Con el afán de preservar y proteger la vida de más de 7,000 privados de libertad, y con el apoyo del Poder Judicial, se ha montado en la Penitenciaría Nacional “Marco Aurelio Soto”, un segundo anexo para el “régimen de aislamiento en cuarentena por el COVID- 19”.
Con la nueva instalación, y tras coordinaciones con los Juzgados de Ejecución, se pretende además reducir riesgos y potenciales amenazas por contagios e coronavirus.
El nuevo plantel fue instalado, fumigado y desinfectado y solo se espera que hoy se equipe y provea de los insumos para aislar a recluidos que resulten posibles sospechosos de estar contagiados del virus COVID-19.
Es el segundo anexo para el régimen de aislamiento en cuarentena que se instala en esa cárcel, el primero se montó la semana reciente, tras la detección del primer caso de coronavirus en ese centro, y el segundo en el sistema de prisiones del país.
El primer caso de COVID-19 en las prisiones nacionales fue detectado a finales de abril, en la penitenciaría de “El Pozo”, en llama, Santa Bárbara.
Para la gestión de esas unidades de atención médica en aislamiento, según el director de esa cárcel múltiple, ha sido destacada la gestión de la Corte Suprema de Justicia, a través de los Juzgados de Ejecución.
“En ese esfuerzo también ha sido valiosa la cooperación de la secretaría de Salud, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, (Sinager) y el Comité internacional de la Cruz Roja (CICR). (XM)
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