Abog. Octavio Pineda Espinoza (*)
Como en todo hay que comenzar por las definiciones y qué mejor que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “Renovar: Hacer como de nuevo una cosa, o volverla a su primer estado. Restablecer o reanudar una relación u otra cosa que se había interrumpido. Reanudar, poner de nuevo o reemplazar una cosa. Sustituir una cosa vieja, o que ya ha servido, por otra nueva de la misma clase. Dar nueva energía a algo, transformarlo. Refundar: Revisar la marcha de una entidad o institución, para hacerla volver a sus principios originales o para adaptar estos a los nuevos tiempos. Refundación: Es el proceso y la consecuencia de modificar algo substancialmente para lograr que se adapte a la actualidad o para que sirva un objetivo diferente al original. Se trata, por lo tanto, de fundar nuevamente. Fundar: Edificar materialmente una ciudad, un colegio, un hospital, estribar, apoyar, armar alguna cosa material sobre otra. Erigir, establecer, crear, apoyar algo con motivos y razones eficaces. Refundir: Volver a fundir o liquidar los metales. Comprender o incluir. Dar nueva forma y disposición a una obra de ingenio, como comedia, discurso, etc., con el fin de mejorarla o modernizarla”, en fin, en Honduras muchos utilizan estos términos sin entenderlos plenamente, unos quieren renovar, otros refundar y otros refundir y no, necesariamente en ese orden.
En noviembre del año pasado los hondureños acudimos a las urnas para renovar el gobierno, refundar las instituciones democráticas y para refundir lo que supuestamente quedaba del régimen bipartidista en Honduras, nadie, o pocos diría yo, lo hizo entendiendo las diferencias entre estos tres conceptos que son torales para lo que pasa en la realidad cotidiana del país. Y pasadas las elecciones, los partidos políticos, otrora, los canales normales para distribuir los anhelos sociales tampoco han entendido el mensaje; y cuando me refiero a los partidos me refiero a los tres supuestamente más grandes: Partido Liberal, el padre de todos los partidos en Honduras, el Partido Nacional, que se refundó para convertirse con JOH en una institución criminal y Libre, que desafortunadamente copió lo peor de los otros dos partidos y que, a la luz de sus propias acciones no está listo para renovar, refundar o refundir el Estado.
Para mí, desde mi perspectiva ciudadana, los tres partidos tienen retos distintos pero significativos si los logran entender, el Partido Liberal, mi partido, debe renovar su apego a la legalidad, a la institucionalidad, la meritocracia, al Estado de derecho, retomar sus principios doctrinarios, su legítima historia, con errores y aciertos, así como los seres humanos nos perfeccionamos día a día con nuestras falencias y nuestros logros, con nuestras cimas y nuestros abismos, reestablecer ese imperio que nace como decía Lincoln del gobierno “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, eso que, precisamente hizo grande al PL y el más histórico de los partidos, renovar implica entender que la destrucción interna con o sin razón no abona al objetivo que todo partido debe tener: la toma del poder para transformar la sociedad, así como lo hizo Morazán, Dionisio de Herrera, Soto y Rosa, Villeda Morales, Reina, Pineda Ponce y otros, implica entender que si se le hace daño al Partido y al objetivo es mejor hacerse a un lado y que, internamente, la guerra de guerrillas solo satisface los deseos de los adversarios y enemigos políticos.
El PN debe refundarse plana y sencillamente, eso implica mucha búsqueda interna, encontrar el corazón de ese partido, si alguna vez lo tuvo, entender y aceptar que fueron presa de la ignominiosa ambición, avaricia y prepotencia de un líder de papel, ante el cual todos se postraron como demenciales lacayos por unos dólares más! , en eso vi caer a muchos amigos, conocidos, colegas y dizque panas, lo cierto es, que ese partido debe recomenzar desde su estructura original, deshacerse de todo lo que huela a JOH, quien desafortunadamente corrompió a toda una nueva generación de profesionales que bien guiados le hubieran hecho mucho bien al país pero que, tristemente escogieron el camino más fácil y se perdieron en el marasmo de la corrupción.
Libre debe refundirse primero si quiere refundir al país, deben entender que son un híbrido así como el PSH cuya sustancia tiene poca masa crítica, ya que las mezcolanzas nunca quedan bien tal y como lo hemos visto en el CN y en el Ejecutivo, de comienzo es malo crear un partido con los resentidos de los otros dos, vender una agenda imposible y después enojarse por las críticas porque los que entienden la política hablan de los lados oscuros de los tres partidos y, a los supuestamente nuevos, no les gusta que los mencionen en la misma oración aunque estén haciendo lo mismo que los supuestamente viejos, refundir Libre implica quitarse de encima esa argolla de una familia y de sus adláteres, los palaciegos y los mapaches que les dicen que sus ventosos huelen a rosas, que les cambian las botas en los helicópteros y que sus decisiones nadie jamás las había tomado en el planeta, vender como nueva una receta vieja llamada Asamblea Nacional Constituyente cuyo objetivo final es reelegirse en el poder o poner al hijo, al hermano, a la esposa, al primo para seguir gobernando yo, sin considerar ni democratizar las elecciones internas, es aceptar un cacique mezcla de Vicente Fernández y de Cristián Nodal pero sin entender quien escribe las canciones.
El país necesita evolucionar y hay que empezar a renovar, refundar y refundir.
(*) Abogado y Notario. Catedrático Universitario. Político. Académico.
