Abrazos fueron virtuales por las videollamadas

ZV/10 de May de 2020/07:20 p. m.

Miles de madres salieron a combatir este 10 de mayo el COVID-19, en sus diferentes trincheras de trabajo, dejando a un lado la celebración del “Día de la Madre”, que a diferencia de anteriores años, fue celebrado más por medio de redes sociales que con besos, banquetes y abrazos.

Pero el amor de madre es único y el virus que agobia a todo el mundo, no impidió que en las calles de Tegucigalpa y Comayagüela se vendieran arreglos florales y otro tipo de detalles para las reinas del hogar.

Al menos por un día, no fue el alcohol gel o mascarillas lo que circuló más en el comercio formal e informal, sino que las rosas fueron el negocio del día. No obstante, fue una minoría la que pudo salir a buscar obsequios para agradar a sus respectivas progenitoras.

Las redes sociales fueron aliados de los hijos, que aprovecharon estas herramientas para celebrarle a la distancia a sus madres.

“Definitivamente no es lo mismo que otros años, pero sí se ha vendido algo, igual no adquirimos la misma cantidad de siempre, pues sabemos que la situación actual impediría la circulación de muchos posibles clientes”, explicó Ana Mercedes, quien en lugar de celebrar, estableció un improvisado puesto en el bulevar Suyapa.

“Mi mamá anda trabajando, ella es doctora, pero cuando salga de turno le tendremos una bonita sorpresa en la casa”, comentó por su parte un joven, mientras compraba un arreglo floral.

Nada de abrazos pudieron dar los trabajadores de salud que trabajan en la primera línea atendiendo a los pacientes afectados por el virus, en la mayoría de casos hicieron una llamada de felicitación a sus progenitoras.

El Covid-19 no impidió que capitalinos buscaran rosas para sus progenitoras.

“Todos los años el Día de la Madre la llevo de paseo a mi madre, le encanta siempre ir a comer a Cantarranas, Valle de Ángeles o Santa Lucía, pero esta vez no pude acercarme a ella, porque soy un factor de riesgo”.

“Debido a que estoy en contacto con pacientes que tienen COVID-19 y, por sus enfermedades y su edad, ella es parte de la población vulnerable”, explicó la doctora Ramírez.

Pese a toda esta pesadumbre, el Día de las Madres volvió a celebrarse en condiciones especiales en los hogares hondureños y centros médicos, hasta donde llegaron las infaltables rosas para recordarles lo muy especiales que son.

La pandemia no impidió la tradición de regalar un arreglo floral a las madres en su día.

Mientras que Arely Romero, dijo que en este año, los abrazos fueron virtuales, pues lo mejor es no contagiar a nuestros progenitores y solo nos logramos ver por videollamadas.

“Desde muy temprano también le brindamos a nuestra mamá una serenata virtual y dijo mi madre que nos agradecía, lo que sí sentimos es que la partida de pastel fue virtual y nos tocó que comernos todo”, lamentó. (JC)

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