AYER dimos una sinopsis del libro “Orden y Decadencia de la Política”: ¿Pero qué le ha sucedido a las democracias que daban la impresión de haber triunfado después del colapso de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín? “Hoy –sostiene el autor– parecería que las democracias luchan por la sobrevivencia, partiendo del grave declive –como algunos observan– en la misma democracia norteamericana”. “En una era de creciente populismo ¿qué hacer para asegurar el futuro del sistema?”. Expresa que “la clase media es esencial para estados y democracias saludables”. Ah, y que el sistema político sufre en la medida que la clase media se desvanece. Ello es “porque las personas de clase media valoran más la democracia y la libertad individual”. “También tienden a ser más tolerantes con los estilos de vida alternativos que las personas de clases más bajas”. Precisamente –agregábamos nosotros en el análisis– lo que ha sucedido aquí en el país. Ese gigantesco y creciente ejército de desocupados –sin representación, sin recurso de presión porque no están organizados, y sin voz ya que nadie habla por ellos– cuya única alternativa de vida es irse de su tierra natal.
Fukuyama resalta otro factor: Mientras la clase media creció durante la revolución industrial –y contribuyó a consolidar los sistemas democráticos en el mundo– hoy en día “las innovaciones en la automatización han eliminado una gran cantidad de trabajos de buena paga, poco calificados”. “Están surgiendo nuevos trabajos mejor pagados que recompensan a los trabajadores con habilidades avanzadas”. Lo anterior extrapolado a lo doméstico: Y ni hablar del obsoleto sistema educativo hondureño que educa para un mercado años luz de atraso contrastado con lo de afuera; y para un mundo que ya no existe”. Si hasta eso, pensar que educa, es un eufemismo. A lo anterior algunos comentarios de lectores: “La falta de nivel educativo acorde con las nuevas realidades mundiales nos tiene sumidos en la extrema pobreza y en el atraso productivo; marginados a ser país tercermundista”. “Si existiera cuarta categoría allí estaríamos”. Otro lector: “Solo hay que ver la categoría mediocre de los políticos”. “Producto de la mala formación impartida por maestros, ni la sombra de lo que eran antes”. “Además, la orientación de la educación es obsoleta para los retos del futuro”. Otro lector: “Los vacíos democráticos rápidamente han sido capitalizados por socialistas, populistas y demagogos”. “En consecuencia, las migraciones, las brechas sociales se han incrementado de manera superlativa”. “Ahora ya se habla de otras modalidades de democracia”.
“Pero el trasfondo de todo sigue siendo de inestabilidad económica y en nuestro caso eso se traduce en falta de oportunidades y de seguridad”. “Una sociedad que no ha sido capaz de consolidar las condiciones básicas para que sus miembros alcancen aunque sea moderados índices de desarrollo humano se desmoronará cualesquiera que sea la forma de su sistema político”. “Una gran realidad lo que Usted indica, la esperanza de democracias sanas está en la clase media”. “Aquí hasta eso se ha perdido”. Una lectora advierte: “Hay un índice de confianza –de Martin Amstrong– sumamente acertado que predice estos acontecimientos o ciclos”. “Según su modelo, en 2032 viene una mega debacle donde todo se va a despapayar (desburrungar)”. (“Ya con este pronóstico, el Sisimite se puso a sacar la cuenta de las horas y los días que le quedan antes del despapaye”).
