Hacia nuevo paradigma educativo
Noé Pineda Portillo
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El 13 de agosto de 1910, murió una gran mujer, se trata de Florence o Florencia Nightingale, considerada la primera enfermera mundial o mejor diríamos, la primera salubrista mundial. Pues no solo fue enfermera, sino escritora y estadígrafa.
Nació en Florencia (por eso su nombre), un 12 de mayo de 1820, Gran Ducado de Toscana, ahora Italia, pero creció y se formó en Londres, de donde eran sus padres. Por eso hacemos en su honor, esta remembranza de aniversario de su nacimiento el 13 de agosto. Y dando a conocer tal acontecimiento en coincidencia con la pandemia que estamos sufriendo con la COVID-19.
Se le considera precursora de la enfermería profesional moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería. Desde muy joven se destacó en matemática y sobre todo en estadística, llegando a ser pionera en el uso de representaciones visuales de la información y en gráficas estadísticas. Aplicó estos conocimientos a la epidemiología y la estadística sanitaria. Fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica y miembro honorario de la American Statistical Association.
Sentó las bases de la profesionalización de la enfermería con el establecimiento en 1860, de su escuela de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres, actualmente parte integrante del King´s College de Londres y del NHS. Su trabajo fue la fuente de inspiración de Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la Convención de Ginebra. Aunque la verdadera fundadora de la Cruz Roja, fue ella, según lo reconoció Dunant.
De religión anglicana, creía que Dios la había inspirado para ser enfermera. Alcanzó fama mundial por sus trabajos precursores de enfermería en la asistencia a los heridos durante la guerra de Crimea (Ucrania), teatro de la guerra 1854-56 entre Rusia y Turquía, Francia, Inglaterra y Piamonte (Italia). A partir de entonces fue conocida como “la dama de la lámpara”, por su costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara para atender a sus pacientes.
En 1883, la reina Victoria le otorgó la Real Cruz Roja, y en 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden de Mérito del Reino Unido. En 1908, se le otorgó las Llaves de la Ciudad de Londres.
Florence Nightingale, nunca quiso casarse, aunque tuvo pretendientes de lujo, ya que ella era de clase media londinense, pero no quiso hacerlo porque le cortaría su inspiración espiritual de hacer el bien a los demás siendo necesitados. Entre esos pretendientes estaban el político y poeta Richard Monckton, Benjamín Jowett y Sidney Herbert, joven político quien llegó a ser secretario de Guerra y como tal le ayudó en muchos proyectos de salubridad.
También se le puede admirar como escritora e investigadora por los varios libros que escribió y que sirven, todavía de base a generaciones posteriores. El juramento Nightingale de los enfermeros y enfermeras al graduarse, fue creado en su honor en 1893. El Día Internacional de la Enfermera se celebra en la fecha de su cumpleaños. Murió a los 90 años en 1910.
