ONANISMO

ZV/14 de December de 2019/12:31 a.m.

CONSULTA P. I. 4,172: Del fiel lector y radioescucha, Luis Antonio Rico, desde la colonia Maradiaga, Comayagüela.

Averiguática amiga, Vilcast, de qué otra manera se conoce el onanismo y cuál fue su origen. Aquí la leo siempre para actualizarme con lo último de las recomendaciones y novedades del idioma español. Muchas gracias.

DEFINICIÓN: En el internet encontré este sitio https://definicion.mx› onanismo, el cual le comparto con mucho gusto.

El onanismo es la práctica que consiste en obtener placer genitalmente sin que exista una relación sexual completa. El término suele ser asociado habitualmente con la masturbación, pero debe entenderse que originalmente el término se relacionó con el hecho de mantener una relación sexual que excluía la inseminación de modo deliberado; el nombre deriva de un personaje de la biblia que llevó a cabo este tipo de proceder, personaje llamado Onán.

En la masturbación, en cambio, la estimulación directamente puede mantenerse al margen de cualquier tipo de relación sexual, siendo generalmente auto-infligida; concierne tanto a hombres como a mujeres en diversas franjas etarias y ha sido documentada en diversas culturas.

El pasaje bíblico que da origen al término onanismo se encuentra en el Génesis. Recordemos que este libo da comienzo a los libros del antiguo testamento y que relata de modo alegórico los inicios de la humanidad. La Ley judía establecía que cuando un hombre moría su hermano debía tomar a su mujer como propia. Su hijo no iba a ser considerado propio, sino hijo de su hermano, circunstancia que estaba estipulada en la misma ley. Onán, para evitar esta situación mantenía relaciones con su cuñada y eyaculaba fuera de ella. Este proceder se entiende desde la perspectiva de que su hermano era el primogénito de su padre y el hijo de su cuñada, ahora su mujer, heredaría esta condición pasando por alto a Onán. Así, el término onanismo tiene su origen en el coito interrumpido antes que en la masturbación.

La interrupción del coito fue practicado durante toda la historia como una forma de evitar el embarazo. Incluso es utilizado en la actualidad, pero con la existencia de modernas formas para eludir el embarazo su uso es menor. Este tipo de práctica tiene una efectividad limitada por el hecho de que el líquido preseminal puede contener presencia de espermatozoides. Además, durante el coito, la posibilidad de regular el momento de eyaculación es dudosa.

En la actualidad, no obstante, el onanismo es sinónimo de masturbación. La misma también tiene registros históricos antiguos. Se considera que está ampliamente extendida, aunque la recolección de estadísticas es difícil de llevar a cabo por el pudor que despierta el tema en muchas personas. Al respecto, muchos psicólogos abordaron el tema, entre los que se cuenta el padre el psicoanálisis, Sigmund Freud. Hacer referencia al tema ha sido tabú en muchos momentos de la historia, aunque parece que en la actualidad este hecho está cambiando.

La masturbación se llama también onanismo debido a un malentendido ocurrido en el siglo XVIII con el llamado “pecado de Onán, descrito en la Biblia”. Onán fue un personaje bíblico cuyo hermano Judá murió sin dejar descendencia. En esa época, la ley mosaica establecía que el hermano sobreviviente debía casarse con la viuda para darle hijos. Onán cumplió con la ley solo formalmente: se casó con la viuda, pero como no quería tener hijos, practicaba el coitus interruptus, esto es, eyaculaba fuera de la vagina de su mujer, por lo que Dios lo castigó con la muerte:

[…] si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano. Pareció mal a Yahvé lo que hacía y le hizo morir también a él (Gén. 38, 9-10).

En 1710, un médico inglés de apellido Becker decidió apoyar la prédica eclesiástica contra las actividades sexuales no dirigidas a la reproducción, como la masturbación, y publicó un libro titulado Onania y el pecado atroz de la autocomplacencia. Medio siglo más tarde, el médico suizo Tissot publicó un tratado sobre los supuestos trastornos causados por la masturbación, bajo el nombre de El onanismo, en el que afirmaba que este hábito era »la más mortífera y siniestra de las prácticas sexuales».

Con estos dos libros, quedó consagrado el malentendido; a partir de entonces, la masturbación lleva, injustificadamente, el nombre de Onán, cuyo pecado había sido otro.

Desde Tisingal y mis refugios idiomáticos, en especial este, les abraza y quiere en Cristo su averiguática amiga, trabajadora del lenguaje y por la cultura hondureña, VILCAST