POR EXPLOTAR EL MERCADO LOCAL

ZV
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27 de septiembre de 2021
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12:28 am
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POR EXPLOTAR EL MERCADO LOCAL

LA semana pasada trasladamos a los lectores la publicación divulgada por medios de comunicación en todas partes del continente bajo el encabezado: “Medios de toda América llamamos a defender el valor del periodismo profesional en el ecosistema digital”. “Instaron a los países de la región a abordar el valor de los contenidos periodísticos en las plataformas digitales, para garantizar una retribución justa y razonable por parte de los gigantes de internet”. “La declaración fue suscrita por asociaciones que representan a más de 40,000 medios de comunicación de Canadá, Estados Unidos, México, Honduras, Jamaica, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Chile y Argentina”. “Los medios periodísticos –alerta el comunicado– poseen más audiencia que nunca, pero los ingresos que financiaban el periodismo profesional son absorbidos por intermediarios que concentran más del 80% de la publicidad digital mundial”. “Es fundamental que se eviten prácticas abusivas en el mercado de la publicidad, donde las plataformas son a la vez árbitros y jugadores principales”.

“El objetivo es que plataformas digitales como Google y Facebook paguen a los medios por el uso que hacen de su contenido, con el que obtienen fuertes beneficios”. “Para ello, proponen abordar el asunto «a nivel global para hacer efectivo un derecho [a una retribución justa] que tiene su base tanto en la propiedad intelectual como en las normas de defensa de la competencia, como la promoción de un ecosistema digital sano y equilibrado». Además del pago por contenidos y la concentración publicitaria, “las asociaciones alertan sobre el tema de los algoritmos, cuya opacidad y discrecionalidad afectan la producción y distribución de los contenidos”. Sin embargo, el reclamo no debe detenerse allí. Si hubiese interés alguno de revisar a fondo este sistema disfuncional –que ha quedado más turulato por los demoledores golpes de la peste sanitaria– los gobiernos debiesen despabilarse, emitiendo las leyes y las regulaciones que propicien esos equilibrios competitivos. Y de paso, sería en su propio interés, generar más ingresos al fisco. Esta inequidad la hemos expuesto varias veces pero como aquí hay temas que interesan a quienes deciden y otros no, los argumentos han caído en costal roto. Los medios de comunicación convencionales pagan todo tipo de impuestos por operar. Volumen de ventas –dos veces al fisco y a la alcaldía– activo neto, impuesto sobre bienes inmuebles, tasas por servicios municipales, costos de circulación, aportaciones obligatorias, contribuciones, “tasón”, obligaciones sociales, planillas, tarifas de agua y electricidad, etc., por estar ubicados en la localidad y vender sus servicios publicitarios.

¿Qué pagan los gigantes tecnológicos –con sede extra fronteras– por la explotación del mercado local? Por toda la publicidad que se transmite en sus portales al mercado hondureño –pautada por las matrices de las transnacionales que operan aquí con sucursales– no pagan un centavo de impuesto. Total competencia desleal. ¿Cuánto recauda el tesoro nacional del usufructo del mercado local de esos portales tecnológicos? Cero. ¿Qué se ha hecho para corregir este odioso desequilibrio lucrativo a los gigantes de afuera y adverso a las perjudicadas empresas nacionales que operan en desventaja? Nada. Y así por esa ruta podemos continuar analizando otros factores que impiden que el país levante cabeza. Y que seguirá siendo atrasado y dependiente, con la mano extendida pidiendo limosna, si no se revierten esas fallas estructurales de todo el sistema económico, financiero, fiscal y productivo. (El párrafo anterior es tomado de un editorial orientado a privilegiar lo hecho en casa, sobre lo cual la nueva administración estadounidense en sus primeras providencias sacó una resolución favoreciendo prioritariamente lo fabricado en los Estados Unidos). (El Sisimite –que habita en la remota empinada donde no hay internet y aunque hubiese, no hay conectividad, como no la hubo para estudiantes y maestros de la ruralidad que se quedaron sin educación, sin acceso a las clases virtuales– pero que ha sido víctima de la explotación inmisericorde del bosque, entiende perfectamente el asalto a los mercados domésticos. Y que esas prácticas solo funcionan a favor de los lanas, cuando se tolera la competencia desleal).

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