Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Los diputados que actualmente integran el Congreso Nacional no nos dan la impresión de que tengan clara la diferencia entre desarrollo sostenible y desarrollo sustentable. Menos aún que los que ahora tienen el poder del gobierno, les haya propuesto a los diputados que los representan en la asamblea legislativa, una agenda de expectativas legislativas, para lograr el cambio estructural que durante la campaña prometieron que iban a poner en marcha, siguiendo un enfoque político, orientado hacia una economía socialista. ¿Qué estrategia promueven en Honduras los diputados para lograr en el futuro inmediato, el desarrollo sostenible y el desarrollo sustentable? Al respecto, no tienen que inventar la rueda.
En relación con el desarrollo sostenible hay que estudiar y reflexionar sobre los objetivos del desarrollo sostenible que el Programa de las Naciones Unidas (PNUD) ha propuesto en Honduras. Ni los diputados que se ufanan de promover el socialismo, ni tampoco los otros que adversan el enfoque político socialista, saben qué iniciativas legislativas, pueden proponer para lograr el manejo adecuado del entorno natural que, nos permita satisfacer, las demandas básicas de las mayorías sociales.
Por el contrario, unos y otros más bien demuestran un afán legislativo sin rumbo, pero ciertamente ambos respetuosos y preocupados por satisfacer los intereses de ciertos grupos dominantes, mismos que olvidan o pasan desapercibidos, ante la sobrecarga que nuestro ecosistema confronta y que obstaculizan el desarrollo de una sociedad justa.
Por otra parte, con relación al desarrollo sustentable, tampoco evidencian en el Congreso Nacional un enfoque legislativo, orientado a innovar y fortalecer la administración responsable y eficiente de los recursos naturales de frente al futuro. No vemos evidencia alguna de que los diputados estén orientando el esfuerzo legislativo, hacia la conservación del equilibrio ecológico sin afectar el progreso material.
Los diputados de la alianza, unos alineados con “Mel” y otros alineados con Nasralla, pasan más entretenidos, en arriconar y atemorizar a los diputados nacionalistas que, en encausar una agenda legislativa progresista, favorable, efectiva y sensata, para encauzar el desarrollo nacional apropiadamente. Realmente, el manejo del legislativo se ve insatisfactorio, deficiente y poco preparado para transitar hacia una sociedad desarrollada apropiadamente.
Por su parte, los diputados opositores democráticos opuestos al enfoque político de los diputados socialistas, tampoco se ven propositivos y comprometidos con ofrecer una agenda de iniciativas legislativas alternativas. Estos diputados, se ven alicaídos y más bien reactivos ante la ofensiva de sus adversarios. Denotan una actitud pasiva que solo evidencia, el temor y la ignorancia política, para responder con posturas propositivas a las iniciativas legislativas cortoplacistas de los adversarios. De hecho, los están tratando irrespetuosamente, al punto, de tenerlo en la vil humillación, sin apoyo material y técnico alguno. Los diputados nacionalistas, que representan el interés político democrático de una fuerza ciudadana bastante importante, están atrapados en una burbuja de ignominia que les impide actuar con entereza y voluntad política digna de demostrar.
Tal parece que el actual Congreso Nacional que tenemos, no tiene una minuta de iniciativas legislativas estratégicas para promover el desarrollo nacional. Se han quedado cortos en este sentido. Los libre llegaron huérfanos de una visión legislativa pero muy llenos de soberbia populista y revanchismo político. El enfoque legislativo que tienen es disperso y dan énfasis a la derogación, modificación o abrogación de leyes pasadas que realmente, poco o en nada, evidencian la intención de generar el cambio cualitativo estructural en el desarrollo de Honduras. Hasta ahora, las iniciativas propuestas y aprobadas son de carácter inmediatista para solventar asuntos políticos que, en vez de abonar al proceso de cambio, realmente responden a intereses políticos particulares del Partido Libre y de las demandas del Poder Ejecutivo para poder contar con un presupuesto, nada integral, con el fin de sostener una maquinaria política a su favor político populista infecundo.
El Poder Legislativo de Honduras en estos tiempos de coyuntura política en crisis, está integrado con diputados que, no generan condiciones para desarrollarnos como anhelamos. No se percibe que tengan la visión prospectiva que necesitamos, y mucho menos, las intenciones legislativas para lograr una integración política, que nos pueda sacar del atraso en que estamos hundidos. El otro presidente y su familia que, controlan políticamente nuestro país, realmente está imponiendo un mandato político incapaz de favorecer un desarrollo nacional incluyente y justo.
