Después de la tempestad viene la calma

MA
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30 de diciembre de 2020
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01:02 am
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Después de la tempestad viene la calma

Noé Pineda Portillo
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Después de la tempestad viene la calma. Se dice que todo refrán tiene su sabiduría, su filosofía. Este refrán, con el cual titulamos este artículo, anima a ser optimistas, cuando las circunstancias son adversas, al afirmar que pueden cambiar rápidamente y pasar a una situación favorable en poco tiempo. Se utiliza también en su sentido literal, para aludir al tiempo atmosférico.
Cuando en las familias se cometen faltas graves, como decir, faltas de respeto a las normas de la familia, se suceden los regaños y sentencias con fuerza de carácter de parte de sus padres para con sus hijos cuando han cometido faltas graves y después que pasa la trifulca, viene la calma. He aquí el refrán: “Después de la tempestad, viene la calma”.

Después de los huracanes Eta e Iota, en su orden cronológico, la gente hacía y sigue haciéndolo, muchos chistes por los nombres de las letras griegas que les aplicaron, pero eso es, en el período de calma. Lo cual va dando razón al refrán, aunque no a nuestros queridos médicos que han pasado una experiencia non grata con la pandemia y las enfermedades resultantes de fenómenos atmosféricos.

Y como forma esperanzadora, optimista, después de la tempestad, hacemos el recuento, parte del historial, para que nos sirva al realizar los planes de futuro y recuperar a esta maltratada patria, pues después del desastre hay que sacar enseñanzas y lecciones que aprender para no seguir improvisando en el quehacer de nuestras autoridades de todo un pueblo ávido de buena suerte. Tomamos pequeña parte del informe de OCHA (21 Nov., 2020).

A la fecha 20 de noviembre, 1. Se reportaban más de 3 millones de personas viviendo en zonas impactadas por el huracán Eta y alrededor de 600,000 afectados por el huracán Iota, el cual volvió a causar severos daños en el litoral caribeño, especialmente en el Valle de Sula, las comunidades misquitas de Gracias a Dios, departamento de El Paraíso, Olancho, extendiéndose hasta Copán y Ocotepeque en el occidente del país. 2. El impacto del segundo huracán (Iota), obligó a cientos de miles de personas en el Valle de Sula a evacuar las zonas previamente inundadas, provocando una duplicación de población albergada o en lugares temporales sin las condiciones adecuadas. 3. En el Valle de Sula el impacto de las inundaciones ha sido más catastrófico y la saturación de los suelos está generando algunos derrumbes en las colinas que rodean el valle, obligando a las personas que residen en estas áreas evacuar. 4.

El Equipo Humanitario de País (EHP) lanza el 19 noviembre, un llamamiento de emergencia, para atender las necesidades de 450,000 personas severamente afectadas por la tormenta Eta. El plan requería de US$69.2 millones para complementar las acciones del gobierno de Honduras y proveer una asistencia integral en los sectores de seguridad alimentaria y nutricional, salud, agua, saneamiento e higiene, albergues, protección y educación. 5,6,7. …8. La evaluación de necesidades en hogares, encontró que un 50% de los encuestados habían recibido algún tipo de asistencia, un 84% fue realizado por las municipalidades, iglesias y otro tipo de iniciativas. Entre las prioridades de los afectados están, agua y mejoramiento de la vivienda. Los departamentos con más desplazados antes del impacto del Iota son Cortés, Yoro y Choluteca. 9. La empresa privada, a través de sus asociaciones, cámaras de comercio y el Consejo de la Empresa Privada (COHEP), al igual que varias iniciativas particulares, han realizado fuertes intervenciones de respuesta humanitaria y se busca la sinergia de respuesta con las organizaciones del Equipo Humanitario del País. Para la recuperación de llegar a la situación antes de la tempestad, necesitamos unos cinco años de trabajo. “Después de la tempestad, viene la calma”.

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