Bicentenario e identidad nacional

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12 de noviembre de 2020
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12:31 am
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Bicentenario e identidad nacional

Por: Nery Alexis Gaitán

La identidad nacional define las características, la forma de ser y la convivencia de los habitantes de un país o región. Toda la riqueza cultural, que implica la vestimenta, tradiciones, arte en general (música, literatura, pintura…), costumbres sociales y religión, constituye la identidad de un pueblo o nación.

¡Cuánta necesidad existe de que los hondureños forjemos una sólida identidad nacional! Y no es que no la tengamos, claro que sí la hay, pero tendemos a menospreciarla. Y en casos extremos a negarla, así algunos se convierten en traidores del suelo que los vio nacer.

La idiosincrasia del hondureño por lo general ha sido de menosprecio hacia lo nuestro. Un extranjero gana más y obtiene mejores beneficios, solo por el hecho de no haber nacido en Honduras. Los candidatos presidenciales contratan asesores de campaña extranjeros, menospreciando a los nuestros; el Ministerio de Educación prohíbe la venta de libros de textos de autores nacionales y contrata una editorial extranjera para la producción de libros; etc.

A esto se suma a todo el proceso de invasión y alienación extranjera que, en bombardeo constante, aleja a las nuevas generaciones de los valores que se forman en la familia y del amor a la patria, a sus próceres, a sus símbolos y a las instituciones democráticas que sustentan nuestro sistema de vida.

Es en verdad lamentable constatar el poco amor y conocimiento patrio que manifiestan los jóvenes en la actualidad. De vergüenza ciudadana unos videos que andan por las redes sociales en donde se evidencia el desconocimiento de lo nuestro. Preguntas tan elementales respecto a los símbolos patrios o nuestros próceres, no son contestadas por ningún joven.

La identidad nacional se fortalece cuando se empieza a valorar lo nuestro. Cuando se prefiere lo nacional a lo extranjero. Cuando se fortalecen las familias y se les enseña a los hijos los valores fundamentales de la vida, como la honradez, la honestidad, la sinceridad, el respeto en todas sus formas.

La identidad nacional se fortalece cuando se respetan las tradiciones, cuando no se relegan al olvido las etnias, cuando se fomenta el cultivo de las artes y toda manifestación cultural. Cuando se respeta la convivencia en paz. Pero, sobre todo, cuando los dirigentes del país colocan los sagrados intereses de la patria por sobre todas las cosas. Así se fortalece la identidad nacional porque se está construyendo un país que se encamina a un desarrollo justo y humano.

El objetivo primordial de la celebración del Bicentenario de nuestra patria, no es solo conmemorar una fecha, sino crear conciencia sobre la importancia de fortalecer nuestra identidad nacional. Para ello se espera que se involucre toda la hondureñidad, para celebrar que tenemos una patria digna y próspera y que nos encaminamos a derroteros de felicidad colectiva.

Crear conciencia para que respetemos y valoremos lo nuestro es lo primordial. La celebración del Bicentenario, al contemplar concursos en diversas áreas de nuestra identidad, busca incentivar una vez más el amor por todo lo nuestro. Y al realizar un congreso sobre “Historia de Honduras”, desde la academia se espera reflexionar sobre nuestro discurrir histórico.

Asimismo, algo muy importante es la edición de libros fundamentales en la definición y conocimiento de nuestra identidad nacional. Para tal fin se publicarán diversos estudios que analizan con rigurosidad nuestra idiosincrasia y que todo buen hondureño debe conocer.

Creemos que la celebración del Bicentenario es un excelente motivo para reflexionar sobre Honduras y su gente. Pero, sobre todo, crear conciencia sobre el amor que le debemos tener a nuestras familias, a nuestra sociedad, a nuestro país.

Una sólida identidad nacional se forja desde los estratos populares. Y da como resultado la prosperidad. Amemos lo nuestro, hoy más que nunca el país lo requiere.

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