Por: Ivonne Tábora
Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.
Desde hace un buen tiempo se esperaba la aprobación de la polémica nueva Ley Electoral, que será efectiva ya en las elecciones generales del mes de noviembre del presente año, y viene a contribuir al ejercicio de la democracia, pues es necesario contar con la confianza ciudadana, especialmente en este momento, en los procesos electorales.
Digo polémica porque aun aprobada en el soberano Congreso Nacional, sigue causando desacuerdos y revuelos en la clase política del país, escuchando a los representantes de los partidos políticos, especialmente los denominados pequeños o minoritarios, me entra la duda si realmente era la aprobación lo que se buscaba o si como siempre, es halar agua para su propio molino.
Ahora resulta que, luego que el Congreso Nacional aprobó por mayoría calificada, esta nueva ley y que ya entró en vigencia al ser publicada en el Diario Oficial La Gaceta, y será regida por el famoso Consejo Nacional Electoral, los partidos minoritarios rechazan de manera contundente la aprobación de la misma, generando varios cuestionamientos sobre algunos artículos.
De los 328 artículos que contiene esta ley, el 312 que habla sobre los efectos de las actuaciones judiciales para inhabilitar candidatos ha sido uno de los que más ha generado desacuerdo ya que aducen que está mal redactado.
Solo con las tres bancadas de los tres partidos mayoritarios se logró aprobar con 104 votos a la nueva Ley Electoral, los partidos minoritarios señalan que fueron excluidos y que el proceso atenta contra la democracia, por ello presentaron recientemente una denuncia ante el Comité Nacional de Derechos Humanos, Conadeh.
En la nueva Ley Electoral los cargos de presidente, secretario y escrutador, van a ser rotados por los tres partidos de mayor carga electoral de las últimas elecciones, que son el Partido Nacional, Liberal y Libre y dos vocales que tendrán voz y voto, además se le da potestad al CNE de implementar mecanismos oficiales para ejercer el sufragio de manera segura, habilitando la persecución penal o deducción de responsabilidad ante cualquier acto de intimidación u otros.
Otro tema que mantuvo en debate a los representantes del hemiciclo, fue el tema de la cancelación de los partidos políticos y el pago de su respectiva deuda política, en torno a este tema, el Partido Liberal y Libre establecieron que esta deuda sea en función de los votos que tenga cada candidato presidencial y ya no será como antes que se basaba en el presidenciable que más votos obtuviera.
Los diputados del soberano, sin importar a qué partido pertenecen, están en la obligación de trabajar por unas elecciones con limpidez, pensamientos más claros y justos, enmarcados en la transparencia.
Ya la convocatoria oficial a elecciones generales se dio el 27 de mayo por parte del CNE, así que el camino que queda es corto.
Una nueva Ley Electoral se supone dará más credibilidad a las próximas elecciones, aun con los cambios en los últimos años en torno al tema electoral, como la creación de nuevas instituciones electorales, como el Consejo Nacional Electoral, también el nuevo censo y el moderno sistema de identificación del Registro Nacional de las Personas, RNP.
Pero dentro de todo este marco, el proceso de las nuevas elecciones generales es responsabilidad de todos, los partidos políticos si bien es cierto son representantes del pueblo, pero quienes decidirán en las urnas es el ciudadano corriente, así que los votos hay que cuidarlos y no generar incertidumbre en el país.
Los intereses partidarios deben hacerse a un lado, porque los hondureños estamos cansados de esos dime que te diré de los políticos, queremos cambios más profundos, y si los partidos minoritarios quieren más poder, pues van a tener que trabajar duro para alcanzar más votos y más credibilidad también, que sean de veras agentes de cambio y no estar luchando solamente por poder y no por los intereses del pueblo.
El rumbo del país está en juego y no es con acusaciones, demandas, revueltas, desprestigio, que vamos a llegar a unas elecciones dignas, que brinden la estabilidad requerida.
Al final a cada ciudadano nos tocará elegir con pinzas a nuestros nuevos gobernantes, “Un voto es un acto puramente religioso, que no se puede tomar en un arrebato de pasión, se puede tomar solo con la mente purificada y compuesta y con Dios como testigo” dijo el Defensor de los Derechos Humanos Mahatma Gandhi.
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