La producción de alimentos del futuro

MA
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4 de noviembre de 2020
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01:43 am
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La producción de alimentos del futuro

Rafael Delgado Elvir

Todos estos desastres naturales que ocurren recurrentemente y cada vez con más fuerza, nos indican la urgencia de tomar decisiones radicales en cada hogar, ciudad y país del mundo. Como lo han expuesto los científicos, los cambios que estamos observando son en gran medida producto de la manera en que producimos, construimos y consumimos. Amenazantes procesos se están desarrollando algunos ya acercándose al punto de no retorno.
La producción de alimentos es indudablemente una de las actividades económicas en donde se requiere profundos ajustes para frenar una serie de efectos que van en detrimento del mismo sector agropecuario y del mundo en general. En primer lugar, ya no es posible seguir ampliando indiscriminadamente áreas de cultivo y de ganadería en detrimento de las áreas de vocación forestal. Las experiencias del pasado y las que siguen ocurriendo son devastadoras.

Ahora sabemos el enorme potencial para la sobrevivencia humana y para el bienestar de todos los seres vivientes que tienen los bosques en su función de mantener la biodiversidad, producir agua y oxígeno, además de todos los usos productivos que se les puede dar. Generalmente cerramos los ojos: hablamos del Amazonas cuando nos referimos a ese peligroso avance de la deforestación que resulta de los incendios, así como de la ampliación de las áreas para ganadería, como para la producción de soya. Pero no queremos ver lo que ocurre justo frente a nuestros ojos, aquí en Honduras. El proceso es igualmente peligroso si analizamos la rapidez con la que se reduce la cobertura de bosques.

Existe otra lista importante de efectos que salen de las explotaciones agrícolas concebidas de la manera tradicional ya sea en su versión extensiva de monocultivo, así como de las pequeñas explotaciones ineficientes. Ambas son fatales ante la dimensión que toman ahora en un planeta de 7.5 mil millones de habitantes que deben alimentarse. Quizá en este espacio sería importante recordar el mal uso del agua y la nula protección de las fuentes mismas para fines de irrigación. Los expertos indican que a nivel global la agricultura es la que más utiliza agua y en ella recae la responsabilidad de cuidarla para no deteriorar su sostenibilidad. O bien la sobreutilización de químicos en la agricultura extensiva en forma de fertilizantes, herbicidas y plaguicidas que va igualmente en detrimento de la calidad de las fuentes de agua, de la calidad de las tierras mismas y de la salud de los consumidores.

Por ello es necesario actuar para convertir las explotaciones agropecuarias en una práctica sostenible para garantizar alimentos sin poner en riesgo el futuro. Los expertos ya han identificado una buena cantidad de prácticas o mejor dicho enfoques congruentes con la vida humana en el largo plazo y que también prometen altos rendimientos en el corto plazo. De esto debiera estar impregnada la política agropecuaria del país y todos los esfuerzos del sector, incluyendo a los empresarios. En otros países existen buenos ejemplos de grandes empresas agroindustriales como de pequeños productores que trabajan en el enfoque de agroforestería o agroecología, diversificando los cultivos, contribuyendo al fortalecimiento económico de las unidades y haciendo las unidades más fuertes ante los fenómenos naturales, como las sequías severas, incremento de las temperaturas y el cambio de los patrones de lluvia. La generación de energía a partir de los residuos de las mismas unidades productivas de cría de animales se encamina por una senda que promete muchos beneficios económicos y para el medio ambiente.

Pero también el reto está en áreas donde muy poco o nada se ha hecho. Grandes cantidades de alimentos producidos se pierden en las mismas fincas durante la producción, en el almacenaje y en el transporte hacia el mercado. Son al final costos que se pueden evitar con buenos sistemas de refrigeración, embalaje y de movilización. En definitivo, es un esfuerzo que debió iniciarse hace ya varios años. Continuar desatendiendo esto nos sigue orillando a situaciones verdaderamente dañinas para nuestro país.

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