¡Abyección único camino de la estrella solitaria!

MA
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18 de mayo de 2021
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12:44 am
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¡Abyección único camino de la estrella solitaria!

Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez

Hace unos días escuché decir al alcalde de Tegucigalpa y pronunciar palabras fuera de contexto por ser de orden político que él desconoce, por criterio o por concepto en decir que la opción “B” no puede ser. Habrá hecho algún análisis de carácter “político-sociológico o psicológico-político. Cuál es el temor que existe en la opción “B” entre el Partido Liberal y Libre. Quién es él para imponer las reglas del proceso político. “Creo que es politólogo de la escuela del indómito de Gracias”.

En esta disyuntiva política me encontré con el país político o la oligarquía que es la misma cosa, seleccionan a los hombres, los infla, los llena de importancia aun cuando no la tengan, siendo simples comerciantes, hombres sin ideales, individuos sin calidad política, sin esfuerzos, sin razón y sin causa alguna, faltos de personalidad, sin presencia y es más, se enriquecen de la noche a la maña. De ahí los internacionalistas que jamás han abierto un tratado de Derecho Internacional, los constitucionalista que jamás en su vida han sabido lo que es el Derecho Constitucional, los miembros de las comisiones parlamentarias que deciden sobre códigos penales y no han asistido jamás a las aulas universitarias. Por qué se irrespeta así a un país tradicionalmente respetuoso del culto a las jerarquías de la inteligencia? Hemos llegado al sistema según el cual la única norma es el sometimiento a la oligarquía o al país político que otorga los títulos, califica la inteligencia y el conocimiento e ignora o destruye al resto del país, que no tendrá categoría sino le ha sido bondadosamente dispensada por los monopolizadores de la propaganda. Todo eso es “abyección”, camino al triunfo de la “estrella solitaria”. Todo esto es, desconcertante desde el punto vista político. Pero lo más, infinitamente más, desde el punto de vista humano; del hombre hondureño en su inteligencia, en su salud, en su capacidad económica, que es la suprema preocupación junto al “coronavirus”, que el dictador le ha arrestado importancia. La oligarquía piensa en función de mecánica electoral. El pueblo hondureño pobre, el hombre no puede escalar la cima de la victoria sino por el trabajo, por el esfuerzo y por la voluntad. Cuál es, el porvenir de nuestros hijos, de prolongarse este ambiente en que nos debatimos con los asaltantes a las arcas del “Estado”, como si el pueblo les extendió título de propiedad.

Cuando en un país la política llega a extremos tales, de espaldas a los intereses de la nacionalidad, podemos afirmar sin vacilaciones que se ha implantado un régimen oligarquista. Porque no crean como algunos sofistas lo han querido hacerlo pensar, que la oligarquía es únicamente el dominio de la plutocracia. ¡No! esa es la oligarquía plutocrática. Oligarquía es la concentración del poder total en un pequeño grupo que labora para sus propios intereses, a espaldas del resto de la comunidad. La oligarquía es como la añeja estructura de la vieja india, tiene sus gradaciones. Y entre nosotros, sus tres estructuras: la primera a cuya cabeza están los dirigentes que a su turno se bifurcan en unos que no quieren sino el dominio, el imperium en el sentido romano de la palabra, que su voz sea la voz de su amo sin la cual no se puede mover ninguna de las actividades, y otros que aspiran a que todas la riquezas, la especulación, los contratos, los negocios, sean para la camarilla afortunada.
La tercera estructura. Esa es moral e intelectualmente minúscula, pero muy útil en este proceso de formación. Ya tenemos el cerebro y tenemos la voz que prefabrica el ambiente según las órdenes recibidas. Pero se necesitan los tentáculos, los brazos que penetren en todos los lugares, que vayan desde el ambiente municipal al barrio, a la asamblea, al comité de la estrella solitaria; que atiendan al tinglado electoral para beneficio del país político. A estos se les acaricia con las únicas cosas con que es posible acariciarlos; con la granjería.
Los hombres sombras que tienen como sombra la luz. ¡No! la sombra está iluminada por la sombra. Es una bella frase de Gautier, sobre un cuadro de Murillo. “Los libros civilizan y hacen libres a los hombres”.

Por el Lic. Gustavo Adolfo Milla Bermúdez

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