Con más de 20 años de haber creado el negocio familiar Publicom, dedicado a fabricar rótulos, impresiones digitales y toldos decorativos, los altos costos en pago de impuestos y la falta de crecimiento para consolidarse en el rubro obligaron al emprendedor, Felipe Zepeda, a cerrar la empresa.
Lejos de darse por vencido, continuó ofreciendo sus servicios a pequeña escala, como comerciante individual, y ahora, ante la pandemia del COVID-19, le dio otro giro a su microempresa, ya que ha tenido que reinventarse para salir adelante en la llamada “nueva normalidad”.
Zepeda relató que la pandemia lo obligó iniciar un nuevo proyecto llamado “cápsulas” o “filtros” para trasladar pacientes con COVID-19 a los centros asistenciales.
PRODUCTO INNOVADOR
El innovador producto del “catracho” ha tenido muy buena aceptación, sin embargo, según Zepeda, no ha sido fácil iniciar casi “de cero”, ya que tuvo que despedir parte de su personal, porque tenía ocho empleados de los cuales ya solo cuenta con cuatro.
“Inicialmente fabricamos prototipos, pero después de reunirnos con médicos, paramédicos, ingenieros en biomédica y en bioseguridad, más los colaboradores, ahora ya lo podemos fabricar para facilitar el traslado de los pacientes con el virus”, manifestó Zepeda.
Para llevar a cabo el proyecto han requerido de los conocimientos de varios profesionales de la salud así como de ingeniería, y además han utilizado tecnología de punta.
El microempresario comentó que con la fabricación de estas cápsulas demuestran que en Honduras se pueden hacer cosas sorprendentes cuando se cuenta con personas comprometidas.
“El coronavirus me obligó a reinventarme con la fabricación de las cápsulas para trasladar a pacientes con esta enfermedad y lo veo como una oportunidad”, afirmó el entrevistado.
TRANSPORTE SEGURO
Para que las personas con COVID-19 u otras cargas virales sean trasladadas con comodidad y seguridad, ya sea en avión, ambulancia, barco o vehículos, estas cápsulas permiten el aislamiento en casa, hospital u otro tipo de instalación física.
La cápsula contiene alta resistencia a la humedad, por tener pintura epóxica y estructura metálica combinada con aluminio.
Cuenta con flujo de aire por medio de ventiladoras y con filtros de contención para virus y partículas aéreas en su interior, además, tiene sello a base de presión mediante fajones, empaques, y es vulcanizada y sellada.
El proyecto también cuenta con mangas para manipulación de pacientes, cierre de tapa para reservorio y manipulación de emergencia antes de entrar al UCI, sistema de iluminación interna con luz led color verde, lona plástica PVC y lona cristal transparente o personalizada, con colores y logos del hospital, ambulancia o empresa privada que la patrocine.
Zepeda dijo que los insumos para la fabricación son caros, asimismo la mano de obra, ya que se requiere de un soldador, un tapicero y un especialista en electrónica, más los ensambladores, pero ha hecho un gran esfuerzo para llevar a cabo el proyecto y así dar alternativas al sector salud en este momento de crisis por la COVID-19.
DATOS
INICIATIVA
CAMPAÑA EN 100 PULPERÍAS
Con esta actividad se beneficiaron más de 100 pulperías en San Pedro Sula y alrededores. Realizar este trabajo sirvió para que grandes empresas lo replicaran, por lo que se sienten satisfechos de haber logrado más de lo que esperan con la valiosa iniciativa.