Por: Nery Alexis Gaitán
Hoy, más que nunca, señora Xiomara Castro de Zelaya, Honduras necesita una presidente que en verdad ame al país y que su principal objetivo al frente de la administración pública sea mejorar la calidad de vida de todos los hondureños.
En primer lugar, en estos momentos que estamos sufriendo una pandemia y que la economía ha sido golpeada fuertemente, necesitamos una presidente que unifique democráticamente a la familia hondureña; que deponga sus intereses partidarios y abrace los intereses nacionales, porque los hondureños tenemos derecho a un mejor destino.
Es muy importante que se abstenga de coquetear con los seguidores del fracasado socialismo del siglo XXI, que tanto daño ha causado a Latinoamérica. Es imperativo que honre a la hondureñidad y que muestre veneración y respeto por nuestros sagrados símbolos y por nuestros héroes.
Que su política exterior esté encaminada a seguir fortaleciendo los lazos de amistad con nuestros aliados. Para que la comunidad internacional tenga plena confianza en su accionar democrático. Aléjese totalmente de China continental y siga fortaleciendo los lazos de amistad con la República de China (Taiwán), que tanto nos ha ayudado, en diversos rubros, en estos 80 años de relaciones diplomáticas.
Que en todos sus actos tenga presente que el mandato que le ha dado el pueblo es que abogue por su bienestar económico, político y social; y que debe ser fiel a ese mandato hasta las últimas consecuencias. No trate de cambiar nuestro sistema de vida, ni trate de instaurar una Asamblea Nacional Constituyente que es innecesaria.
Necesitamos una presidente honesta, sincera, humilde, conciliadora, inteligente; pero, sobre todo, honrada. Que no venga a servirse con la cuchara grande, de la ya maltrecha economía del Estado, tampoco sus amigos y correligionarios. Que no sea cómplice de ladrones, usureros, sinvergüenzas y bandidos de toda índole que tanto daño le han hecho a Honduras.
Necesitamos una presidente que combata la corrupción y que mande a la cárcel a todos los corruptos, aunque sean de su mismo partido político o sus allegados.
Que al inicio de su gestión integre un gabinete de gobierno con los hombres y mujeres más capaces del país, sin importar el partido al que pertenezcan, porque Honduras es primero.
Que en verdad ayude a los más desposeídos, brindándoles asistencia en salud e instaurando verdaderos programas de asistencia social sin condicionamientos ni limitantes de ningún tipo.
Que mejore la calidad de la educación en todos los niveles, y que erradique el analfabetismo que azota a nuestra patria, para que el pueblo salga de la ignorancia en que ha vivido por siempre, y pueda optar a mejores condiciones de vida y reclamar sus derechos con dignidad.
Que fomente y cree fuentes de trabajo, más allá del clientelismo político, el cual debe erradicar en su totalidad; asimismo, que apoye a la empresa privada para que se abran nuevas opciones laborales, ya que el desempleo es uno de los flagelos de nuestro país.
Que estimule el desarrollo del turismo, de la ganadería, de la agricultura, y demás rubros, para que Honduras progrese, tal como debe ser.
Necesitamos una presidente que siempre anteponga los intereses de la nación, antes que los intereses particulares o de grupo. Que no permita que su esposo tome decisiones, solo es el primer caballero; demuéstrenos que es usted la que está al frente del gobierno. No emplee a su familia en cargos públicos, eso no es ético y está reñido con la ley.
En pocas palabras, necesitamos una presidente que en verdad le importe nuestro país y su bienestar. Esa es la presidente que deseamos todos los hondureños; otro tipo de presidente, no nos interesa.
¡Por favor tome nota, señora Xiomara Castro, de lo que esperamos de usted!
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