de Leo. Suyo fue el monólogo de despedida, en su característico lenguaje indescifrable entre lágrimas que solo él podría entender. “¿Qué somos leones o huevones? ¡No te escucho!”, gritaba al féretro antes de que Alba se tirase dentro para irse con él. Una divertida forma de despedir como se merece a un vecino que poco a poco ha logrado calar entre el público con su corrección, su sencillez y su bondad. “Friki hasta para matarse”, apostillaba Petra” (la terrible doña Fina).
Rebeca Ortiz (María Adánez), prominente abogada especializada en temas de familia, llegó a la Comunidad de Montepinar para ocupar como inquilina, el Ático A, propiedad de su amiga, la psicóloga Judith Becker quien durante este tiempo, está viviendo en los Estados Unidos de Norteamérica. Al regresar Judith, se quedan compartiendo dicho piso, que además le sirve a esta como consultorio para atender a sus pacientes. La presencia de Rebeca tiene dos momentos claramente diferenciados, pues durante la temporada siete se le ve teniendo un gran protagonismo centrado en sus actividades profesionales llevando varias demandas de divorcio entre parejas de la comunidad. Entre éstas la de Judith Becker y Enrique, y la de Berta Escobar y Antonio Recio.
No obstante, a partir de la octava temporada, el personaje pasa a tener un rol secundario, ahora con tramas enfocadas más bien en su personalidad. Ya para la novena temporada se confirma la partida de María Adánez y con ello del personaje de Rebeca Ortiz, sin darse ninguna explicación sobre su marcha. Fue de los cuatro protagonistas, el más vago de los silencios. Tanto, que le cabría la triste expresión que “se fue por la puerta de atrás”. ¡Una pena!
Por su parte Judith Becker (Cristina Castaño) se despide de la serie con una boda fallida y una reconciliación que también se rompe en mil pedazos. Secuencias que podemos ver en el capítulo 16 de la novena temporada de “La que se avecina”. La vida de Judith quedaba resuelta si se casaba con Gaby, el multimillonario amigo y compañero de colegio de Javier Maroto y de Lola. Pero…Judith lo deja plantado ante el altar, y sale en veloz carrera a reunirse con Trevor, su antiguo novio estadounidense que le espera en un hotel de Madrid, pues este, le había anunciado que se había separado de su esposa Megan, y que nunca había dejado de amarla.
Por supuesto, Megan aparece en escena, y la pobre Judith se queda entonces sin el plato y sin la cena. Los guionistas arreglan que la guapa pelirroja se marche a Ibiza donde vive su madre, y ella tiene un nuevo amor. Por último, es Javier Maroto (Antonio Pagudo) quien abandona el barco al final de la temporada 11, tras rodar 154 episodios, el último se cierra con Javi y Lola (Macarena Gómez) buscando una tercera persona para continuar su historia de poliamor, después de dejar a Martina (María Hervás), con quien habían formado un inusual triángulo amoroso.
A partir de aquí, Javi no vuelve a aparecer en la serie. Se lleva todas sus cosas del Ático B y le manda un mensaje por móvil a Lola diciendo que lo perdone porque se ha enamorado de Martina y que ambos están esperando un bebé. Tras la marcha de este querido personaje, los actores veteranos que al día de hoy permanecen en la serie son: Pablo Chiapella (Amador), Eva Isanta (Maite), Nacho Guerreros (Coque), José Luis Gil (Enrique), Ricardo Arroyo (Vicente) y Jordi Sánchez (Antonio Recio). Todos ellos forman parte del elenco que conocimos en abril de 2007, y que se ganaron para siempre un lugar en el corazón de los fans de las aventuras de Montepinar.
Y no menos cierto es que juntar a unos cuantos actores de “LQSA” y “ANHQV”, es un atractivo para la audiencia. De esta forma llega la película “Bajo el mismo techo” (2019), la floja comedia dirigida por Juana Macías (“Embarazados”), que trata inútilmente de revivir “La Guerra de los Rose” (1989), dirigida por Danny DeVito. Acerca de una pareja (Jordi Sánchez y Silvia Abril, hermanos en LQSA), “quienes tras separarse tras años de convivencia, se dan cuenta de que ninguno de los dos puede permitirse abandonar el precioso chalet que compraron en el apogeo de su matrimonio… y de la burbuja inmobiliaria. Atrapados por la deuda, al no encontrar a un comprador de la vivienda, se ven obligados a cohabitar, y acabarán declarándose la guerra y montando su particular campo de batalla bajo el mismo techo”. Les acompañan: Cristina Castaño (LQSA), Daniel Guzman (ANHQV) y Malena Alterio (que participó en ambas series).
